La redacción de Dinero, recibió una carta por parte de la sociedad O´Hara Administration y otros accionistas de Pacific E. & P. que representan más del 40% de los accionistas minoritarios, exponiendo cada uno de sus argumentos frente a las manifestaciones de Miguel de la Campa en la entrevista publicada en la edición 492 de la Revista Dinero y su portal web, titulada "Acá todos perdemos: dice fundador de Pacific a los accionistas".
En la entrevista, de la Campa explicó distintos puntos frente a la reestructuración de la compañía y el mensaje para los inversionistas se centró en la pérdida de las acciones. Aseguró que el riesgo que se corre al invertir en una empresa por primera vez, es el peligro de perder. “Lo que queremos es que sobreviva la empresa con sus trabajadores y contratistas. Lo que no queremos es que vengan señores como los de O’hara, que en el pasado bloquearon un negocio que estaba ya hecho a US$6,50 –hoy la acción está en 50 centavos de dólar– y ahora quieran reclamar derechos de minoritarios”, recalcó.
De la Campa aseguró que no recibió ningún beneficio de US$150 millones, argumentando que los golden parachutes se pierden para todos los empleados de la compañía. “Ni Serafino ni yo recibimos un centavo por esta operación. Hemos perdido todas nuestras acciones y opciones, que en mi caso sumaban unos 10 millones de acciones. Todo lo que se habla es mentira, no hay nada escondido, aquí todo estaba declarado”, agregó.
Además ante posibles rumores de demanda en su contra, de la Campa aseguró que defenderá su honor, recalcando que siempre han ido con la verdad.
Respuesta de la sociedad O´Hara Administration
En la carta de la sociedad O´Hara Administration, desmienten algunas de las declaraciones hechas por Miguel de la Campa, señalando que es totalmente falsa la afirmación “todos perdimos”. Allí argumentan que efectivamente el plan de reestructuración de Catalyst contempla la entrega del 10% del capital de la compañía, una vez sea restructurada, al “Management” o Gerencia de la cual hacen parte los señores De La Campa e Iacono.
Ante esto, O´Hara Administration solicita que De la Campa aclarare si es cierto o no que Catalyst tiene el mencionado plan de compensación a la gerencia de la empresa con un porcentaje del 10% del capital de la nueva composición de Pacific E. & P. y si los señores Iacono y De La Campa no son parte de ese plan de compensación.
Frente a las afirmaciones “aquí todos perdemos” y “lo siento muchísimo, pero Serafino Iacono y yo también estamos en la misma situación”, la carta expone que no es cierto. El argumento radica en que los diferentes ejemplos de reestructuración de compañías a nivel mundial, los administradores o gerentes que conllevaron a la debacle de las compañías son reemplazados bajo el plan de reestructuración. La Gerencia Pacific E. & P. es la responsable de velar tanto por los bonistas, como por los proveedores y accionistas.
Otro de los puntos tratados en la carta, es que la gerencia debe recordar que el alto endeudamiento de la compañía es su responsabilidad absoluta. Los señores de la Campa e Iacono fueron los que hicieron que Pacific E. & P. incurriera en US$5 billones en deuda. Sus accionistas no tuvieron nada que ver con esas decisiones. Los señores Iacono y de la Campa llevan casi dos años vendiendo activos para pagar deuda de Pacific E. & P., como ha sido anunciado a todos los accionistas en las diferentes conferencias trimestrales.
Ante esto la carta dice que lo mínimo que se les debe exigir es su “renuncia inmediata, ya que quedó demostrada su incapacidad para administrar una compañía de la envergadura de Pacific E. & P.”. Es indispensable que pase lo que pase con la reestructuración, se nombren nuevos directivos hábiles para afrontar la situación económica de la empresa y proteger a los accionistas, proveedores, empleados y acreedores, bajo los términos legales, agregan en el comunicado.
Según ellos, los señores Iacono y de la Campa quieren hacer ver que el estado de insolvencia de Pacific E. & P. es una situación aislada, causada únicamente por la baja de los precios del petróleo, cuando en realidad es una de las más de cinco quiebras en las cuales los señores Iacono, de la Campa y el señor Peter Volk (hoy abogado de Pacific E. & P. y la persona clave que llevó el proceso de quiebra) han estado involucrados.
Adicionan que los señores Iacono, de la Campa y Volk fueron demandados por las pérdidas que sufrieron los inversionistas. Las compañías terminaron 5 totalmente liquidadas. Para ellos resulta indispensable traer a colación que tanto los señores Iacono y de la Campa, como el señor Peter Volk (persona clave en la selección de Catalyst), han sido acusados en el pasado por los reguladores de Canadá por ocultar información relevante al mercado, que es exactamente lo que está pasando hoy con Pacific E. & P. Lo anterior, con el agravante de que ellos ocultaron la profundidad del problema financiero de Pacific E. & P. que trajo la pérdida del patrimonio de los accionistas y compensación para Iacono, De La Campa y El Sr. Peter Volk1 .
En cuanto al comentario “a mí no me va a desprestigiar un grupo de venezolanos”, se le debe recordar al señor De La Campa que tanto él como algunos inversionistas de O’hara son venezolanos según la carta. El escrito dice que la diferencia es que el Grupo O’Hara invirtió legalmente en una compañía colombiana y confió en que el señor De La Campa y los demás presidentes lideraran adecuadamente a Pacific E. & P. En cambio el señor De la Campa (que también es un extranjero venezolano muy bien recibido en Colombia), lo que hizo fue tomar los recursos de los accionistas, tanto colombianos como extranjeros, malgastándolos en inversiones altamente cuestionables que conllevaron directamente la situación financiera actual de la compañía y a la liquidación de todos los accionistas, agrega.
Finalmente, O‘Hara afirma que la conducta de estos administradores está siendo hoy investigada por la Superintendencia Financiera de Colombia y se espera que en un tiempo oportuno culmine la investigación para que no se materialice la pérdida del valor del equity de los accionistas colombianos y extranjeros que de buena fe creyeron en la confiabilidad de la información emitida por Pacific E. & P. y en la rectitud de sus administradores.