Villavicencio y Meta escriben una nueva historia
El departamento quiere dejar atrás su pasado extractivo y rural para convertirse en un territorio donde la vivienda, el campo y la sostenibilidad se piensen a largo plazo. En el turismo y su vocación productiva están las semillas de un futuro próspero.
Durante décadas el Meta fue un territorio de frontera: una tierra inmensa y rural marcada por el conflicto armado, la extracción petrolera y la dispersión institucional. Sin embargo, en los últimos diez años el departamento quiere escribir una historia distinta. Hoy, se perfila como un laboratorio de planificación territorial y desarrollo sostenible, donde la expansión urbana, la tecnificación del campo y la protección ambiental comienzan a caminar de la mano.
Esa transformación tuvo un punto de partida: el Plan de Ordenamiento Departamental (POD) del Meta con visión a 2050. William Medina, director del Departamento Administrativo de Planeación, lo definió como un “ejercicio técnico que busca armonizar la expansión urbana con la vocación rural, bajo un enfoque de sostenibilidad y cohesión social”. El plan de desarrollo del Meta se estructura en tres ejes estratégicos. El primero, Productivo y Competitivo, define una línea base para medir la competitividad a partir de variables como infraestructura, conectividad, educación y uso del suelo. “El desarrollo del Meta debe basarse en la economía forestal sostenible y la adopción de tecnologías limpias”, explicó Medina. La meta: reducir las brechas urbano-rurales y preparar al departamento para competir bajo estándares nacionales e internacionales.
Líderes, empresarios, artistas y autoridades comparten su visión sobre un Meta que avanza con fuerza hacia la sostenibilidad, la innovación y el turismo.
El segundo, Natural y Cultural, concibe al departamento como un territorio biodiverso y culturalmente vibrante, con más del 53 por ciento de su extensión cubierta por ecosistemas naturales y corredores ecoturísticos como la Ruta de La Macarena y la del Piedemonte. El tercero, Servicios Públicos y Modelo de Ciudad Futura, busca conectar las zonas rurales y urbanas con infraestructura moderna y sostenible.
La planificación también se ha extendido al sector de vivienda, históricamente afectado por la corrupción y la ineficiencia. Linda Guzmán, secretaria de Vivienda del Meta, sostuvo que el ordenamiento y la transparencia son ahora ejes inseparables. “En un contexto con antecedentes de desconfianza, la Gobernación ha asumido el compromiso de garantizar la equidad y la eficiencia en los proyectos”, señaló.
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Con una laguna cristalina de más de 23.000 metros cuadrados, Llano Kristal, un proyecto de Arquitectura y Concreto, busca transformar la manera de vivir y vacacionar en los Llanos Orientales.
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Con más de 5.000 empleos formales y programas sociales liderados por su fundación, KIOS impulsa el desarrollo de comunidades y demuestra que el éxito empresarial también se mide en bienestar.
La empresa de transporte con mayor impacto en el Meta: sus operaciones garantizan que los alimentos lleguen a tiempo
TL32, una de las compañías de transporte y logística con mayor trayectoria en Colombia, demuestra que innovar va más allá de la tecnología. Su apuesta está en garantizar el bienestar de los colaboradores, operaciones seguras y progreso para el territorio y las comunidades.
Dos proyectos inmobiliarios que transformaron la forma de vivir en el Meta
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Así funciona la planta híbrida que marcará la transformación energética del Meta
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La labor de Claudia Milena Guevara, gestora social de Villavicencio, se refleja en programas de inclusión, apoyo educativo y alianzas público-privadas que transforman la vida de miles de familias.
Una muestra de ello es la Plataforma de Vivienda Meta, una herramienta digital que reemplazó los trámites físicos por procesos en línea, asegura trazabilidad y evita manipulaciones. “Todo el proceso de postulación, verificación y priorización se realiza digitalmente, con criterios de enfoque diferencial que priorizan a madres cabeza de hogar, adultos mayores, personas con discapacidad y víctimas del conflicto”, explicó Guzmán. Gracias a esta estrategia, el gobierno departamental ha entregado 947 viviendas y proyecta 791 adicionales antes de diciembre de 2025.
El cambio territorial también se refleja en el comportamiento del mercado inmobiliario. Alexander Tovar, gerente regional de Camacol Meta, señaló que “en los últimos años hemos visto variaciones importantes: un pico en 2021, una caída en 2023 y una recuperación moderada en 2024 y 2025”, advirtió. Según Tovar, los factores son macroeconómicos: las altas tasas de interés, la inflación y la suspensión temporal de subsidios como MiCasaYa, que redujeron las ventas en casi un 50 por ciento en 2023. “Con la estabilización de las tasas de interés y un entorno financiero más favorable, el sector empieza a mostrar señales de recuperación”, resaltó.
