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LA BODA DEL AÑO

En medio de una lucha contra la multitud al fin se casaron el "Gallito" y la " Mencha" .

19 de septiembre de 1988

El cuento de hadas que había iniciado en una telenovela entre la Niña Mencha y el Gallito Ramirez tuvo su final feliz el pasado 20 de agosto a las 5:10 de la tarde en la Iglesia de La Merced en el centro de Cali.
Margarita Rosa de Francisco y Carlos Vives se casaron, en medio de una multitud que por poco obliga a la madre de la novia, Merceditas Baquero, a cancelar la boda para que se realizara al dia siguiente a escondidas del público caleño. Las margaritas que acompañaban el ramo de rosas que llevaba la Niña Mencha, llegaron a la puerta de la iglesia convertidas en palos sin flores. El velo de la novia llegó prácticamente destrozado y Margarita Rosa arribó casi treinta minutos después a la entrada de La Merced, luego de una intensa lucha contra la multitud que no la dejaba caminar. Lucha de la que no escaparon ni los padrinos de matrimonio, Amparo Grisales y Belisario González, ni Pilar Castaño, quien convenció a Merceditas para que no cancelara la boda, ni Gerardo de Francisco y su grupo de músicos del Zaguán del Viejo Conde, ni Fanny Mickey, ni la ex reina caleña Luz Karine. Fue necesaria la intervención de la policía y de los bomberos para que la Niña Mencha llegara hasta donde se encontraba su prometido Carlos Vives, y se pudiera llevar a cabo la ceremonia que repetiría las escenas que se vivieron en "Gallito Ramirez".

Ella vestida con su traje de jersey, straples de color beige ceñidos al cuerpo,con mangas postizas y tiras de canutillos de cristal, y él, vestido de paño, con su pelo largo, pantalón gris y saco negro con un ramillete de margaritas en la solapa, lo mismo que su suegro. La madre y la hermana de la novia vestidas de jersey gris con pepitas blancas, con inmensos ramilletes de margaritas en honor a Margarita.
La Niña Mencha se alisó sus característicos rizos dorados y se hizo una trenza y se colocó el regalo que más le gustó: un aderezo de perlas que le hizo su madre, en forma de azahares.
Lucia collar y aretes de lágrimas de perlas.

En la iglesia, el grupo musical del padre de la novia cantó "Adorada" y "Amarraditos los dos", de la peruana Chabuca Granda. No habia más de 80 de los 120 invitados, pero su lugar lo ocuparon cerca de 50 fotógrafos y camarógrafos de todos los medios del país.

En el Club Colombia, lugar de la recepción, cantaron Helenita Vargas, Gerardo Arellano y el padre de la novia, Gerardo de Francisco. El escultor Hernando Tejada adornó el salón con una obra que nunca había expuesto: una mujer de burdel llamada Mónica.
Los novios no fueron a dormir a ninguna parte porque pasaron la noche de largo y colorín colorado...

SEMANA cubrió gráficamente la boda del año. --