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Colombia, a través de su canciller Jaime Bermúdez y su ministro de Defensa, Gabirel Silva, han pedido simetría en la revisión de los acuerdos. | Foto: AP

REUNIÓN UNASUR

Colombia y Venezuela trenzados en duro debate en Unasur

Mientras la delegación venezolana intenta centrar el debate en la presencia estadounidense en el continente, Colombia pide simetría en las exigencias para que se discutan nuevos arsenales de Brasil y Venezuela.

Martha Ruiz, enviada especial de Semana a Quito
15 de septiembre de 2009

Muy dura ha sido la discusión entre los ministros de la Defensa y Cancilleres de Unasur, finalizada la jornada de la mañana en Quito.

El canciller venezolano, Nicolás Maduro, y el vicepresidente de Venezuela y ministro de Defensa, Ramón Carrizales, denunciaron que Colombia no ha sido transparente al no revelar el documento del acuerdo militar con Estados Unidos. Los dos funcionarios venezolanos han intentado mantener la discusión centrada en el tema de la presencia estadounidense en bases colombianas y la amenaza que esto representaría para la región.

Sin embargo, Colombia ha defendido su posición y ha rechazado de forma contundente tres propuestas del gobierno de Chávez, que tampoco han sido respaldadas por los demás ministros. La primera es la propuesta de que Unasur se ocupe de las eventuales negociaciones de paz en Colombia; que Colombia informe a Unasur de todas sus operaciones militares, incluso aquellas alejadas de las fronteras; y tercero que se discuta de forma amplia toda la estrategia militar de Estados Unidos en el continente.

Colombia se declaró dispuesta a informar a los vecinos sólo cuando realice "ejercicios militares" en las fronteras.

Por su parte Colombia ha centrado su estrategia en exigir el principio de simetría. El ministro Silva y el canciller Bermúdez han insistido ante sus homólogos que si se va a poner bajo la lupa el acuerdo entre Estados Unidos y Colombia, igualmente deben revisarse con el mismo rigor los acuerdos recientes entre Venezuela y Rusia, y entre Brasil y Francia, para la compra de importantes arsenales militares que incluyen submarinos nucleares, aviones de ataque y misíles de mediano alcance.

Con esto, Colombia intenta redireccionar el debate de defensa en el tema de la carrera armamentista que podrían estar iniciando Brasil y Venezuela, ambos con intereses hegemónicos en el continente. Otros países, como Perú, también han expresado su preocupación al respecto.

Brasil, por su parte, ha sido pragmático y pidió que Colombia se comprometa a través de un documento escrito a que el acuerdo militar con Estados Unidos no podrá ser utilizado para que desde bases colombianas se interfiera o incursione en otros países.

La sesión de la tarde podría extenderse hasta entrada la noche, dadas las posiciones radicales que han expresado los distintos países y que por lo pronto no permiten prever consensos fáciles.