Las piezas del espíritu

El humano no las puede ver y, a la vez, son tan esenciales para su existencia que sin ellas no sería muy distinto a las piedras o las plantas. En esta imagen, una neurona recibe mediante estímulos eléctricos instrucciones de lo que debe hacer. Está ubicada en el hipocampo, la parte del cerebro esencial para la memoria y la navegación espacial. Su autor es el neurocientífico Kieran Boyle, de la Universidad de Glasgow, en Escocia, que debió magnificar 63 veces el tamaño para hacerla visible al ojo humano. Por este trabajo, recibió la semana pasada el premio de la edición 39 del Nikkon Small World, un concurso internacional dedicado a la fotografía microscópica, en la que participaron más de 2.000 fotos de 80 países.