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El año negro del sector automotriz en España por cuenta del coronavirus

Las ventas nacionales de vehículos fabricados en España cayeron un 35 % en comparación con 2019.

23 de diciembre de 2020

En España, el sector automotriz sigue sintiendo el impacto del coronavirus. En la Unión Europea (UE), pocos sectores han tenido un peor desempeño durante la pandemia.

Como le dijo María Helena Antolín, directora de la asociación de proveedores de autopartes de España, al Financial Times, “es difícil imaginar algo peor que una fábrica donde el trabajo se ha detenido. La covid-19 paralizó todas nuestras plantas en España”, y agrega: “En marzo y abril la producción total cayó un 85 %”.

De acuerdo con este medio, la industria del automóvil es uno de los pilares de la fabricación española, ya que representa alrededor del 17 % de las exportaciones y solo es superada por Alemania en términos de producción de automóviles de la UE.

En la última década, como señala el Times, el sector desempeñó un papel crucial para ayudar al país a recuperarse de la crisis financiera de 2008, abriendo nuevos mercados a medida que España exportaba para volver al crecimiento. Sin embargo, la crisis actual llevó la situación a otro nivel.

Afirma el Financial Times que los aproximadamente 1.000 fabricantes de autopartes de España han sufrido una caída anual en las ventas del 20-30 %, en comparación con un recuento de 36.000 millones de euros registrado en 2019. De acuerdo con Antolín, alrededor del 6 al 8 % de los 365.000 puestos de trabajo del sector se han ido. Según ella, es posible que el terreno perdido no se recupere hasta 2023, y se espera un crecimiento de solo alrededor del 10 % el próximo año.

Noemi Navas, portavoz de la asociación de fabricantes de automóviles de España, le afirmó al Financial Times que el cierre había afectado a la industria más que a cualquier otro sector manufacturero. Según ella, “las fábricas de otras industrias simplemente cerraron durante las dos semanas en que era obligatorio; estuvimos cerrados por casi dos meses y medio“. Así lo confirma Daniel Dombe en su artículo en el Times: “La interrupción de la compleja cadena de suministro de piezas de automóviles, la dificultad de garantizar la salud de los trabajadores en las líneas de montaje en las primeras semanas de la pandemia y el colapso de la demanda explicaron la larga pausa”.

Otro dato que destaca el medio de comunicación es que las matrículas de automóviles cayeron más rápidamente en España que en cualquier otra economía líder de la UE, en línea con una contracción del PIB este año que el Gobierno predice que será de más del 11 %. Navas espera que las ventas nacionales de vehículos de fabricación española este año alcancen entre 800.000 y 850.000, una caída de alrededor del 35 % en comparación con 2019.

Según un estudio reciente del Banco de España mencionado en el artículo, la mayoría de las empresas de la industria, incluidos los proveedores de piezas, estaban obteniendo rendimientos negativos de sus activos, y una cuarta parte registraba rendimientos de aproximadamente menos 30 %. Y agrega: más del 60 % de las empresas del sector luchaban por pagar los intereses de sus deudas y del 20 al 30 % corrían el riesgo de insolvencia.

Óscar Arce, director general de economía, estadísticas y investigación del Banco de España, le dijo al Financial Times que “la industria automotriz es más importante para España que para cualquier otra gran economía de la UE, con la excepción de Alemania, en términos de la proporción que representa de valor agregado, exportaciones y empleo”, y agrega que “es un pilar del sector industrial, con una mano de obra cualificada, que cumplió un papel importante en la salida de la última crisis”.

Por último, el medio recuerda que algunos expertos de la industria reconocen que las 17 plantas de automóviles de España, todas de propiedad extranjera, incluidas Ford, Opel, Daimler y Renault, también podrían estar en desventaja en comparación con las fábricas en los mercados nacionales de las empresas si la producción se reduce. Por ejemplo, Nissan anunció este año que cerrará su planta de Barcelona.

Por ello, las exportaciones siguen siendo el elemento vital del sector, con el 58 % de las piezas de automóvil y el 80 % de los vehículos terminados vendidos a los mercados extranjeros, de acuerdo con información del medio financiero. Sin embargo, la industria opera un modelo de suministro justo a tiempo, con poca capacidad de almacenamiento o reserva. “Cuando una línea de producción se detiene, paramos; si comienza de nuevo, nosotros también“, dijo Antolín. “Estamos prácticamente al 100 % de los niveles de producción ahora, pero claramente no podemos recuperar este año lo que perdimos en marzo y abril”.