En el corazón de esta transformación está Villavicencio. Laura Urrea, secretaria de Planeación, explicó que los proyectos de expansión urbana en la zona suroriental están cambiando la estructura de la ciudad. “Ahí se concentran las mayores necesidades de vivienda e infraestructura, y gracias a la alianza con el sector privado hemos logrado impulsar grandes planes parciales con parques, vías y equipamientos urbanos”, comentó.
Más al sur, el municipio de Acacías enfrenta las tensiones propias de una economía dependiente del petróleo. Entre 2018 y 2024 su población pasó de 88.000 a más de 96.000 habitantes, impulsada por una renta petrolera nueve veces superior al promedio nacional. “El auge económico atrajo trabajadores y generó una demanda de vivienda que saturó el suelo urbano y encareció la tierra”, reconocieron desde la Alcaldía. El Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT), vigente desde 2011, resultó insuficiente para canalizar ese crecimiento.
Desde la danza del joropo hasta la calma de sus cañones, este territorio invita a descubrir su riqueza natural, cultural y gastronómica.
Por eso el nuevo plan de desarrollo ‘Recuperemos Acacías 2024-2027’ propone actualizar el PBOT, legalizar asentamientos informales y crear un banco de tierras que ordene la expansión. Además, el municipio se prepara para la transición hacia una economía agroindustrial y turística.
En la construcción de este nuevo Meta, la educación cumple un papel decisivo. Charles Robin Arosa, rector de la Universidad de los Llanos, señaló que la planificación debe ir acompañada de formación técnica y científica. “El posconflicto nos ha permitido llegar a regiones antes vedadas, impulsando proyectos agroindustriales y tecnificados. Pero el reto ahora es contar con talento humano preparado para responder a esos cambios”, afirmó.
El rector propuso fortalecer programas de ingeniería forestal, agronomía y agroindustria, así como alianzas entre universidades y el Sena. “Formar profesionales capaces de gestionar la frontera agrícola con responsabilidad ambiental y visión de largo plazo es fundamental para sostener el desarrollo”, sostuvo.
El Meta marca la ruta hacia la transición energética: así funciona su innovador sistema solar
En el municipio de Puerto Gaitán ISAGEN impulsa una nueva era energética con la integración de cinco centrales solares y planes para un proyecto pionero de almacenamiento para la generación eléctrica.
¿Por qué Guamal, Meta, es ejemplo de inclusión y bienestar?
Con una gestión centrada en las personas, este municipio impulsa programas que fortalecen la inclusión, la cultura, la educación y el bienestar social en todo el territorio.
El futuro está en el limón tahití, el cultivo que transforma la economía del Meta
Su potencial exportador, la generación de empleo rural y la adopción de prácticas sostenibles lo posicionan como uno de los proyectos más prometedores del sector agroindustrial colombiano.
La planificación territorial también exige equilibrio ambiental. Jhorman Saldaña, director de Cormacarena, advirtió que la expansión urbana debe hacerse sin afectar los ecosistemas. “El Meta puede desarrollarse conviviendo con la naturaleza, no a costa de ella”, subrayó Saldaña.
Según datos del DNP, el país ha perdido cerca de 12 billones de pesos en regalías por mala ejecución. “En el Meta hay proyectos con deficiencias constructivas, como la Planta de Tratamiento de Agua de Cumaral, financiada con 38.000 millones de pesos. No podemos permitir que los recursos se pierdan mientras hay tantas necesidades sin resolver”, aseguró Alejandro Vega, senador por el Meta.
El representante a la Cámara por el Meta Jaime Rodríguez coincidió en que los esfuerzos del departamento aún no logran traducirse en resultados concretos. “No se ha visto una verdadera planificación que articule vivienda, infraestructura y sostenibilidad”. Rodríguez también advirtió que la economía del Meta sigue anclada a sectores de alto impacto ambiental como la ganadería, el arroz y los hidrocarburos. “El departamento depende de actividades que afectan el medioambiente, y el apoyo institucional ha sido mínimo”, sostuvo.
Cuatro platos para conocer la verdadera esencia de la gastronomía llanera: preparaciones que representan la historia y las tradiciones culinarias de una región incansable.
El sector empresarial coincide con esa visión. Francisco Andrade, gerente de la Andi, Llanos Orientales, afirmó que “sin seguridad jurídica no hay desarrollo sostenible”. Según Andrade, la altillanura cuenta con 14,7 millones de hectáreas aptas para agroindustria, pero solo el 7 por ciento está en uso. “Necesitamos reglas claras para atraer inversión y aprovechar ese potencial de manera responsable”, precisó.
Con una hoja de ruta hacia 2050, una ciudadanía más vigilante y un enfoque que prioriza lo humano y lo ambiental, el departamento avanza hacia un modelo donde el campo y la ciudad dialogan, y la planificación deja de ser un trámite y se convierte en el corazón de su futuro.
