En parte, la pérdida de la compañía también obedeció al reconocimiento de US$2.100 millones de cargos, relacionados con la reducción de valor de sus inversiones en Latam y en Grupo Aeroméxico, después de sus problemas financieros y de las presentaciones de bancarrota separadas del Capítulo 11.
"Una pérdida ajustada de US$3.900 millones, antes de impuestos para el trimestre de junio, sobre una disminución de ingresos de más de US$11.000 millones durante el año pasado ilustra el impacto verdaderamente asombroso de la pandemia de la covid-19 en nuestro negocio", dijo el director ejecutivo de Delta, Ed Bastian.
Ante este desafío, "nuestra gente ha actuado rápida y decisivamente para proteger a nuestros clientes y a nuestra empresa, reduciendo nuestro promedio de quema diaria de efectivo en más del 70% desde fines de marzo a U$27 millones en junio".
Además, Bastian dijo que, "dados los efectos combinados de la pandemia y el impacto financiero asociado en la economía mundial", seguirán "creyendo que pasarán más de dos años antes" de que vean "una recuperación sostenible".
Por otra parte, los ingresos totales ajustados, que excluyen las ventas de las refinerías, disminuyeron un 91% hasta los US$1.200 millones y, al final del trimestre de junio, la compañía tenía US$15.700 millones en liquidez.
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En cuanto a la liquidez, la compañía explicó que esta ha sido la prioridad de la gerencia durante el 2020, por lo que recaudó cerca de US$15.000 millones en transacciones de financiación desde principios de marzo —a un tipo de interés medio mixto del 5,5%—, redujo el gasto de efectivo y extendió los vencimientos de préstamos por US$1.300 millones al 2022.
Por otra parte, Delta Air Lines también obtuvo US$5.400 millones de fondos de subvención y préstamos no garantizados, a través de la PSP de la Ley Cares del Gobierno de Estados Unidos.
Además, presentó una Carta de Intención no vinculante al Departamento del Tesoro por US$4.600 millones bajo el programa de préstamos garantizados de la Ley Cares.
La demanda de viajes aéreos disminuyó significativamente en el trimestre de junio como resultado de la covid-19, con una reducción del 93% de los pasajeros. Los ingresos de los pasajeros disminuyeron un 94% por una reducción del 85% de la capacidad.
Los ingresos no relacionados con los pasajes disminuyeron un 65%, ya que los ingresos de Carga, MRO y Fidelidad se redujeron a una tasa menor que los ingresos por pasajes.
Es por esta reducción que la aerolínea retiró las flotas completas de MD-88, MD-90, 777 y 737-700 y partes de las flotas 767-300ER y A320 en 2020.
Además, aceleró los proyectos de construcción de aeropuertos en Los Ángeles, Nueva York LaGuardia y Salt Lake City, en un esfuerzo por acortar los plazos y reducir el costo total de los proyectos
A finales del trimestre de junio, la compañía tenía una deuda total y obligaciones de arrendamiento financiero de US$24.600 millones con una deuda neta ajustada de US$13.900 millones.
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