Daniela Konietzko, presidente de la Fundación WWB Colombia. | Foto: Fundación WWB Colombia

EMPRENDIMIENTO

¿Quiénes son los emprendedores de subsistencia?

En Colombia el 33,3% de los colombianos son emprendedores de subsistencia, ¿qué tan importantes son para la economía? Lo explica en entrevista con Dinero Daniela Konietzko, presidente de la Fundación WWB Colombia.

4 de diciembre de 2018

Negocios con bajos niveles de capital de trabajo, productividad y nivel tecnológico; con pocas posibilidades de perdurabilidad, porque sus gestores carecen de formación y de recursos necesarios para progresar; así son los emprendimientos de subsistencia.

En Colombia el 33,3% de los hombres y mujeres del país, entre 18 y 64 años, tiene un emprendimiento de subsistencia, según el último Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Esto significa que sus ideas de negocio son de menor escala con bajos niveles de innovación y valor agregado.

Daniela Konietzko, es la presidente de la Fundación WWB Colombia, una organización basada en Cali que promueve la inclusión financiera y programas de capacitación para este tipo de emprendedores en el Valle del Cauca. Este año, al menos 1.300 emprendimientos de subsistencia han sido parte de sus programas en los que el 85% de las personas beneficiadas son mujeres. Konietzko describió de qué se tratan estas iniciativas en entrevista con Dinero.

Dinero - ¿Qué casos se consideran como emprendimiento de subsistencia?

Daniela Konietzko - Los emprendimientos de subsistencia son aquellos que no cuentan con las posibilidades tanto económicas, como sociales y culturales para desarrollarse, porque principalmente fueron creados por necesidad. Están enmarcados, per se, en la economía informal, lo que aumenta las condiciones de vulnerabilidad, pobreza multidimensional y exclusión social de aquellas personas que dependen de estas unidades para sobrevivir día a día.

Los emprendimientos de subsistencia se caracterizan por tener bajos niveles de capital de trabajo, productividad y nivel tecnológico. Además, tienen pocas posibilidades de perdurabilidad, no solo por los aspectos antes mencionados, sino también porque sus gestores carecen de niveles altos de educación o de formación, bien sea técnica o gerencial, así como de los recursos necesarios para su desarrollo.

Un emprendedor de subsistencia se caracteriza por tener un alto grado de informalidad y tiene como meta lograr cubrir las deudas con los ingresos que son obtenidos con la unidad, por lo cual no tienen cabida para el error. En pocas palabras, se crean para suplir una necesidad económica personal y, sobre todo, a nivel familiar. Es común que este tipo de emprendimientos estén sujetos a habilidades prácticas de los emprendedores por los bajos niveles de escolaridad que los caracteriza.

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A diferencia de los emprendimientos de subsistencia, están los emprendimientos de oportunidad, cuya meta es la auto realización personal y profesional de emprendedor. Estos emprendedores normalmente cuentan con el capital económico social y cultural, tienen un grado medio o alto de formalidad, altos niveles de educación, poco vínculo con el ámbito doméstico familiar, por lo tanto, sí tienen una cabida de error importante. La mayoría de emprendimientos de oportunidad tienen un componente de innovación y tecnología.

D-¿Qué retos tiene el país en cuanto a emprendimientos de subsistencia?

D.K. - Los retos en cuanto a los emprendimientos de subsistencia son varios, teniendo en cuenta las necesidades que tienen estos emprendedores. El primero, es entender la importancia de estos emprendimientos como elemento transformador en la sociedad.

Estos emprendimientos, si se logran fortalecer, contribuyen de raíz a romper los círculos de pobreza. Desde la Fundación WWB tenemos experiencia en este tipo de emprendimientos. Hay una serie de pasos que un emprendimiento de subsistencia debe dar para lograr alcanzar un cierto nivel de formalidad y, por ende, pasar de la necesidad a la oportunidad.

De acuerdo a lo anterior, para escalar hasta ser un emprendimiento de oportunidad, una unidad de subsistencia puede subir y transformarse en una red de proveedores de productos y servicios. Por ejemplo, tener un conjunto de clientes fijos con los cuales se ha fortalecido una relación comercial. Posteriormente, se pueden convertir en negocios de acumulación media, es decir, unidades en las que se comienza un proceso de inversión a pequeña escala con el objetivo de generar un desarrollo del producto y/o servicio que se ofrece.

Finalmente, si eso resulta bien, el emprendimiento comienza a emerger y se instala en los circuitos de la formalidad. Transversalmente, en cada escala del proceso, hay una mejora considerable en la calidad de vida del emprendedor y su familia.

Otro de los retos como país, es mejorar la cobertura y la calidad de la educación para que pueda llegar a todos los niveles de la población. Como lo decía anteriormente, los emprendimientos de subsistencia están enmarcados en unas bajas tasas de escolaridad y debemos evitar que cada vez se generan más emprendimientos de subsistencia en la informalidad.

Se debe incentivar estos emprendimientos como una forma de vida y autorrealización desde la educación media, en colegios tanto públicos como privados. Es importante resaltar que a través de la investigación está demostrada la correlación entre bajos niveles educativos y altos niveles de informalidad.

