Desarrollo humano
Formar líderes desde la niñez, la apuesta para transformar comunidades
Más de 190 niños y jóvenes fortalecen habilidades como liderazgo, trabajo en equipo y gestión emocional en un programa que busca que ellos mismos se conviertan en agentes de cambio en sus territorios.
Léenos en Google Discover y mantente un paso adelante con SEMANA

Laura, de 13 años, solía sentir miedo de hablar frente a un grupo. Hoy lidera a sus compañeros en proyectos comunitarios, gracias a un programa de formación desarrollado por Nutresa. Como ella, más de 190 niños y jóvenes en distintas regiones del país están fortaleciendo habilidades esenciales para la vida -liderazgo, trabajo en equipo y gestión emocional- que les permiten enfrentar con autonomía los retos de sus comunidades.
“El proyecto ha estado orientado a diferentes comunidades de nuestro país y, enfocado en brindar formación a la población infantil y adolescente en temas como liderazgo, trabajo colaborativo y gestión emocional”, explica Yukari Sawaki, gerente de Desarrollo Humano y Organizacional en Negocios Cárnicos de Nutresa.
La iniciativa surgió a partir de un análisis del sistema educativo nacional, que aún presenta limitaciones estructurales. “La idea surgió de observar nuestro fenómeno educativo, en el cual, si bien hemos visto avances, también sabemos que su acceso y su calidad están marcados por muchas desigualdades sociales y económicas”, señala Sawaki. Esa reflexión, sumada a la experiencia del equipo en el ámbito del desarrollo humano, dio origen al proyecto, que ya ha impactado a más de 190 personas en entidades educativas públicas.
El modelo de intervención busca alejarse de prácticas asistencialistas. “Durante el desarrollo del proyecto nos alejamos mucho de un enfoque asistencialista, en el cual no brindemos solo recursos, sino que también preparemos a las personas, las eduquemos y las formemos para que tengan sus propias herramientas para transformar sus realidades y liderar sus propias comunidades”, agrega la vocera.
Más que una estrategia puntual, se trata de un proceso que apuesta por el empoderamiento desde edades tempranas. “Lo que queríamos era brindar herramientas para que las personas pudieran enfrentar los desafíos de su vida, porque estaban encaminadas a empoderar a cada uno de estos niños y jóvenes”, sostiene.
Además del trabajo en habilidades individuales, la propuesta promueve la creación de redes de apoyo entre los participantes. “Lo que logramos fue sembrar una semilla en la que ellos pudieran soñar en grande, ser los próximos líderes de su comunidad y propiciar unos contextos donde pudieran armar redes de apoyo, conocerse y brindarse colaboración mutua”, concluye Sawaki.