Energía
La nueva infraestructura eléctrica que necesita Bogotá y Cundinamarca: Enel avanza en obras clave para 2030
Enel expande la infraestructura eléctrica que sostendrá a Bogotá y Cundinamarca. Así avanza el plan que prepara a Bogotá y la región para su crecimiento y aporte a la transición energética.
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El crecimiento acelerado de Bogotá y Cundinamarca demanda energía confiable y sostenible en el tiempo. Soportar la puesta en marcha de proyectos de alto impacto como la transición hacia una movilidad eléctrica, así como atender el aumento de la población y la necesidad de ampliar la cobertura con redes dirigidas a los sectores residenciales, pone a prueba la capacidad de respuesta de la ciudad y exige inversiones importantes en infraestructura.
El panorama es desafiante, y por eso Enel Colombia, la compañía encargada de la distribución de la energía en la capital y Cundinamarca, sigue adelante con la ejecución del Plan de Expansión Bogotá-Región 2030, una hoja de ruta bien definida que contempla la construcción de 30 subestaciones y líneas de alta tensión en un periodo de 10 años. El proyecto, que inició en 2020, ya tiene resultados positivos.
Hoy la capacidad energética instalada en la región ronda los 3.510 MVA, y con las nuevas obras subirá a 5.550 MVA, un aumento del 58 por ciento. En esta ampliación estima invertir más de 1,8 billones de pesos.
De los 30 proyectos que componen el Plan, nueve ya están operando: Subestación Compartir (Soacha), Subestación Portugal (Engativá), Subestación San José (Los Mártires), Subestación Avenida Primera (Antonio Nariño), Subestación Terminal (Fontibón), Subestación Río (Soacha), Subestación Barzalosa (Girardot), Subestación Tren de Occidente (Facatativá) y Línea de Alta Tensión Techo-Veraguas (Kennedy).
Además, otros cuatro están en construcción: Subestación Porvenir (Bosa), que permitirá la operación del Metro de Bogotá; la Subestación Montevideo (Puente Aranda), clave para el funcionamiento del RegioTram; la Línea de Alta Tensión Doble Circuito La Guaca-Colegio (El Colegio, La Mesa y Tena) y la Subestación Bochica (Gachancipá). Por su parte, cinco esperan la licencia ambiental: Subestación La Ceiba (Guaduas, Villeta y Quebradanegra), Subestación Guaymaral (Suba), Subestación Centenario (Fontibón), Subestación Norte (Tocancipá, Nemocón, Sesquilé, Gachancipá, Suesca y Zipaquirá) y Línea de Alta Tensión Noroeste-Tren de Occidente (Mosquera, Madrid y Facatativá).
Bogotá: una ciudad que no se detiene
Según la Secretaría Distrital de Planeación, la población de Bogotá – Región pasará de 10 millones que tiene en la actualidad, a 13 millones en 2030, y a 15 millones en 2050. Esa proyección exige contar con una red robusta que soporte el desarrollo económico e industrial. De acuerdo con la entidad, tener infraestructura eléctrica moderna y confiable es clave para el bienestar, la competitividad y la sostenibilidad.

Actualmente, el 30 por ciento de la energía eléctrica de la región se destina a viviendas (1,5 millones de familias), el cinco por ciento a iluminación del espacio público, y el restante al funcionamiento de hospitales, acueductos, internet, empresas y otros servicios vitales para la ciudad.
Así mismo, de acuerdo con la Estrategia de Movilidad Eléctrica del Ministerio de Ambiente, para 2035 se espera que medios de transporte como Metro y RegioTram operen con energía eléctrica, una apuesta ambiciosa que sólo se podrá ejecutar de la mano de las nuevas subestaciones.
Desafíos
El Plan de Expansión Bogotá-Región 2030 enfrenta retos importantes. Actualmente, “existen demoras en la expedición de licencias para algunas obras y, además, en determinados casos, hay oposición de terceros, lo que retrasa el avance de los proyectos”, señalan desde Enel Colombia.
Aun así, la compañía trabaja de manera coordinada con alcaldías, la Gobernación y los ministerios correspondientes para agilizar los trámites y obtener las autorizaciones pendientes. Al mismo tiempo, la empresa lleva a cabo campañas de comunicación y sesiones de trabajo directo con las comunidades para explicar los beneficios reales del proyecto: generación de empleo durante la fase de construcción, y un sistema eléctrico más robusto, capaz de resistir picos de demanda.
“Desde Enel Colombia invertimos, coordinamos y educamos para que la energía fluya sin pausas, sosteniendo hogares, movilidad, economía, desarrollo y servicios que hacen de la región un lugar donde vivir y crecer vale la pena”, concluyeron.
Conozca más de este proyecto aquí.
