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Una carta para Ana Frank

30 de enero de 2010

Es difícil pensar qué pueden tener en común una niña de la Jagua de Ibirico y Ana Frank, la jovencita judía que murió en un campo de concentración nazi. Para Jacqueline González Olaya, estudiante de noveno grado de la Institución Educativa Luis Carlos Galán, de Cesar, ambas se parecen en su deseo por un mundo en el que primen valores como la tolerancia, la responsabilidad y el respeto por los derechos humanos. Ella fue la ganadora del concurso 'Una carta para Ana Frank', iniciativa de la fundación Zajor, de la que hacen parte los hijos de los sobrevivientes del Holocausto en el país, con el apoyo del Ministerio de Educación, la Fundación Aviatur y la Oficina de Relaciones Humanas de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia. El escrito de Jacqueline dirigido a Ana que compitió con otros 150 de todo el país, asemeja la situación de violencia actual de Colombia y el mundo con la que se vivió durante la Segunda Guerra Mundial: "Leer tu diario me ha abierto los ojos; estar ajenos a las realidades que nos rodean es el principal pecado de los jóvenes de hoy, tan inmersos en los nuevos mundos creados por la tecnología y los medios de comunicación, pero tan ignorantes en lo concerniente a los problemas que aquejan a su comunidad y a la humanidad en general". Como una manera de combatir esa pasividad propuso la creación del Grupo de Apoyo Infantil los Salvadores para promover procesos de alfabetización, talleres recreativos y asesoría a padres de familia en su municipio. La ganadora, que viajará a Holanda a conocer la casa de Ana Frank, fue premiada en el marco del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.