El suegro del príncipe Harry todavía no sabe si está invitado a la boda

Las especulaciones sobre la lista de invitados a la boda del año comenzaron el día que se anunció el compromiso entre el príncipe Harry y la actriz Meghan Markle. El hijo menor de la princesa Diana llevaría al altar a una estrella de Hollywood y por supuesto se esperaba una lista llena de estrellas.

El 22 de marzo el palacio de Kensington anunció vía Twitter que las invitaciones a la boda real estaban oficialmente en el correo. Pronto se supo que líderes mundiales de la talla de Donald Trump y Theresa May no estaban invitados.

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Al parecer la familia de la novia tampoco entró a la lista, a menos de cinco semanas del gran día ninguno ha recibido invitación. Según The Daily Mail, ni siquiera el padre de la novia tiene claro su rol para el gran día. "El palacio de Kensington todavía no confirma si Thomas Markle estará presente en la ceremonia” reporta el diario británico.

Días antes, la periodista Dana Schwartz de Entertainment Weekly había publicado una fotografía de Thomas Markle, el padre de Meghan, ojeando un libro de paisajes británicos, lo que había despejado las dudas sobre su asistencia a la boda. Pero su hermano, Michael Markle, parece no estar del todo convencido: “hablé con Thomas la semana pasada. Me dijo que aún no sabe nada y no está seguro si podrá llevarla al altar”

“He hecho todo lo posible para comunicarme con Meghan, pero no estamos invitados. No guardo ninguna esperanza, ciertamente las invitaciones ya habrían llegado” dijo su prima Trish al diario británico The Mirror.

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En enero de este año Us Weekly reportó que Meghan podría estar pensando en romper el protocolo y caminar hacia el altar acompañada de su madre, Doria Ragland. Esto respondería a que su relación con su padre está “fracturada” desde hace varios años. A eso se le suma una mala relación con sus medios hermanos, incluída Samantha Grant Markle quien ha anunciado un libro de la vida de la futura duquesa de Sussex a pesar de no haberla visto en la última década.

Esta no es la primera vez que se habla de las relaciones que Meghan Markle deja atrás en Norteamérica. En el libro Hollywood princess de Andrew Morton, quien escribió la biografía de  la princesa Diana, se habla de cómo Meghan constantemente “recalibraba” su vida social, para rodearse de amigos que pudieran ayudarla a desarrollar su carrera.

El libro relata cómo en 2013 cuando decidió divorciarse de su ex marido Trevor Engelson, tomó su utensilio de cocina favorito, un procesador de comida, y se lo llevó con ella a Canadá donde se erradicó para filmar la serie Suits . Días más tarde Engelson recibió los anillos por correo y supo que su matrimonio con Meghan había terminado.

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Algunos amigos de Meghan concuerdan en que desde que se conoció el romance real, ella cambió por completo. Ya no responde a sus llamadas, ni llega a los planes. Su mejor amiga de la infancia, Ninaki Priddy, afirma que Meghan siempre fue “muy calculadora en el manejo de sus relaciones y muy estratégica a la hora de cultivar amistades”, parte del motivo por el cual se distanciaron.

A pesar de las críticas, el hijo menos de la princesa Diana y el príncipe Carlos la llevará al altar el próximo 19 de mayo y Meghan pasará a la historia por entrar a la familia real siendo norteamericana, bi racial y divorciada. No en vano, cuando anunció su compromiso se refirió a su futuro en inglaterra como“ un nuevo capítulo”.