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El avión caído en Ucrania, una de las mayores catástrofes del año. | Foto: AP.

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El 2014, año de calamidades y pocas respuestas

Aviones desaparecidos, tensiones políticas y la latente amenaza del ébola son solo algunos de los hechos que marcaron el 2014.

1 de enero de 2015

Siete mil metros (unos 20.000 pies) debajo, tal vez haya respuestas escondidas en algún cañón subacuático frente a las costas de Australia. Pero luego de nueve meses de intensa búsqueda del avión de Malaysia Airlines en las vastedades oceánicas, la desaparición del aparato con 239 personas a bordo sigue sin resolverse.

En cierto sentido, la prolongada e infructuosa búsqueda del avión fue un adelanto de lo que ocurriría en el 2014, un año marcado por calamidades y conflictos, enfermedades y divisiones que a menudo dejaron al público y a sus líderes desconcertados, buscando respuestas.

Desde Ucrania hasta el Medio Oriente, desde la amenaza de ébola hasta las tensiones generadas por las muertes de hombres de raza negra a manos de policías blancos en Ferguson, Missouri, y otras partes de Estados Unidos, muchas de las grandes noticias del año alimentaron una sensación de frustración.

A menudo estas tragedias no tuvieron explicación. Estallaron un caso tras otro, acaparando titulares y produciendo una mezcla de fatiga y ansiedad. Episodios ocurridos en lugares remotos tuvieron repercusiones a nivel mundial y se fueron complicando con el correr de los días.

Ese fue el caso de Ucrania, donde el derrocamiento del presidente Victor Yanukovych en febrero y la anexión de la península de Crimea a Rusia dieron paso a un enfrentamiento digno de la Guerra Fría.

Se cree que un segundo avión de la aerolínea malaya fue derribado por guerrilleros cuando volaba sobre espacio aéreo ucraniano en julio, matando a las 298 personas a bordo, mayormente holandesas. Las sanciones internacionales impuestas a Rusia se están haciendo sentir y meses más tarde, reina una paz incómoda entre los dos bandos.

Generalmente, una noticia grande concita atención durante un cierto tiempo y después el interés se desvanece. Pero Ucrania sigue siendo noticia y no es la única crisis de larga duración que acaparó titulares.

La crisis del ébola, por ejemplo, comenzó en diciembre del año pasado en Guinea. Hacia marzo, la Organización Mundial de la Salud seguía de cerca el brote y buscaba formas de contenerlo. Un año después la epidemia no ha sido controlada y ya ha matado a por lo menos 7.500 personas.

Casi todas las víctimas fatales son de tres países de Africa occidental. Pero cuando un liberiano falleció en Dallas y luego se registraron algunos otros casos en Estados Unidos, cundió el pánico y la preocupación de que el sistema sanitario mundial no está preparado para hacer frente a este brote. Al finalizar el año, la OMS cuestionó los informes de progresos en la lucha contra el mal.

La desaparición del avión de la aerolínea malaya resultó un gran misterio. Se perdió todo contacto con el aparato poco después de despagar en la madrugada del 8 de marzo. En su búsqueda participaron aviones, barcos e investigadores de 26 países y se usaron aparatos de alta tecnología. Pero sigue sin encontrarse rastros del aparato.

"La sensación de impotencia y el dolor no han amainado, han empeorado con el paso del tiempo", expresó Liu Weijie, cuya esposa viajaba en el avión.

La violencia en el Medio Oriente, mientras tanto, volvió a acaparar titulares, estremeciendo incluso a personas acostumbradas a las tensiones de la región.

En el peor estallido de violencia que se registra en Libia desde el derrocamiento de Moamar Gadafi, los islamistas que controlaban el Congreso ignoraron la orden de un general de disolver la cámara. Trípoli está en control de guerrilleros y al cierre del año había dos gobiernos, dos parlamentos y cientos de miles de desplazados en Libia.

En Gaza, el secuestro en junio de tres adolescentes israelíes por parte de elementos de Hamas dio lugar a una respuesta israelí en la que murieron más de 2.100 palestinos y 72 israelíes a lo largo de 50 días de combates. Terminó sin indicios de que el conflicto pueda ser resuelto.

Luego de cuatro años de guerra civil en Siria, por otro lado, varios países están enfrascados en un debate inacabable sobre si hay que intervenir y cómo. La rápida expansión de la organización radical Estado Islámico, y videos de varias decapitaciones de rehenes occidentales, no obstante, hicieron que una creciente coalición internacional realice más de 1.000 ataques a bastiones de esa agrupación en Irak y Siria. Aniquilar al enemigo, sin embargo, podría tomar años.

"Sabemos que queda mucho trabajo duro por delante", expresó el secretario de estado estadounidense John Kerry.

Los estadounidenses, por su parte, pronto enfocarían su atención en un suburbio de San Luis, Missouri, donde en agosto un policía blanco mató a tiros a Michael Brown, un joven negro de 18 años, luego de detenerlo junto con un amigo para interrogarlo en plena calle. No está claro lo que sucedió ya que circularon distintas versiones de testigos. La muerte de Brown, y la decisión de un jurado investigador de absolver al policía, causaron furor y motivaron un debate en torno al trato que la policía da a los jóvenes negros. Episodios similares en Nueva York, Cleveland y otros sitios alimentaron la frustración.

La andanada de malas noticias continuó en las últimas semanas del año, cuando un individuo tomó varios rehenes en un café de Sídney y mató a dos.

Si hay algo que no dejó interrogantes fueron las elecciones estadounidenses de noviembre, en las que el electorado expresó su insatisfacción con el estado de cosas propinando un duro revés al gobierno de Barack Obama y dándole el control de las dos cámaras del Congreso a los republicanos.

Es poco probable, sin embargo, que eso resuelva al paralización de Washington, donde algunas decisiones recientes de Obama, sobre todo su orden ejecutiva que suspende las deportaciones de millones de inmigrantes que están en el país ilegalmente, han causado profundo malestar entre los republicanos. Dos de cada tres personas siguen pensando que el país avanza en la dirección equivocada a pesar de la continua mejoría de la economía, según encuestas.

No todas las noticias grandes del año carecieron de resolución. El anuncio de Obama de que Estados Unidos reanudará relaciones diplomáticas con Cuba luego de más de medio siglo causó festejos en unos y malestar en otro.

La Copa Mundial de fútbol tuvo un claro ganador, Alemania, y el capitán de un ferry que se hundió en Corea del Sur causando la muerte de 300 personas fue condenado a 36 años de prisión.

La impresión dominante, de todos modos, fue que el mundo encaró serios retos y encontró pocas respuestas en el 2014.