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Abad junto al equipo de la editorial. Foto: Cortesía Angosta.

Lanzamiento

Nace Angosta, la editorial de Héctor Abad

El viernes 7 de octubre, en el Museo de Arte Moderno de Medellín, el autor de ‘La oculta’ presenta su nuevo proyecto, que nació a raíz del proceso de paz y que por el momento cuenta con un libro: ‘La corriente’, una serie de cuentos de la física paisa Juliana Restrepo.

Daniel Rivera Martín
7 de octubre de 2016

Primero, Angosta fue la ciudad de un manuscrito, después el nombre de un libro y ahora es el nombre de una editorial. El escritor antioqueño Héctor Abad Faciolince quiso celebrar el último día de la guerra, tema que hace dos meses sacudió las redes sociales por el cese bilateral al fuego, con el lanzamiento de una editorial independiente que lleva el nombre de una de sus novelas insignia, quizá la más arriesgada, la más experimental, similar a lo que es embarcarse en un proyecto editorial.

Desde hace varios años, Abad Faciolince había guardo las ganancias generadas por las traducciones de sus libros. Como el panorama colombiano no era muy alentador, quería tener un pie afuera. Sin embargo el proceso de paz del Gobierno con las FARC lo alentaron a doblar sus apuestas en Colombia y quiso, con un equipo conformado por su mujer, sus dos hijos y dos asistentes a su taller de escritura, empezar Angosta.

“Yo tenía todos mis ahorros de las traducciones guardados en una cuenta en Europa y vivía con las entradas que tengo acá de la Biblioteca y de los libros, y cuando empecé a notar este ambiente más positivo y después de ver en las ferias del libro tantos jóvenes, y que un 11 por ciento de la población colombiana ha entrado en la clase media, y entonces me pareció bueno desde todo punto de vista no gastarme esa plata en un refugio, sino en un sueño que había tenido”, dice Abad que  ha sido lector, librero, traductor, corrector de estilo, editor de editoriales ajenas, editor de editoriales universitarias, bibliotecario, escritor, coleccionista de libros raros y primeras ediciones inconseguibles. Lo único que le faltaba era una editorial.


El primer libro de la editorial. Foto: Cortesía Angosta. 

Abad, a quien sus amigos y familiares han descrito largamente como generoso y un poco pesimista, sabe que el camino editorial es largo y difícil, sin embargo su apuesta es por publicar autores nuevos —jóvenes y viejos—, aunque no faltará una colección de clásicos colombianos y unas cuantas traducciones.

Justo este viernes a las 7 de la noche en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), y después de un año de trabajo y búsqueda, Angosta presenta su primera publicación, el libro de cuentos La corriente, primer libro de Juliana Restrepo (1982), quien hace recordar —por un detalle— el perfil del argentino Ernesto Sábato: es física de la Universidad de Antioquia, doctora en física de Pierre et Marie Curie, de París, profesora de tiempo completo en la Universidad Escuela de Ingenieros de Antioquia, esposa, madre de dos hijos.

Juliana fue asistente del taller de escritura que Héctor Abad tenía en la Biblioteca de la Universidad Eafit y sus cuentos surgieron después de volver de Francia, donde cursaba su doctorado. Por esos días su vida daba un vuelco para convertirse en mamá y volver a la normalidad de una vida en Medellín.

En “Ménage”, el primero cuento del libro, se puede leer el halo de nostalgia en una prosa fluida y propia: “Dos de enero. BOGOTÁ-PARÍS. Once horas. Cansancio. Dormí casi todo el viaje. Cuando medio me despertaba alcanzaba a oír y a ver a un bebé llorando y a su mamá –una chica alta bonita despeinada– que lo calmaba contando suavemente en inglés –Uan, tu, tri– o diciéndole las partes de la cara –Ais, nous, mauz–. Esas palabras se me mezclaban con mi sueño, las oía y las veía escritas en una especie de tablero. Tan cerca las veía escritas, que alcanzaba a oler la tiza. Y me volvía a adormilar y soñaba con el bebé monito mitad-francés mitad-inglés y todo me olía a bebé y a tiza. On arriv biantó ma puss, le decía su padre”.

En una breve sinopsis que la editorial hace del libro, se dice: “El estilo corriente fluye con sencillez. Parece un agua mansa y, sin embargo, esconde una fuerza que arrastra o acaricia, arrulla o destruye. Es corriente el año que transcurre, la persona promedio, lo que sucede a diario. Los cuentos de Juliana Restrepo tienen algo de corriente alterna, de lente de aumento, algo que nos hace regresar en la lectura porque el chispazo de un detalle nos electriza. Sus cuentos convierten lo común y corriente en una historia de insospechadas sutilezas: cuentan el pasado con la cercanía del presente, lo cotidiano con la fuerza de lo insólito”.

Como si fuera un vaticinio, Héctor Abad dice que él no sabe cuánto tiempo va a durar la editorial, pero hay ahorros para sostenerse unos cuantos años, “mientras tantos vamos a publicar muy buenos libros, una selección que nos haga sentir orgullosos. Ahora hay dos amigos que quieren ser socios, así que todo parece tener futuro”.

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