El gobierno en el aire

Belisario Betancur no llevaba más de un año como presidente cuando su imagen empezó a resquebrajarse. El hombre de Amagá había arrancado con el ímpetu de un todoterreno: quería firmar la paz con las guerrillas, y su programa de vivienda sin cuota inicial era todo un cañonazo en un país sin grandes políticas sociales. Pero pronto perdió su resplandor, y su gobierno empezó a mecerse en el aire. En una portada del 1 de marzo de 1983, SEMANA retrató este mal momento y vaticinó la seguidilla de crisis que se vendrían y minarían la gobernabilidad del político conservador. El proceso con los alzados en armas fue importante, sobre todo los acuerdos con las Farc, el M-19 y el EPL, que decretaron un cese bilateral al fuego en 1984. Pero la paz de Betancur tenía enemigos. Mientras los guerrilleros desconfiaban del mandatario, muchos políticos y empresarios lo acusaban de ceder demasiado. En 1985, en un operativo financiado por el narcotráfico, el M-19 se tomó el Palacio de Justicia. No solo buscaban presionar a las altas cortes para que no aprobaran la ley de extradición, sino hacerle un juicio político al presidente. El gobierno del antioqueño pasó a la historia con luces y sombras.