¡Qué añito!

El año 1984 fue trascendental para Colombia. Belisario Betancur cumplió dos años en la Casa de Nariño, logró una tregua con la mayor parte de las guerrillas y dejó pensar a la gente en un posible fin del conflicto. Pero más allá de esos esfuerzos, los colombianos recordaban a finales de diciembre otros sucesos relevantes. Hace 30 años, SEMANA dedicó su portada a hacer un balance. En noviembre, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley que estableció la elección popular de alcaldes e intentó así transformar a un gobierno demasiado centralista que escogía a dedo a sus representantes en las regiones. En abril, Pablo Escobar mandó a matar al ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y partió así la historia del país en dos, pues abrió una herida en la sociedad y desató una larga guerra contra el narcotráfico. Y la economía llegó maltrecha a la Navidad. Creció el déficit fiscal y se profundizó el desempleo, fenómenos que llevaron a pensar que sería necesario recurrir al Fondo Monetario Internacional y aumentar la deuda externa del país.