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CONGRESO

Copialina política

La semana pasada el Congreso dio nuevamente de qué hablar. No por los brillantes aportes al país, sino por el plagio cometido por unos parlamentarios.

8 de noviembre de 2014

La semana pasada el Congreso dio nuevamente de qué hablar. No por los brillantes aportes al país, sino porque unos parlamentarios plagiaron un texto del portal ‘El Rincón del vago’. En el proyecto de ley 082 de 2014, que curiosamente propone un código de ética para la carrera de relaciones internacionales, copiaron textualmente y sin citar de manera apropiada apartes de esta página y de otras dos. El proyecto firmado, entre otros, por el senador del Partido Conservador Juan Diego Gómez, recuerda otros casos de políticos que si estuvieran aún en el colegio, terminarían en la esquina por copietas.

Sin comillas
En 2013 el exsenador del antiguo PIN, Édgar Espíndola, plagió en un proyecto de ley que pretendía reformar el código penitenciario, un estudio realizado por la Universidad de los Andes con el Ministerio de Justicia. La copia fue casi literal y no tenía ninguna cita sobre los verdaderos autores.

‘Copy-paste’

El exrepresentante Augusto Posada del Partido de la U presentó en 2011 un proyecto que proponía crear la Dirección Nacional de Prevención de Adicciones y copió información, según El Tiempo, del portal web Monografías.com, de un instituto de España y de la corporación Nuevos Rumbos.

¡La culpa es de otro!

En 2012 el senador Juan Carlos Vélez del Partido de la U copió, sin citar, artículos del diario El Espectador y de SEMANA para un proyecto de acto legislativo que buscaba crear un congreso juvenil. Aunque el congresista responsabilizó a su asesor del bochornoso incidente, se excusó públicamente y retiró el proyecto.