"A Bogotá le tenemos que poner condón"

SEMANA: ¿Por qué la capital necesita un nuevo Código de Policía?

DAVID LUNA: El vigente está totalmente desactualizado y la ciudad cuenta con nuevos elementos, como Transmilenio, las ciclorrutas, las alamedas, las bibliotecas, que merecen tener regulación. Un nuevo código permitirá que la convivencia sea mucho más fácil y la regulación esté acorde con los grandes cambios que ha vivido la ciudad.

SEMANA: ¿Y qué tiene que ver el condón en este nuevo Código?

D.L.: A Bogotá le tenemos que poner condón. Hay más de 5.000 casos de sida que ya han producido 3.200 muertos, entre ellos 100 menores de edad, y ni qué hablar de las 530 niñas embarazadas, entre los 10 y 14 años, y las 20.000, entre los 15 y 19.

SEMANA: Pero qué es lo que pretenden, ¿obligar a la gente a usarlo?

D.L.: Por ningún motivo pretendemos regular el sexo de los bogotanos. Lo único que buscamos es atajar un problema de salubridad pública. Estamos promocionando la prevención para que los bogotanos le pierdan el miedo a pedir y usar el condón.

SEMANA:¿Pero no atenta esto contra el tan mentado libre desarrollo de la personalidad?

D.L.: Le reitero que no trato de regular sino de proteger, es una invitación a utilizar un eficaz método que puede salvar muchas vidas.

SEMANA: ¿Y cómo van a lograr esto??

D.L.: La idea es instalar dispensadores de condones en la mayor cantidad de sitios públicos, que se pueda incentivar al sector privado a que lo haga en sus espacios. Sería bueno que hubiera en las discotecas, en las universidades, en las droguerías, en los colegios?

SEMANA: ¿Y qué piensa la Iglesia de todo esto?

D.L.: Respeto profundamente la posición de la Iglesia de no acompañar las campañas que promocionan los métodos anticonceptivos, simplemente no la puedo compartir porque creo que el condón dejó de ser un problema de moral y se convirtió en uno de supervivencia.

SEMANA: ¿Usted cree que el Concejo le jala a esta propuesta tan íntima?

D.L.: Eso espero, por lo pronto mi responsabilidad es hacerles entender que sin condón ni pío.