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En 2016, Ashley Graham ha aparecido en la portada de la ‘Swimsuit Edition’, en las pasarelas del Fashion Week de Nueva York y ha firmado varios contratos publicitarios con marcas como Forever 21.

TENDENCIA

Se caen los estereotipos femeninos

Ashley Graham ratifica que las mujeres de talla grande se han ganado un lugar en el modelaje. Salió en la portada de ‘Sports Illustrated’ y dejó huella en la Fashion Week de Nueva York.

20 de febrero de 2016

Los estrechos estereotipos del siglo XX tambalean. Sports Illustrated presenta en la portada de su icónica Swimsuit Edition a Ashley Graham, la modelo de talla 44 que tiene hablando al mundo entero. Y el Calendario Pirelli, reservado históricamente a cuerpos esculturales, tomó una ruta distinta en su nueva edición y dio carta blanca a la fotógrafa Annie Leibovitz, quien optó por retratar  atletas y comediantes acuerpadas como Serena Williams y Amy Schumer. Antes que la vergüenza, el nuevo foco de la moda ilumina a la mujer plus size desde su aceptación y su gloria.

En la Fashion Week de Nueva York, que tuvo lugar en la Gran Manzana, hubo una colección de ropa interior para mujeres de peso. Ashley Graham mostró con desparpajo sus  diseños y sus curvas porque el fenómeno llegó para quedarse. Cuando ataca la pasarela deslumbra y cuando posa para la lente impresiona. Graham, orgullosa, asume un rol activista y se queja de que rotulen el fenómeno como uno de “mujeres de verdad”. No quiere caer en el eterno juicio sobre qué es lo aceptado, lo de moda y lo que vende. Acertadamente asegura que todas las mujeres son de verdad y, precisamente por eso, debe haber espacio para todas en el escaparate. Ella es la primera mujer de talla grande en aparecer en la portada en los 52 años de la publicación y no desentona en absoluto. La Swimsuit Edition sigue apelando al deseo masculino, pero en ese proceso educa al más básico de los hombres sobre los nuevos cánones de belleza. De talla 20 o de talla 44, la mujer hermosa irradia desde su cuerpo y su actitud.

El fenómeno también se traduce en dinero. Solo en las últimas semanas Graham ha firmado múltiples y notorios contratos. Hará parte de campañas para marcas como NYDJ, Forever 21 y Layne Bryan, cuya campaña plantea que ‘Este cuerpo está hecho para ser revelado’. Por eso, quizás todo obedezca a una estrategia de marketing o a una moda pasajera de goodwill empresarial. Sea cual sea el caso, este punto marca el nacimiento de una nueva era. Para Sandra Catalina Guzmán, productora de moda, el fenómeno responde a que la mujer se identifica ahora con su parte espiritual y su autoreconocimiento. Guzmán añade que “La época ya no hace eco a la silueta 90-60-90 y busca para dónde ir.

El ascenso de las modelos ‘plus size’ también responde a lo insano de la delgadez extrema, un fenómeno que evitaba que las mujereres fueran ellas mismas”. La analista de moda Stacy Cox afirmó por su parte a The  Huffington Post que vendrán muchas más pasarelas dedicadas a las modelos de tallas grandes en los futuros eventos de moda. El mercado responde ahora a dinámicas distintas, en las cuales cada tipo de mujer mira a su ideal propio, y entre más inclusivas sean las marcas en sus estrategias, más mercado captarán. Cox concluye que las mujeres dicen con sus actos “si ustedes nos toman en cuenta, los tendremos en cuenta con nuestro dinero”.

Desde su edición de 2015, Sports Illustrated incluyó en su pauta avisos que resaltaban a las mujeres de tallas grandes, y junto a Graham modelos como Robyn Lawley mostraron sus figuras. Pero en esta edición redobla la apuesta pues no solo incluye a Graham en la portada, en sus páginas también da espacio a su colega guineana  Philomena Kwao (defensora de los derechos de las mujeres en la ONG Women for Women International) y se la juega por Nicola Griffin, de 56 años y madre de dos hijas.

Sobre la experiencia, Griffin contó que estar rodeada de decenas de modelos de la edad de sus hijas la llevó al pánico, pero que “de repente, veo que me ponen el mismo bikini dorado que a las demás. Sabían perfectamente lo que buscaban, entonces desaparecieron todos mis nervios”. Sus hijas, incrédulas en un comienzo, le hicieron saber que les parecía maravilloso.

Varias industrias han respondido al llamado de la inclusión. La muñeca más criticada del siglo pasado, Barbie, lanzó al mercado hace pocas semanas versiones altas, grandes y bajitas, que reflejan los varios tipos de belleza. La revista Time le dedicó una portada, un hecho que no debería sorprender considerando la importancia de permitirles a las mujeres, desde niñas, soñar con ser ellas mismas.