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LOS "TRABAJADICTOS"

Muchos famosos de Colombia y el mundo presentan sus síntomas

25 de febrero de 1985

En inglés les dicen "workaholics". Lo que en español traduce algo así como "trabajadictos" que, como su nombre lo indica, son aquellas personas que sencillamente no pueden dejar de trabajar, no importa lo cansadas, lo viejas o lo ricas que estén. La primera en hablar de esta enfermedad --injustamente excluida de los tomos de la siquiatría contemporánea--fue Marilyn Machlowitz, cuyo libro "Workaholics" se vendió como pan caliente en 1980, escandalizando a la opinión pública con insinuaciones tales como que en el fondo de cada "trabajadicto" se esconde una gran inseguridad personal ... o un cierto tipo de neurosis.
Cierto o no, muchas de las personalidades más famosas del mundo presentan los síntomas clásicos de un "trabajadicto", aunque las causas de tan desmedida afición no siempre son atribuibles a la inseguridad. Hay de todo, desde simple amor por el trabajo hasta amor por el dinero, por la fama o por el poder.
Uno de los que sencillamente ama trabajar es el escritor Isaac Asimov, de 64 años, autor de 300 libros; Asimov sufre ataques de ansiedad cada vez que se ausenta de su escritorio durante más de tres horas. El compositor Andrew Lloyd Weber (Evita, Cats), de 36 años, confiesa que para él el trabajo "es vital. Si no pudiera trabajar, tampoco podría hacer lo demás". Otros simplemente confiesan que trabajan por dinero, no importa cuán ricos sean. A este tipo perteneció en su época de oro Mohamed Ali, para quien el clinch del dinero fue siempre elemento fundamental de su profesión.
Pero ser un "trabajadicto" tiene sus riesgos. A Jane Fonda, por ejemplo, por poco le representa la vida. Con 47 años cumplidos, la Fonda es el clásico ejemplo de quien no puede dejar de trabajar: primero vivió unos meses muy agitados haciendo campaña para el Partido Democrata, luego viajó al Canadá para filmar Agnes of Cod, e inmediatamente después regresó a los EEUU para promover su nuevo libro de ejercicios. Y habría seguido trabajando al mismo ritmo si un infarto cardíaco no le hubiera advertido sobre el peligro de abusar.
Pero el exceso de trabajo también puede salvar vidas, como en el caso de Margaret Thatcher. Hace poco explotó una bomba en las cercanías de su habitación de un hotel en el que estaba hospedada. Lo lógico era que a las 2:45 de la madrugada ella estuviera cómodamente empacada entre su cama, lo que seguramente le habría costado la vida. Pero no, Margaret aún estaba trabajando, y gracias a ello escapó del atentado. Por eso algunos insisten en que la "Dama de Hierro" debería pertenecer más bien al Partido Laborista.
La Casa Blanca ha tenido inquilinos famosos por su amor al trabajo.
Uno de ellos fue Lyndon Johnson, que dormía tan solo cuatro horas y que preparaba su jornada de manera tan apretada que invitaba a misa a algunos de sus colaboradores, mientras a otros los citaba para después de la comida. John Kennedy llegaba hasta a trabajar en la piscina.
En Colombia, la casa de los presidentes también ha albergado "trabajadictos" reconocidos como el expresidente Lleras Restrepo y el Presidente Betancur.
Del primero, cuando era Presidente, se decía que "mientras los colombianos duermen, él se trasnocha craneando marranadas". Y esa pasión por el trabajo no le ha disminuido con el tiempo y se afirma que pasa los días enteros escribiendo para Nueva Frontera. En cuanto al Presidente Betancur, su famosa consigna del "ritmo paisa" no es otra cosa que el síntoma de una desmedida afición por el trabajo, que lo obliga, ayudado por la disciplina que recibió en el seminario durante sus épocas de estudiante, a empezar la jornada antes de que canten los gallos y a citar a sus colaboradores a desayunos que no tiene el menor inconveniente de ordenar a las seis de la mañana.
Una revista norteamericana, People, en reciente edición hizo la selección de personajes internacionales reconocidos por sus intensos horarios de trabajo. SEMANA, por su parte, hizo lo propio con figuras nacionales.
La conclusión es, como se afirma al principio, que ni la fama, ni el poder, ni la riqueza son suficientes para frenar a los "trabajadictos".
