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Todo en exceso es malo

Natasha Harris, una neozelandesa de 30 años, murió de un ataque cardiaco en febrero de 2010.

21 de abril de 2012

Natasha Harris, una neozelandesa de 30 años, murió de un ataque cardiaco en febrero de 2010. Un patólogo indicó que el consumo de Coca-Cola fue un factor determinante en la muerte de la joven, por lo que las críticas a la compañía no se hicieron esperar. Sin embargo, pronto se supo que la mujer bebía descomunales diez litros de la gaseosa al día, fumaba 30 cigarrillos diarios, comía poco y además vomitaba seis veces a la semana, sin buscar nunca atención médica. Con un estilo de vida semejante, a nadie sorprende que el cuerpo colapsara, menos a su novio, Chris Hodgkinson, que dijo: “Es solo una bebida, como el agua. Nunca pensé que una gaseosa la fuera a matar”.