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| Foto: A.F.P.

HOLLYWOOD

Brangelexit: el divorcio del siglo

Jolie anunció el fin de su relación con Pitt y desencadenó una batalla por la custodia de sus seis hijos que promete doler. El amor con hijos en Hollywood sufrió un duro golpe

24 de septiembre de 2016

El matrimonio es una institución difícil en cualquier parte y mucho más en Hollywood, un lugar en el cual los egos y las tentaciones son mayores que en el resto del planeta. Que el símbolo sexual masculino de comienzos del siglo XXI se enganchara con el símbolo sexual femenino de esa misma época de por sí sonaba arriesgado. Si a eso se le suma la tribu de niños adoptados asiáticos y africanos, junto a los biológicos, aumentó el potencial de conflicto. Tanto, que en el fondo es un milagro que hayan durado 12 años juntos.

La relación empezó con escándalo. Pitt llevaba cuatro años y medio casado con Jennifer Aniston cuando, en 2004, coprotagonizó Mr. and Mrs. Smith con Angelina Jolie. Tal como les sucedió a Richard Burton y a Elizabeth Taylor en 1963 en el rodaje de Cleopatra, en el que ella interpretaba a la reina egipcia y él a Marco Antonio, nació un romance prohibido que trascendió la pantalla. Por eso, en 2005 Aniston citó “diferencias irreconciliables” y le pidió el divorcio al galán. Jolie, quien ya se había divorciado de Jonny Lee Miller y Billy Bob Thornton, oficialmente le había ‘robado’ el marido. Así desató un escándalo que conmocionó a la comunidad cinematográfica y le dio material infinito a los tabloides.

La pareja Jolie-Pitt pasó los siguientes años viajando en jets privados, sumando hijos e hijas a su tribu multirracial y alquilando palacetes en los lugares donde algunos de los dos filmaba. Pero en los últimos días se encendían las alarmas de una relación resquebrajada. Amigos de la familia afirmaban que una brecha se había abierto entre ambos. Que sus intereses ahora eran distintos, pues mientras ella apuntaba a involucrarse más en su trabajo humanitario, él seguía cómodo actuando. Los rumores recurrentes de affaires de Pitt con la niñera, con una aeromoza francesa, con la cantante Selena Gómez y, más recientemente, con su compañera de rodaje Marion Cotillard también minaron el amor y alimentaron el desespero de Jolie. Y del otro lado, las imágenes de Angelina extremadamente delgada daban pie a rumores de anorexia y parecían confirmar que las cosas no iban por buen camino.

Hastiada, el jueves 15 de septiembre Jolie presentó los papeles de divorcio. La información estalló el martes y la pareja que marcaba una generación, dejó de existir. Las redes estallaron y más de un millón de tuits en 24 horas hicieron virales memes con la imagen de Jennifer Aniston estallando de felicidad, lo que evidenció que para mucha gente este divorcio es la consecuencia de una cuenta pendiente de Brad y de Angelina. Al cierre de esta edición Aniston no se había manifestado, aunque el tabloide NY Post aseguró que le dijo a sus amigos que “sabía que ‘Brangelina’ acabaría, e imaginaba que ella tomaría la decisión”.

Forbes estima que desde 2004, sumando sus extraordinarios sueldos, sus ingresos de publicidad (él es vocero de Cadillac y Chanel y ella de Louis Vuitton) y las propiedades que adquirieron, los Jolie-Pitt acumularon un patrimonio de 555 millones antes de impuestos. No habrá problemas de plata y no tendrán que repartirse todas sus propiedades, solo una casona de 6 millones de dólares en Nueva Orleans, una finca playera en Turquía de 7 millones de dólares y un castillo de más de 60 millones de dólares en Francia. Allá, en el nido de su amor, se casaron en agosto de 2014, tuvieron a sus gemelos y además producían un premiado vino rosé, el número 84 del mundo según el escalafón de la revista Wine Spectator.

Ni Angelina ni Brad eran novatos en el tema de unirse en sagrado matrimonio y por eso Forbes considera muy probable que hayan firmado capitulaciones. Jolie dejó en claro que no quería una compensación económica y que luchará por la custodia completa de sus tres hijos adoptados: Maddox, de Camboya, hoy de 15 años; Pax, de Vietnam, de 12; Zahara, de Etiopía, de 11; y de sus tres hijos biológicos: Shiloh, nacida en Namibia, de 10, y los gemelos franceses Vivienne y Knox, de 8 años.

La pareja venía acercándose al divorcio hace meses. Según fuentes allegadas al actor, este le pidió a su mujer que manejaran el tema “como adultos” pero logró todo lo contrario. Con su anuncio público Angelina provocó un tsunami periodístico, alborotó el avispero, y con el cuchillo entre los dientes pintó un cuadro oscuro de su marido. Lo describió dependiente de la marihuana y del whisky, incapaz de cuidar bien de sus hijos y víctima de continuos ataques de rabia. El New York Post asegura que en el Departamento de Servicios Infantiles y Familiares de Los Ángeles hay una denuncia del 14 de septiembre, el día previo a la petición de divorcio, según la cual Pitt, alcoholizado, había abusado verbalmente y agredido físicamente a uno de sus hijos. Al cierre de esta edición, Pitt había aceptado que les gritó, mas no que les pegó.

Jolie contrató a la abogada Lara Wasser, conocida en el medio como la ‘disolvedora de matrimonios’, quien ya la había asesorado en su segundo divorcio. Curiosamente, hace semanas Wasser defendió a Johnny Depp de acusaciones muy parecidas a las que hoy le endilga a Pitt. Es una abogada de gran experiencia, que juega fuerte y cobra 850 dólares por hora. Entre sus clientes cuenta a Ashton Kutcher, Heidi Klum, Maria Schriver, Britney Spears y Mariah Carey, entre otras estrellas.

La réplica de Pitt vino un día después. En su única declaración oficial, Pitt dijo a la revista People: “Esto me entristece mucho, pero ahora solo importa el bienestar de nuestros hijos. Le pido respetuosamente a la prensa darles el espacio que necesitan en este momento difícil”. Mantuvo la calma, aseguró que trataría de hacer el proceso de separación lo más fluido posible y que no quería interponerse entre Angelina y sus hijos. Pero marcó su territorio, no le entregará la custodia absoluta a Angelina y no se contentará con visitas. Quiere actuar, claro, pero también quiere ser padre para ellos. Ese desacuerdo sin duda significa más trabajo para los abogados de ambas partes, pues ese punto de discordia significará un proceso más largo.

Desde que se unieron en 2004, revistas sensacionalistas como In touch o Star Magazine dedicaron decenas de portadas a los conflictos de Pitt y Jolie, pendientes del momento de quiebre, con una incredulidad asociada a la frivolidad de los romances de Hollywood. Por más de una década parecieron desafiar esos prejuicios y construir un hogar fuerte para armar una familia. Pero al final pesó más la historia.