JUAN PABLO II
Sus sotanas llevan cremallera en lugar de los 32 botones tradicionales, lo que constituye una forma de ahorrar tiempo que sus predecesores habrían agradecido. Pero ello difícilmente explica cómo se las arregla Juan Pablo II para comportarse como un sagrado ciclón, comenzando su día a las 6 de la mañana y terminandolo usualmente a la media noche, luego de varias rondas de entrevistas, audiencias y visitas a parroquias locales. Pero también están sus viajes al exterior. Su Santidad viajó cerca de 96 mil kilómetros el año pasado. El Papa, 64 años, celebra la misa en el lenguaje local así sea swahili o coreano. En sus momentos libres cuida de su rebaño casero: el Pontífice recientemente encontró tiempo para celebrar el matrimonio de un colector de basuras del Vaticano.
BELISARIO BETANCUR
Aunque el "ritmo paisa" es una constante de la vida del Presidente, su rutina laboral es cada día diferente. Se levanta a las 3:30 de la mañana y entonces se dedica a leer un paquete de las noticias más importantes de provincia preparado por la Oficina de Prensa de Palacio, oye la radio y lee la prensa nacional.
De punta en blanco comienza su jornada de trabajo a las 6:30. Recibe un promedio de 275 llamadas telefónicas al día de las cuales atiende personalmente unas 60. Concede entre 5 y 6 audiencias diarias y cuando hay algún asunto urgente de gobierno puede llegar a entrevistarse con todos los Ministros del despacho en sesiones separadas. Firma entre cartas, decretos, leyes y documentos un promedio de 60 diarios y se han presentado oportunidades en que ha tenido que improvisar hasta cuatro discursos diferentes en una sola jornada. Tiene Consejo de Ministros todos los martes a las 7 de la mañana y reunión del CONPES los viernes a la misma hora. Realiza con cada uno de los Ministros las entrevistas protocolarias (acuerdos) todas las semanas, pero procura conversar con todos telefónicamente todos los días. Los viajes son parte rutinaria de su actividad. El año pasado realizó 4 internacionales y 100 dentro del país, cubriendo miles de kilómetros en rutas aéreas. Se acuesta entre 11 y 12 de la noche y asiste con frecuencia a eventos culturales y ceremonias oficiales.
REINA ISABEL II
Ser reina, aun por un sólo día, no es ningún picnic real. Durante una ceremonia oficial a las 11 de la mañana, la monarca británica de 58 años debe permanecer sentada durante 90 minutos. En la tarde, durante una recepción, aprieta la mano de no menos de 70 de sus súbditos. En el interregno, Elizabeih gasta 3 o 4 horas en asuntos de Estado y muchas más en apariciones públicas (hizo 304 el año pasado). Durante sus tres décadas en el trono, la reina ha viajado 980 mil kilómetros y realizado 45 visitas de Estado. No es sorpresivo, entonces, que la reina haya aprendido a aplicarse el maquillaje cinco minutos antes de colocarse su tiara, la que a menudo se arregla mientras corre apresuradamente para cumplir el próximo compromiso.
DANIEL SAMPER0
"Cuando me levanto tarde, me levanto a las 6 de la mañana", dice Daniel Samper, 39 años, uno de los periodistas más leído del país. En sudadera, comienza desde esa hora a contestar parte de las miles de cartas que le llegan. A las 7 se desayuna y lee los periódicos, y a las 8:30 comienza en forma su trabajo periodístico que no termina antes de las 8 de la noche: columnas, editoriales, notas del día..., además de los argumentos de "Dejémonos de vainas" y un artículo mensual para la revista Diners, sin contar los cuatro artículos anuales para el World Paper. Como si lo anterior fuera poco, Samper también revisa el material de la Unidad Investigativa de El Tiempo y por lo general hace la redacción final de los informes. Dicta un promedio de 6 conferencias al año sobre periodismo y hay años en los que, como el pasado, tiene que viajar al exterior a cubrir eventos como el "Tour de Francia" y las elecciones de Israel.
Escribe incluso los sábados, y las mañanas de los domingos las utiliza para ordenar su archivo de prensa. Pero, además, tiene que sacarle tiempo al Comité de Notables de la Selección Colombia y al Comité Etico del CPB, lo mismo que a los juzgados, "a donde tengo que presentarme con más frecuencia de la que me gustaría, debido a que muchas de las denuncias que hago acaban allí".
