'La sudestada': un cómic melancólico, costumbrista y nostálgico

La sudestada fue el segundo cómic integral y de largo aliento del historietista argentino Juan Sáenz Valiente. Él, que ya había hecho algunas historietas cortas como Yo solo vine a hablar por teléfono, una obra basada en el cuento de Gabriel García Márquez, y La ventana abierta, basado en el cuento homónimo de Saki –dos historias presentes en Sigilo, un libro editado en 2009 por Domus en el que el autor apenas fecundaba su estilo–, concibe este nuevo cómic bajo una esencia creativa en continuo tránsito, en huida. Su estilo ha estado marcado por el abandono a un registro: desvía el trazo según la historia que cuenta o el espacio con quién trabaja, como lo hecho con distintos guionistas como Carlos Trillo, Pedro Mairal o Pablo De Santis.

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En La sudestada, Sáenz Valiente se sirve algo que Giani Rodari llamó “binomio fantástico”, una estrategia que funde dos aspectos disímiles para unir una historia. La propuesta del lingüista italiano consiste en la imbricación de dos conceptos de distinto orden semántico para lograr un recurso estilístico y creativo. Para darle vida a su propio binomio, el historietista argentino mezcló la vida de un tipo bruto, machista y conservador (Jorge Villafañez) y la de una mujer snob, new age, y bailarina (Elvira Puente). Los casos que Jorge sigue como detective privado están curtidos por su rutina miserable y el sinsentido, pero el cruce con Elvira hará que su vida se tiña de otro color. El encargo de lo que se supone era un trabajo policíaco más, llevará a Jorge hasta Delta del Tigre, una zona que es afectada cada tanto por la Sudestada, un fenómeno común en la región del Río de la Plata, el mismo que da título al libro y que hace parte esencial en la historia. Ahí, en ese espacio lleno de aguas sedimentarias, de islas y arroyos que conforman un laberinto infinito, el detective hace un  descenso que lo lleva a perderse en un abanico de nuevos misterios que desencajan su vida gris, y que hacen que su estado compacto se turbie. El encuentro con la bailarina le da un nuevo matiz a su vida.

^{Cortesía de Laguna Libros}

La sudestada es una muestra de madurez en el dibujo y en el guion por parte de Saénz Valiente. En ella cruza géneros como el policial, el relato romántico y el costumbrista, categorías que ya ha frecuentado en otras obras como Sarna (Iron eggs & Albin Michel, 2005) o El hipnotizador (Sudamericana, 2010). A pesar de que la historia está cargada de un lenguaje cinematográfico, el enfoque no le resta trabajo sino que muestras las filiaciones que pueden existir entre ambos lenguajes. La  caracterización de unos personajes verosímiles, tanto por sus aspectos físicos como por los sicológicos, una narración pausada que goza de buen ritmo, y el realismo y los detalles de Buenos Aires y del Delta del Tigre, se presentan  como un decorado de elementos e imágenes que funcionan e interactúan alrededor de la investigación.

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Así como el fenómeno meteorológico que le da nombre al libro, una   investigación hará que la vida rutinaria de un detective sea arrastrada por el viento  y la danza, que una vida monolítica sea inundada por lo desconocido, por ese viento del este que anuncia la llegada de la lluvia como peste. La humedad y la nubosidad acumuladas de un viejo son drenadas por otros movimientos, y el aparente fracaso tendrá después de la tormenta otra tonalidad.