Promover el emprendimiento está bien, cada vez existe mayor conciencia sobre la importancia de los emprendimientos y el rol de los emprendedores en la sociedad y su desarrollo económico. Sin embargo, el interés no debe centrarse solo en los emprendimientos de oportunidad de mayor escala y debemos lograr que el país reconozca la importancia de desarrollar iniciativas que permitan a los emprendedores escalar los emprendimientos de subsistencia a emprendimientos de oportunidad.

Un tercer reto es buscar cerrar las brechas de género que se presentan cuando una mujer decide emprender para sobrevivir. Según el último estudio del observatorio laboral de la Universidad del Rosario, las cifras dicen que la informalidad total nacional en hombres es del 45,7% y mujeres es del 49,35%. Esta brecha ocurre en la mayoría de las ciudades del país, en Cali es aún superior (51,24% mujeres).

Finalmente, un reto importante es la inclusión financiera, porque convierte a los emprendedores en usuarios del sistema formal y desincentiva las cadenas de créditos informales, las cuales no solo generan altísimas tasas, sino también temas de seguridad importantes.

Se debe hacer de manera responsable con una buena dosis de educación financiera, donde las personas conozcan sus finanzas familiares, las de su negocio, sus costos y ahí generar mejores ingresos por una mejor organización. La educación financiera también genera mayores niveles de ahorro, que solucionan situaciones domésticas importantes como son salud y educación.

D- ¿Qué acciones lideran desde la Fundación WWB?

D.K. - La Fundación WWB Colombia es una institución sólida y autónoma que a través de la capacitación integral e investigación promueve los procesos de empoderamiento de mujeres en situación de vulnerabilidad socioeconómica a partir del desarrollo de sus capacidades personales y empresariales, para que de esta manera puedan impulsar emprendimientos exitosos que transformen de manera positiva su vida y la de sus familias.

Desde 2012 hicimos un gran análisis del árbol de problemas, y en conjunto con las mujeres diseñamos un modelo de capacitación integral que promueve estos procesos de empoderamiento. El programa de capacitación de la Fundación se llama “Yarú: Camino Integral para Emprendedoras”, principalmente para mujeres que tengan un pequeño negocio.

Todos los modelos de atención y ofertas de capacitación están basados en la andragogía y en el juego como herramienta de aprendizaje, y contienen herramientas de fácil uso y aplicación inmediata a la vida diaria. Capacita en liderazgo, emprendimiento, alfabetización digital y finanzas, con apoyo de actividades complementarias para el fortalecimiento como personas.

En la Fundación buscamos que el negocio, la persona y su familia estén bien. Para la Fundación WWB Colombia la capacitación promueve que los emprendedores tomen decisiones acertadas, avancen en el desempeño de sus negocios, en sus proyectos de vida personal y en sus relaciones familiares. En línea con lo anterior, desarrollamos el Manual “Ofelia no está sola” que contiene las acciones que las mujeres deben adelantar si sus derechos están siendo vulnerados por cualquier tipo de violencia. Buscamos que sea una herramienta que nos permita tratar el tema de violencia en contra de las mujeres.

El 85% de los emprendimientos que atiende la Fundación son liderados por mujeres, pues reconocemos la rentabilidad social que implica invertir en este sector de la población. Está demostrado que las mujeres, cuando tienen mayores ingresos, invierten hasta tres veces más que los hombres en salud y educación para su familia y hogar. Sin embargo, el aporte de los hombres en las aulas de clase también es muy valioso al presentar una visión diferente. Queremos ser incluyentes y creemos en la equidad de género.

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Por otro lado, basada en la experiencia de más de 30 años como entidad microfinanciera, la Fundación WWB Colombia desarrolló dos ofertas de educación financiera: el curso “Manejo exitoso del dinero”, taller de educación financiera y la aplicación móvil AppMIGA. Estas dos ofertas buscan que los colombianos puedan, a través de contenidos y herramientas lúdicas, tener un mejor manejo del dinero, calcular su capacidad de ahorro y endeudamiento, y así tomar decisiones financieras acertadas.

Creamos también el programa de radio "Mujeres que inspiran mujeres", queríamos llegar a más población con esta capacitación e información de interés. Al programa van los emprendedores con sus testimonios y pueden llegar así a más territorios del país.

Las redes sociales son también una de las herramientas fuertes nuestras para llegar a nuestra población objetivo. Tenemos una comunidad en Facebook que este año debe cerrar con 80 mil seguidores.

D- ¿Qué avances han visto en emprendedores que ustedes apoyan?

D.K. - En los procesos de nuestras emprendedoras y emprendedores, se evidencia fortalecimiento de autoestima y liderazgo, aumento de productividad en los negocios, digitalización de los negocios para aumentar la competitividad, desarrollo empresarial de los negocios a través de conocimientos en educación financiera, estabilidad socioeconómica en las familias de los emprendedores y, finalmente, empoderamiento de mujeres emprendedoras.

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