MARGARET THACHER
En una visita oficial a Yugoslavia en 1980, la Primer Ministro británica atravesó una playa llena de turistas. "Yo no veo cómo alguien puede tomar el sol sin hacer nada". En contraste, el día de la Thatcher comienza a las 6 de la mañana e incluye una ronda de entrevistas con miembros del gabinete, sesiones parlamentarias y citas con ministros y dignatarios extranjeros. Frecuentemente a las tres de la mañana, la Thatcher, de 59 años, que se gana 49.556 dólares al año, está todavía trabajando. Y para completar su carga laboral, muchas veces la Primer Ministro es llamada para representar a su país en el exterior (realizó 9 viajes al extranjero en 1984). Sin embargo, Thatcher se muestra muy orgullosa de ser una "trabajadicta" . "Nací de esta manera. Fuí entrenada para ser de esta manera".
JUAN MARTIN CAICEDO FERRER
Generalmente despacha en su oficina en mangas de camisa y con las puertas abiertas, y realiza en promedio dos reuniones diarias, de tres horas cada una, con representantes de los 10 mil afiliados de Fenalco. Este joven caleño de 41 años identificado por muchos como el "coco" del gobierno, empieza su jornada de trabajo a las 6 a.m., y no desperdicia ni los viajes en carro a las diferentes citas del día (no es extraño verlo pasar velozmente por la carrera séptima teléfono en mano) ni los viajes en avión --un promedio de dos a la semana--, que le exigen las veinte juntas directivas de la agremiación y otras de entidades privadas, a diversas ciudades del país. De su manía de perfección no escapan ni el funcionamiento de la máquina de télex ni el de la niña de los tintos. "Pero eso sí, afirma Caicedo, hago dos cortes al año para tomar vacaciones".

CORONEL MIGUEL MAZA MARQUEZ
Comandante General del F-2, 46 años y 25 años de servicio en las Fuerzas Militares, el Coronel Maza Márquez es un trabajador compulsivo que comienza su jornada de trabajo a las 6 de la mañana y no la termina nunca antes de las 10 de la noche. Recibe un promedio de 280 llamadas diarias, una cada tres minutos. Tiene a su cargo 700 hombres, y solamente el año pasado logró la liberación de 10 secuestrados, la incautación de más de 5 mil kilos de cocaína, más de 200 armas y cerca de 300 vehículos vinculados a robos y atracos. Adelantó más de 200 operativos anti-droga, descubrió la banda de falsificadores más grande de la historia de Colombia, y desmanteló la Cárcel del Pueblo del ELN en Fontibón. Estricto pero paciente, vive con el reloj adelantado 15 minutos, y lleva más de tres años sin tomar vacaciones. Doctorado en sociología, criminología y criminalística, dicta clases en quinto año de Derecho y en postgrado de la Universidad Externado de Colombia, los sábados por la mañana.
Su historial de éxitos es tal, que hubo quienes como el columnista D'Artagnan lo postularon como uno de los hombres del año 84.
RAFAEL POVEDA ALFONSO
Con 73 años en las espaldas y 55 de ejercicio profesional, este abogado penalista que desde hace tres años se desempeña como Director General de Aduanas, es un clásico "trabajadicto". Dicta clases de derecho en el Externado de Colombia de 7 a 8 de la mañana (es profesor desde hace más de 30 años) y luego se dirige a su oficina de donde no sale generalmente antes de las 8 de la noche. Sin embargo, el año pasado, cuando tuvo que trabajar febrilmente en la redacción de la nueva legislación aduanera, no era raro encontrarlo en sus oficinas a la medianoche. Recibe una llamada telefónica cada cuatro minutos "para darme quejas, informarme sobre contrabandos o sobre la conducta de mis empleados" (3.700 funcionarios dependen de él). Poveda afirma que ha implantado una política de puertas abiertas, lo que lo ha convertido en uno de los hombres más accesibles de la administración pública, con todas las secuelas laborales que eso implica, además de las lagarterías: "muchos vienen a pedirme puestos, a pesar de que todos los viernes, dedico una hora de mi tiempo a atender este tipo de solicitudes, porque comprendo que la gente necesita trabajar". En su récord del año pasado figuran contrabandos incautados por más de 10 mil millones de pesos, actividades que lo obligaron a realizar un promedio de dos viajes mensuales a diferentes ciudades del país. Hace dos años no toma vacaciones, "pero eso sí, dice, saco tiempo después de cada jornada laboral, para jugar una hora de ping-pong".
