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SPRINGFIELD ESTA DE FIESTA

Los Simpson, la familia más querida y a la vez más odiada de Estados Unidos, cumple 10 años <BR>de vida.

15 de noviembre de 1999

A manece un día más en la tranquila localidad de Springfield. Un hermoso pez de tres ojos
nada en el estanque cercano a la planta nuclear del señor Burns, un anciano avaro e inescrupuloso que
busca la manera de deshacerse de unos barriles de residuos tóxicos sin despertar sospechas. A escasos
metros el inspector de seguridad de la planta, Homero J. Simpson, devora una rosquilla mohoseada que le
vendió el tendero Apu sin percatarse de que la alarma de emergencia anuncia una desgracia. Al otro extremo
de la ciudad Bart y Milhouse desconcentran a Otto, el melenudo conductor del autobús escolar, quien no
logra maniobrar el vehículo y choca contra una patrulla de policía. El impacto despierta al torpe jefe Wiggum,
que ignora que a sus espaldas el alcalde Diamante acaba de huir en un helicóptero tras recibir un soborno de
Tony el mafioso.
Si los encargados de salvaguardar los intereses de la comunidad son una partida de ineptos, como los arriba
mencionados, no está de más suponer que los pilares de la sociedad tienen los días contados. Sin embargo,
por absurdo que parezca, es probable que nada trágico llegue a ocurrir. Sólo basta una breve revisión
histórica para constatar que en más de una oportunidad las fuerzas vivas han tomado la forma de
políticos corruptos, empresarios explotadores, policías mediocres, empleados ineficientes y ciudadanos
egoístas que con su irresponsabilidad han desdibujado el papel de la sociedad hasta convertirla en una
caricatura que, aunque funciona a medias, funciona.
Cuando el orden social es una caricatura lo menos que se puede esperar es que las familias que lo
conforman también lo sean y qué mejor ejemplo de ello que los Simpson, cinco estrambóticos personajes
amarillos cuya taciturna vida ha sido capaz de inmortalizar las tribulaciones de la clase media norteamericana
durante los últimos 10 años.
Atrás quedaron las canciones dulzarronas de la familia Partridge, las fraternales despedidas de los
Walton y los sufrimientos de los Ingalls. Desde el 17 de diciembre de 1989, fecha en la que debutaron en el
horario estelar de la cadena Fox, Estados Unidos desayuna, come y cena con Homero, Marge, Bart, Liza y
Maggie.
Los dibujos de Matt Groening se quitan la máscara del American Way of Life y demuestran con grandes
dosis de humor negro lo hipócrita que puede llegar a ser la tierra del tío Sam a la hora de criticarse a sí
misma. Luego de ver a Homero bebiendo cerveza en calzoncillos es difícil creer que detrás de ese vulgar
esplendor se esconda una enseñanza pero lo cierto es que, a diferencia de las demás familias ficticias que
nunca se equivocan, los Simpson retratan a la perfección las ambigüedades del ser humano.
Los habitantes de Springfield mienten, engañan, son chismosos, violentos, se emborrachan, se atragantan
de comida, vomitan y dicen malas palabras. De la misma forma son los primeros en ofrecer disculpas cuando
ofenden a alguien, aman sin pedir nada a cambio, se ayudan entre sí y respetan los valores familiares.
La acertada descripción de la vida cotidiana gringa ha permitido que la serie goce de aceptación a nivel
mundial y que tanto propios como extraños encuentren similares las situaciones de afrontan los personajes
tal y como lo señala Rafael Noguera, libretista y director de El siguiente programa: "Gracias a los Simpson he
podido apreciar esa capacidad de la sociedad gringa para funcionar a pesar de la mediocridad de su clase
media. Aquí tenemos el mismo problema, sólo que nuestro país no funciona" .
Pese a las críticas de algunas asociaciones religiosas, que culpan a la serie de promover las malas
costumbres, los analistas de medios consideran que la importancia de los Simpson para los
norteamericanos es similar a la que en su momento generaron programas como 60 minutos, El show de
Lucy y Plaza Sésamo. Así lo afirmó la revista Life en su edición de abril, en la que catalogó a la caricatura
de la Fox como uno de los mejores productos televisivos de los años 90.
El programa ha ganado 12 premios Emmy y para conmemorar su décimo aniversario, en enero del próximo
año, recibirá su estrella en el paseo de la fama de Hollywood. Fox piensa celebrar la ocasión por todo
lo alto y entre los preparativos se encuentran un especial de televisión y un concierto con todos los grupos
que se han presentado en el programa. De seguir las cosas como hasta ahora no sería raro que en cuestión
de unos años el rival de Mickey Mouse no sea el Pato Donald sino Bart Simpson.


'Test' para 'fans'
1.¿Cuál es el nombre de Smithers?
Waylon
2.¿Cuál es el nombre completo de Bart?
Bartolomeo Jo Jo Simpson
3.¿Qué quiere ser Bart cuando crezca?
Presidente de Estados Unidos o criminal
4.¿Cuál es el programa favorito de Paty y Selma?
Mac Gyver
5. ¿Cuál es la dirección y el teléfono de los Simpson?
742 Evergreen Terrace Tel.: 555 6832
6. ¿Cuál fue la primera palabra que pronunció Maggie?
Papá
7. ¿Cuántos años tiene el señor Burns?
104, pero con un tratamiento se ve de 81
8. ¿Cuál es el libro favorito de Homero?
¿Decidido a robar televisión por cable?
9. ¿Qué cigarrillos fuman Paty y Selma?
Laramie
10. ¿Qué debe hacer el director Skinner para complacer a
su madre?
Acostarse a las ocho y media todas las noches y comerse las coles de Bruselas.
11. ¿Cuál es el verdadero origen del señor Burns?
De niño quiso que lo adoptara un billonario y le dijo adiós para siempre a sus padres y a su hermano George.
12. ¿Cuál es el mayor orgullo de Smithers?
Tener la mayor colección de muñecas Stacy Malibu
13. ¿Cómo es la canción de Itchy (el ratón) y Scratchy (el gato)?
They fight, they bite They fight and bite and fight Fight, fight, fight Bite, bite, bite The Itchy y Scratchi show