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Britney Spears, Lindsay Lohan y Paris Hilton se han tomado la vida nocturna de Los Angeles. Todos los días salen a tomar y bailar juntas, y son las favoritas de los ‘paparazzi’

adicción

Mensaje en la botella

En los últimos meses más de una estrella de Hollywood ha protagonizado sonados escándalos por abusar del alcohol.

8 de diciembre de 2006

Es usual que los paparazzi aguarden pacientes en frente de los bares y restaurantes de moda en Los Ángeles y Nueva York para lograr captar imágenes bochornosas de estrellas que han tomado demasiado. Pero la semana pasada, las cámaras no tuvieron que buscar al actor y comediante Danny DeVito durante una fuerte borrachera. Al contrario, fue él quien las buscó a ellas al presentarse en el programa matutino The View, del canal ABC. El actor, de 63 años, había salido a comer con su amigo el también actor George Clooney y entre chiste y chanza terminaron bebiendo dos botellas de limoncello. Fue tal la cantidad de alcohol que ingirieron, que ambos todavía estaban embriagados a la mañana siguiente. DeVito, a pesar de advertir a las presentadoras que no se encontraba en sus cinco sentidos, apareció en el programa. Y en vez de tratar de ocultar su estado, insultó e hizo chistes sobre el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y además contó que durante una visita a la Casa Blanca tuvo relaciones sexuales con su esposa en uno de los cuartos.

Aunque DeVito no ha tenido problemas de alcoholismo, su vergonzosa entrevista lo convierte en una de las tantas celebridades que en los últimos meses han mostrado su lado oscuro gracias al abuso de este tipo de bebidas.

Lindsay Lohan, la actriz de 20 años que desde hace tiempo es la predilecta de los tabloides y las revistas de moda, ha hecho fama por su afición a salir 'de rumba' casi todas las noches. Ha sido filmada y fotografiada tambaleando por la calle o inconsciente en alguna acera. Su intensa vida nocturna le ha generado problemas en los sets de filmación, ya que suele llegar tarde y con ojeras. Dina Lohan, su madre, escandalizó a todos al afirmar durante un famoso programa radial que su hija asiste desde hace algunas semanas a reuniones de Alcohólicos Anónimos. Además, aseguró que con esto estaba dando un buen ejemplo y tomando conciencia de su estilo de vida. Claro que a las pocas horas la publicista de la joven estrella declaró que esa decisión era positiva, pero que todos debían entender que esto no significaba que ella fuera a dejar de tomar y de ir a fiestas. No se debe olvidar que la edad legal para consumir bebidas embriagantes en Estados Unidos es 21 años y Lindsay lleva una vida agitada de discoteca en discoteca desde los 17.

La nueva compañera de tragos de Lohan es la recientemente divorciada Britney Spears. Desde mitad del mes de noviembre, la princesita del pop ha salido todas las noches a diferentes lugares populares de Los Ángeles. Le han llovido las críticas, ya que ella es madre de dos pequeños hijos, Sean Preston, de un año y dos meses, y Jayden James, de 2 meses. Pero eso no parece haberle importado mucho, ella se muestra feliz por la atención que ha recibido. Internet se ha visto inundado por imágenes de Britney tomando o saliendo de fiestas a tropezones. Pero las fotos que han dado la vuelta al mundo han sido las de sus partes íntimas que han sido registradas en cuatro oportunidades, ya que la joven mamá al parecer no gusta de usar ropa interior y no sabe manejar las faldas cortas. El 2 de diciembre celebró por todo lo alto su cumpleaños número 25 y el momento más emocionante de la noche fue cuando, junto a su otra compañera de fiesta, Paris Hilton, decidió quitarse la blusa y bailar topless encima de una de las mesas del lugar.

Hilton, la mujer más famosa del mundo por no hacer nada especial, es distinguida por su amor a las fiestas y a la diversión. Hedonista por naturaleza, a la heredera de la cadena de hoteles Hilton le pagan los dueños de discotecas y restaurantes para que vaya y los convierta en los lugares de moda. Ella tampoco ha salido bien librada de sus hábitos nocturnos, ya que en septiembre fue arrestada por manejar con altos niveles de alcohol en la sangre.

Otro arresto por manejar bajo la influencia del alcohol que llamó la atención de todos los medios fue el del ganador del Oscar Mel Gibson. A finales de julio fue arrestado por tener un nivel de 0,12 por ciento de alcohol en la sangre mientras manejaba a más de 170 kilómetros por hora. Absolutamente borracho, mientras le ponían las esposas, el actor de 50 años gritó a todo pulmón que él era el dueño de Malibú y que "los judíos son culpables de todas las guerras en el mundo". Alterado y gritando improperios fue llevado a una estación de Policía de la cual fue liberado bajo fianza cinco horas más tarde. Ahora cumple una condena de tres años de libertad condicional.

Gibson presentó disculpas públicamente y se internó en un exclusivo centro de rehabilitación. Él, que lleva muchos años luchando contra sus adicciones y que en su estricta fe católica había encontrado un refugio de tranquilidad, también dedicó tiempo y esfuerzo para convencer a otros famosos de dejar los malos hábitos. Uno de ellos fue la roquera y actriz Courtney Love, quien asegura que fue gracias a él que ella volvió a un centro de tratamiento contra las drogas y el alcohol.

Pero el director de La pasión de Cristo no sólo fue una inspiración para Love. Robin Williams aseguró recientemente que ver lo que le ocurrió a Gibson lo ayudó a reflexionar. El famoso actor y comediante, que ha sufrido de alcoholismo durante décadas pero logró permanecer sobrio durante 20 años, tuvo una fuerte recaída. Cuando vio a su colega ofreciendo disculpas públicas por sus actuaciones, decidió iniciar un estricto tratamiento de desintoxicación. Y además, aunque sus seguidores no sabían que él había vuelto a beber, decidió hacer pública su historia.

El cantante de country Keith Urban, esposo de la ganadora del Oscar Nicole Kidman, también ha sufrido de adicción a las drogas y el alcohol desde hace varios años. Sólo tres meses después de su matrimonio entró a un centro de rehabilitación y envió un comunicado a los medios diciendo: "Uno nunca debe bajar la guardia mientras está en recuperación. Y yo lo hice". En 1998 ya había estado en una terapia de este tipo y Kidman sabía de sus problemas, al punto que en el acuerdo prenupcial que firmó Urban, supuestamente existe una cláusula que lo obliga a desintoxicarse en caso de volver a sus malos hábitos, por lo que no se cree que la decisión haya sido voluntaria. Aun así, en los Country Music Awards, en noviembre, el cantante recibió una ovación por parte del público cuando ganó el premio al mejor artista masculino del año, a pesar de no haber asistido a la ceremonia.

El caso de las estrellas y el alcohol es una clara muestra que "el que peca y reza empata". Dentro del mundo de la farándula siempre han abundado el licor y las drogas, y aquellos que aceptan ser débiles y caer ante la tentación serán perdonados por el público, siempre y cuando muestren arrepentimiento. Todos disfrutan al saber que los famosos también son humanos y cometen errores.