JULIO IGLESIAS
Desde que se embarcó en carrera hace 27 años, el cantante español de 41 años ha vendido más de 6 millones de discos en seis idiomas, amasado 350 discos de platino y 965 de oro, aparecido en más de 850 shows de TV en 69 países a dado más de 2.200 conciertos en vivo. Posee una mansión en una isla de Miami, propiedades en Tahití, Mallorca y Madrid. Pero Iglesias también se encuentra en casa cuando viaja en su jet privado. La destinación es generalmente un clima cálido: fanático en cuanto a conservar su bronceado, Iglesias trata de escoger su programa de presentaciones con un ojo sobre los pronósticos del tiempo.
FANNY MYKEY
"Aunque me acueste a las cinco de la mañana abro el ojo a las siete", dice Fanny Mikey. A esa hora, mientras lee los periódicos y se toma un tinto, se las arregla para "pescar" telefónicamente, hasta las ocho de la mañana, a las personas que ella sabe que le colaboran con el teatro. De 8 a 9 hace gimnasia desde las 9:30 despacha en su oficina hasta la 1:30. De 2 a 6 ensaya la obra de la temporada y luego va a su casa para ver una hora a su hijo, antes de regresar al Teatro Nacional para la actuación de la noche. Realiza presentaciones fuera de Bogotá un promedio de dos veces al mes, pero hay meses de mucho más ajetreo, como noviembre del año pasado, cuando realizó 15 presentaciones en 12 ciudades distintas. "Encima de todo, dice Fanny, tengo tiempo para el amor".
JOHN McENROE
Puede que "el niño malo" del tennis no siempre gane amigos, pero el año pasado ganó 1.999.109 dólares. Y eso no incluyó las ganancias derivadas de exhibiciones y comerciales. Para ser justos, McEnroe trabaja duro por su dinero: jugó en 14 torneos mundiales, practicó por lo menos dos horas diarias y duró 11 meses en el circuito. Pero su ritmo de trabajo fue recomenzado a finales del año, cuando conquistó el Grand Prix de Volvo con una bolsa de 600 mil dólares y le fue entregado el premio ATP como el mejor jugador del año. ¿Cómo logra, entonces, el gran Mc, tomar unas vacaciones? Portándose mal, desde luego. Por haber peleado con su oponente en el abierto de Estocolmo, John recibió una suspensión de 21 días.
GABRIEL OCHOA URIBE
El legendario técnico del América y ahora técnico de la Selección Colombia, se levanta todos los días a las 6 de la mañana y no pierde misa de 7. Entrena durante las mañanas de 9:30 a 12:30 y por las tardes de 2:30 a 6:30. Realiza las mismas rutinas de ejercicios y juego de los futbolistas. El técnico de 57 años jugó el año pasado 61 partidos y realizó más de 30 viajes fuera de Cali a otras ciudades del país y dos al exterior para los juegos internacionales del Brasil y la Argentina. Dedica parte de las horas de la noche a observar videos de los partidos que han jugado los diferentes equipos que van a enfrentar al América y se afirma que puede llegar a repetir un video más de 8 veces. "Es aquí donde reside el secreto que le permite saber cómo juegan los otros equipos, para diseñar la estrategia del suyo".
ARMAND HAMMER
El presidente de la Occidental Petroleum, conocido por sus audaces negocios--intercambio comercial con la Unión Soviética, por ejemplo--tuvo encuentros con 24 jefes de Estado en 22 países durante los últimos 18 meses y cubrió distancias de 600 mil kilómetros en Oxy 1, el jet 727 de su organización (una colección de las películas de Chaplin siempre va a bordo). Hammer también patrocina conferencias anuales en favor de la paz y contra el cáncer y trabaja con el príncipe Carlos en varias actividades de caridad. Una vez, presionado por el tiempo después de una comida con el Príncipe de Gales en Londres, cortó su plan de vuelo a China (donde tenía que concluir un negocio de carbón) e hizo volar al Oxy 1 sobre el espacio aéreo soviético. Sus amigos en el Kremlin gustosamente le concedieron el permiso.