Un accidente misterioso

A finales de enero de 1984, el nombre de Jaime Bateman llenó los titulares. Un año antes, el líder del M-19 había desaparecido en un accidente aéreo, y el grupo guerrillero había confirmado su muerte. Pero una noticia revivió el caso. Unos miembros de la guerrilla, que rechazaban el liderazgo de Bateman, encontraron las partes de la aeronave y alteraron la escena del accidente. Se llevaron la pistola, dos granadas, un maletín y unos documentos. La acción minó cualquier posibilidad de esclarecer si se había tratado de un accidente o, como otros pensaban, un homicidio.