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DESNUDOS DEL AIRE LIBRE

La cruda obra del fotógrafo Spencer Tunick tiene escandalizado a Estados Unidos. Para los <BR>puritanos su trabajo no es artístico sino pornográfico.

13 de septiembre de 1999

Cuando la noche comienza a dar paso al día y las ciudades más grandes de Estados Unidos
todavía duermen el fotógrafo neoyorquino Spencer Tunick inicia su trabajo. Una calle, un semáforo, una pista
de aterrizaje, un puente o la panadería de la esquina se convierten en el escenario de un misterioso juego de
imágenes en el que personajes comunes y corrientes deciden desnudar su alma ante la curiosa lente de
Tunick. Sin importar si hace frío o calor cientos de personas acuden al llamado del artista y durante unos
instantes estos inexpertos modelos se despojan de sus atuendos para dejar al descubierto la belleza o
fealdad de sus cuerpos. En contravía con la idea publicitaria de que el cuerpo debe ser esbelto para ser
hermoso, Tunick ha retratado a miles de personas cuyo físico jamás sería incluido en una revista de modas.
"Yo no discrimino. Acepto a todas las personas sin darle importancia a su físico o a la raza. Me gustan los
cuerpos pero no de manera pornográfica sino vistos desde la perspectiva artística" , señaló el fotógrafo en
entrevista exclusiva para SEMANA.Antes de iniciar cada proyecto Tunick distribuye alrededor de 3.000
carteles en los que invita a los transeúntes a participar activamente en la creación de su obra. Los
espontáneos figurines que se le miden al reto acceden a quitarse la ropa durante un par de minutos
mientras el joven los organiza en determinada posición. "Nadie tiene porqué sentirse amenazado. No es
nada sexual. Soy un artista que combina diferentes escenas reconocibles con cuerpos desnudos que
forman figuras abstractas", agrega. Uno de sus trabajos más admirados es Maine, una espectacular fotografía
en la que 1.200 personas posaron desnudas en la pista de aterrizaje de una base militar. Este retrato fue
tomado durante una gira que Tunick y su novia, Kristin Bowler, realizaron a lo largo y ancho del país con el
fin de destacar lo más representativo de cada una de las ciudades norteamericanas.Aunque este neoyorquino
de 32 años se ha consolidado como uno de los fotógrafos artísticos más importantes de esta década su
ascenso a la cima no ha sido fácil. Su paso por el Centro Internacional de Fotografía en Nueva York le dejó un
mal sabor en la boca tras descubrir que los profesores preferían ceñirse a las viejas normas estéticas y no se
atrevían a innovar. Esta desilusión lo hizo apartarse de la academia y labrarse su propio estilo. Dicho
esfuerzo ha sido valorado por varias galerías europeas en donde sus desnudos han sido apreciados
como verdaderas obras de arte, cosa que no ocurre en algunas ciudades de Estados Unidos, en donde ha
sido calificado de inmoral. La censuraCada vez que se anuncia públicamente la producción de una
fotografía las autoridades locales se ponen en alerta para evitar que la conmoción de los desnudos cause
disturbios. En algunos casos la intervención de la policía ha sido excesiva y Tunick ha ido a parar a la cárcel.
En 1996 el fotógrafo y dos modelos fueron detenidos en Manhattan cuando la pareja posaba desnuda, bajo
una fuerte ventisca, frente a una heladería cuyo aviso decía: 'Fantasías heladas'. Un caso similar ocurrió en
1994 cuando fue encarcelado por fotografiar a una modelo que posaba en la copa de un árbol de Navidad en el
Rockefeller Center. Aunque en los dos casos los cargos fueron retirados lo cierto es que Tunick se ha ganado
el odio de varios sectores de la sociedad que no ven con buenos ojos sus osados trabajos. Uno de ellos es
el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien ha adoptado una rígida política de intolerancia basada en
una ley local que prohíbe la realización de desnudos a menos de que estos hagan parte de una obra de teatro
o una exposición."Es como en los años 30 y 40 en Alemania cuando no se podía escribir nada
controversial por miedo a la Gestapo", asegura Tunick. Para evitar que eso suceda el fotógrafo prepara una
demanda civil contra la ciudad, a la que acusa de coartar sus derechos de libertad de expresión
consagrados en la primera enmienda de la Constitucion norteamericana.Si el veredicto de la Corte el próximo
mes de septiembre es favorable, Tunick le dará un nuevo disgusto a Giuliani ya que piensa celebrar el fallo
con una excéntrica foto en la que 5.000 cuerpos desnudos posarán frente a las instalaciones de la
Alcaldía. Así las cosas, no es de extrañar que los conservadores lo piensen dos veces antes de atacar
el trabajo del intrépido fotógrafo pues ya quedó demostrado que Tunick es un hombre de armas tomar.