Descubierto 33 años después

Un perro entrenado de la Policía se convirtió en el personaje de la semana pasada en Alabama. En un recorrido normal por algunas calles de Tuscaloosa, el animal se detuvo y empezó a oler insistentemente los alrededores de una casa. El lugar resultó ser el hogar de Etan Patz, un niño de 6 años que desapareció en 1979 mientras iba a tomar su ruta escolar. Treinta y tres años pasaron sin que se supiera nada del menor y el perro descubrió que su cadáver estaba justo allí. El caso abrió un debate sobre el tiempo que puede pasar para que el olor humano deje de ser detectado por un perro decenas de años después. La conclusión es que se debe tener la raza adecuada, como beagle, bloodhound, pastor alemán y retriever, junto con un entrenamiento muy especial.