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El mismo tipo de cambio de uso que también han logrado con equipos y maquinaria de construcción, que unas veces están en minería y luego están en otros proyectos. | Foto: Bloomberg

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Mejor rentar que ser dueño de maquinaria

Rentar da flexibilidad y permite reasignar recursos en la economía así como permite a las empresas enfrentar momentos de incertidumbre en una coyuntura como la actual. Sin embargo, las empresas que lo ofrecen son afectadas por el impuesto a la riqueza.

22 de julio de 2015

El arrendamiento de bienes como vehículos, equipos de transporte, u otro tipo de bienes como maquinaria y equipo para uso empresarial y corporativo sigue siendo relativamente pequeño en el país según Alejandro Trujillo, quien pertenece a Asorenting y dirige a Rentandes. Uno de los negocios que no han podido realizar las empresas que se dedican al negocio es el proveer los buses del sistema de transporte masivo como Transmilenio en Bogotá pues la figura de leasing existe en las normas del mismo pero no para renting.

Las empresas de renting lo que hacen es utilizar su economía de escala para conseguir equipos a precio mayorista, cobrar un cargo de arrendamiento y satisfacer con servicio otros aspectos como el mantenimiento, la revisión, reparación y mejora de los equipos rentados a los clientes.

Incluso, en los contratos se especifica que la empresa de renting puede por voluntad propia renovar los equipos del cliente cuando precisamente evalúa que los costos asociados al servicio van a ser elevados por desgaste de los mismos. En esos casos un equipo nuevo es más beneficioso para ambas partes.

Después del fuerte crecimiento del sector minero-energético, de tener que ampliar la capacidad productiva y de transporte del petróleo, Trujillo señala el renting se adpata al nuevo escenario y facilita a las empresas alrededor del mismo también hacerlo. “Hubo mucha inversión y necesidades de equipos en mineria. La verdad quien tuviera la prudencia de saber que era algo temporal y que en un momento se iba a reducir, le ayudó haber hecho renting y no ser propietario”.

Agrega para resaltar el beneficio de la flexibilidad que puede generar, que “en renting no nos involucramos con equipos especializados, tipo camiones remolque. Al contrario nos metemos en cabezotes que son buenos para transportar petróleo, gráneles, o cualquier otro artículo de comercio exterior. En este momento vemos una trasformación en las grandes flotas, algunas que estaban en petróleo ahora transportando alimentos”.

Es el mismo tipo de cambio de uso que también han logrado con equipos y maquinaria de construcción, que unas veces están en minería y luego están en otros proyectos. “Esa elasticidad hace que el conocimiento sea la habilidad de conocer mercados para decir a quien le sobran y a quien le faltan equipos”.

Esto también explica la lenta evolución del renting. Las empresas no siempre pueden hacer renting en maquinaria textil, inyectores de plásticos, de tecnología, en telecomunicaciones etc, pues tendría que tener un nivel muy profundo de conocimiento y de especialización en cada uno. Tendrían que conocer clientes, proveedores y especificaciones de mantenimiento que toman tiempo o que solo en casos excepcionales logran desarrollarse.

Eso no quiere decir que al momento de prestar el servicio de renting, las empresas no atiendan necesidades puntuales y a la medida del cliente. Algunos vehículos por ejemplo deben estar conectados satelitalmente o tener ciertos atributos de capacidad o seguridad.

En la actualidad el monto de bienes en renting puede llegar a casi $1.5 billones, y apenas representa el 1% de los vehículos que en un año se venden. Esto contrasta fuertemente con Europa o Estados Unidos donde estaría entre el 10% y 20% de los vehículos vendidos al año.

Uno de los aspectos que más preocupa al sector, en palabras de Trujillo es que“el Estados debería comprender que cuando una firma de renting está invirtiendo en equipos y maquinaria para aumentar la productividad del país, debería tener un beneficio y no un castigo, que es lo que ocurre con el impuesto a la riqueza. Allí se genera un sesgo anti-inversión y anti-riesgo”. Similarmente, señala que les afecta la muchísima informalidad que existe pues individuos que tienen maquinaria, equipos de transporte o vehículos suelen alquilarlos informalmente.

Trujillo termina por señalar que el renting tiene múltiples bondades frente a ser dueño. Dice que las empresas de renting lo que hacen es administrar activos y las empresas no requieren cupos ni consumo de crédito. Las empresas de renting son administradores de equipos y dan acompañamiento para señalar cuando accidentalidad, consumo o desgaste señalan que los equipos están siendo gestionados mal. En esos casos los operarios requieren re-capacitación, apoyo o ser remplazados. También resalta como las empresas que son sus proveedores les prestan mayor atención y saben que tendrán un mayor nivel de exigencia tanto en repuestos como en calidad del mantenimiento, lo que redunda en beneficio de los clientes.