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Katy Perry no se ha expresado aún sobre la muerte de la monja. | Foto: Archivo SEMANA

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Una monja que libraba disputa legal con Katy Perry muere en la corte

La hermana Catherine Rose Holzman, de 89 años, le rogó a la cantante que detuviera sus avances pues “estaba lastimando a mucha gente”.

11 de marzo de 2018

Por poco más de tres años, la cantante pop Katy Perry y dos monjas, las hermanas Rita Callahan y Catherine Rose, han librado una lucha legal por la venta de un convento de tres hectáreas. El conflicto tomó un giro triste cuando Holzman, de 89 años, se desmayó en las audiencias que tuvieron lugar el viernes pasado y poco después fue declarada muerta.

Horas antes, en entrevista con el canal KTTV de Los Ángeles, las monjas hablaron de la situación y, con la voz quebrada, Holzman lanzó una plegaria: “A Katy Perry, por favor detente. Esto no le está haciendo bien a nadie, y está lastimando a muchos”.

El conflicto nació de un triángulo entre la arquidiócesis de Los Ángeles, quien desalojó hace unos años a las monjas y quiere venderle la propiedad a la famosa cantante, y el grupo de monjas ‘Sisters of the Immaculate Heart of Mary’ ,que vivió por décadas allá y quiere a su vez vender la propiedad al reconocido restaurador Dana Hollister. De hecho lo hizo, pero de forma ilegal, por lo cual el pleito sigue en los juzgados.

La hermana Catherine Rose Holzman murió a sus 89 años en una corte, peleando contra Katy Perry. Foto tomada de standwiththesisters.org

En la página que presenta su causa, las monas escriben: “Debíamos haber vivido por siempre en nuestro convento. Pero, contra nuestra voluntad, la arquidiócesis nos movió para ‘monetizar’ nuestra propiedad. Katy Perry la quiere y a ella no parece importarle el camino destructivo que está dejando para conseguirlo. Nos está lastimando fuertemente, a nosotros y a los amigos que se han manifestado para darnos una mano”.

Según varios reportes, Perry ofreció 14,5 millones de dólares por la propiedad, pero las monjas revirtieron su decisión de vender porque no se sentían cómodas con la nueva compradora. La cantante las visitó para convencerlas, les mostró su tatuaje de Jesús y les cantó pero no hizo mayor diferencia. La hermana Rita Callahan dijo en su momento: “Encontré sus videos. No me hicieron feliz”.  

Las monjas procedieron a vender la propiedad a Hollister, pero poco después una corte consideró la venta ilegal pues dictaminó que Hollister había interferido premeditadamente en la compra de Perry. El proceso ahora entre en una pausa indefinida.