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RUSSELL SE CONFIESA

7 de mayo de 1984

El norteamericano Robert Henry Russell, cuya cuenta bancaria en Suiza fue utilizada en una de las principales etapas del robo de los 13.5 millones de dólares, después de negarse durante varios días a responder preguntas de cualquier medio de información colombiano, a la medianoche del domingo accedió finalmente a conceder una entrevista telefónica a SEMANA. Este es su contenido:
SEMANA: Señor Russell, hace algunas semanas usted había manifestado que su único contacto en relación con la transacción de los 13.5 millones de dólares había sido un coronel Lara. Sin embargo, en Colombia se ha podido establecer que usted ha hablado por teléfono en varias ocasiones con el señor Roberto Soto. ¿Reconoce usted este nombre?
RUSSELL: Sí, pero mis conversaciones con el señor Soto no tienen que ver con el asunto de los 13.5 millones de dólares, sino con otro negocio.
S.: ¿Con qué negocio, nos podría decir?
R.: Normalmente no cuento estas cosas porque son asuntos privados, pero ante el enredo que se está creando, yo creo que lo mejor es dejar las cosas claras: yo soy un hombre que se dedica a grandes negocios internacionales, muchos de ellos de financiación. Represento grandes capitales árabes. Un día se me presentó un intermediario del señor Soto y me manifestó que Colombia requería un crédito de 80 millones de dólares. Quería que yo chequeara con alguno de mis amigos del Medio Oriente a ver si por ese lado se podía conseguir ese dinero. Así lo hice e inclusive estábamos llegando a una fórmula que permitía la financiación a seis años de esos 80 millones de dólares.
S.: ¿Ese préstamo era para el gobierno colombiano?
R.: No puedo especificarle si era para el gobierno.
S.: Usted dice que un intermediario de Soto se le presentó para este negocio. Entonces ¿usted nunca conoció a Soto personalmente? R.: No puedo responderle esa pregunta.
S.: ¿Pero sabe usted que Soto está acusado de ser el cerebro del robo de los 13.5 millones de dólares?
R.: Para mí es increíble lo que está sucédiendo. Están tratando de vincular a Soto a éste caso, cuando yo lo he conocido por un negocio completamente diferente. En mi opinión todo esto se lo han inventado solamente porque hemos hablado por teléfono y me parece que le han hecho un montaje. Si no me creen, porque no hablan con la secretaria de Soto que se llama Brigitte o un nombre parecido que creo que es escandinavo. Yo he hablado con ella muchas veces y ella en sus archivos tiene que tener los télex que nos hemos enviado de un lado al otro en relación con el negocio de los 80 millones de dólares. No es sino que vean el contenido y las fechas para que todo se aclare. Si no les muestro los mios, que yo también tengo copias. ¿Usted cree que si Soto y yo fueramos cómplices en un robo de 13.5 millones de dólares estaríamos hablando por teléfono desde mi casa?.
S.: Las autoridades colombianas aseguran que usted y Soto hablaron 34 veces por teléfono; incluso, dicen que ustedes conversaron después de que usted fue vinculado públicamente al caso. ¿Es eso exacto?
R.: No. Eso es mentira. Yo habré hablado con él unas 10 veces, el año pasado.
S.: ¿Las autoridades norteamericanas lo han interrogado a usted sobre este caso?
R.: Sí. El FBI me interrogó hace una semana y entre otras cosas me preguntaron si conocía a Soto a lo cual le contesté lo mismo que le estoy contestando a usted. Y dígame una cosa, ¿qué es lo que dicen de mí allá en Colombia?
S.: La verdad es que aquí todo el mundo lo considera cómplice del robo y no le creen mucho su historia del coronel Lara y la compra de armas.
R.: Quiero aclarar algunos aspectos. En primer lugar, yo me metí en un negocio a nombre del gobierno colombiano, estableciendo dos condiciones: en primer lugar exigí que los dineros debían venir del banco central (Banco de la República); en segundo lugar, especifiqué que era necesario que esos recursos fueran aprobados por el US Federal Reserve para que quedara claro que era dinero limpio. Los dos requisitos se cumplieron. Yo me gané un dinero como comisionista, lo registré en mis libros y lo declaré para pago de impuestos al gobierno federal. Otra cuestión que quiero aclarar es la razón por la cual el gobierno colombiano obtuvo información sobre mi cuenta en el Hapoalim en Zurich: no fue por orden de ningún gobierno o banco, sino por instrucciones mías que tan pronto supe que había una investigación, ordené que le suministraran a las autoridades colombianas toda la información.
S.: Entonces, según usted, ¿qué pasó con los 13.5 millones de dólares?
R.: Por la naturaleza de mis negocios, no puedo contestarle eso en forma específica, pero le voy a decir dos cosas: en mi opinión no se los han robado. La persona con quien yo hice el negocio originalmente me dio una explicación, que hasta el día de hoy creo, sobre lo que se iba a hacer con esa plata. En este negocio uno sabe lo que es verdad y lo que es mentira.
S.: De todos modos, aquí nadie parece creer su versión.
R.: Todo este asunto me ha creado a mí unos perjuicios inmensos, porque el gobierno colombiano ha logrado que bloqueen todas mis cuentas en Suiza. Ningún colombiano querrá hacer negocios conmigo en el futuro, gracias a esta historia. Por qué no me averiguan ustedes si yo puedo tomar un avión e irme a Colombia a testificar de una vez por todas. Si hay una garantía de que no me arresten, yo creo que eso es lo mejor para todos y no téngo ningún inconveniente en hacerlo.--