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La niña de la selva

5 de junio de 2010

Dicen que se comunicaba haciendo ruidos de animales, que caminaba encorvada y no dormía de noche, que olfateaba los alimentos y que hacía trizas la ropa. A Rochom P’ngieng la han llamado la ‘Tarzán de Camboya’ y la comparan con Mowgli, el protagonista del Libro de la selva, pues al parecer se perdió siendo muy niña en la jungla y solo regresó a la civilización casi dos décadas después. En 2007 se convirtió en noticia cuando sus padres dijeron reconocer en esa joven de apariencia salvaje a su pequeña desaparecida años atrás. Y ahora vuelve a serlo porque aparentemente no pudo acostumbrarse a su nueva vida y se habría fugado para volver a la selva. La historia de Rochom comenzó en 1989 cuando ella, de 8 años, y su hermana, se perdieron mientras arreaban búfalos. Su padre, el policía Sal Lou, la buscó desesperadamente sin éxito. Sin embargo, hace tres años le informaron que una mujer desnuda había sido atrapada mientras se comía el arroz de un granjero. Cuando la vio, Sal no lo dudó un instante: era muy parecida a su esposa y tenía una cicatriz conocida en un brazo. El caso llamó la atención de los medios y de sicólogos que reportaron que Rochom solo sonreía cuando le mostraban espejos y que era necesario vigilarla porque trataba de escaparse. Su papá buscó ayuda de monjes budistas para calmarla, e incluso trató de hacerle un exorcismo para sacarle el “espíritu de la selva”. Pero las dudas de que en realidad fuera la niña surgieron de inmediato pues no hablaba, y resultaba inverosímil que alguien de 8 años hubiera sobrevivido en medio de la manigua. Además las marcas que tenía en sus muñecas y tobillos hicieron pensar que en realidad era una joven discapacitada física y mentalmente, que había estado en cautiverio. Sus familiares aseguran que es Rochom y que posiblemente fue criada por una tribu nómada, pues testigos han dicho que cuando apareció vieron a un hombre desnudo merodeando por los alrededores. En todo caso la joven no se adaptó a su hogar y habría decidido fugarse. Según su papá la última vez que alguien la vio iba rumbo a la selva.