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EL MENSAJE DE HUANTA

Sendero Luminoso dice que dejará de disparar durante dos años

23 de enero de 1984

Algo raro le está pasando al grupo Sendero Luminoso. Por primera vez en los 43 meses que lleva de rabiosa actividad terrorista contra el gobierno constitucional de Fernando Belaúnde Terry, en la que ha provocado la muerte de cerca de tres mil civiles y de unos 130 policías y miembros del ejecutivo, Sendero Luminoso, o por lo menos un sector importante de él, ha dado muestras de estar dispuesto a practicar una tregua.
Las primeras evidencias de esta tendencia han aparecido en la provincia norteña de Huanta, donde la semana pasada aparecieron banderas blancas con hoces y martillos colocados en lugares visibles de la región, junto con volantes en los que se pide a los campesinos no abandonar sus tierras, instándolos a defenderlas y prometiendo que Sendero Luminoso "retornará dentro de dos años". Incluso en algunos de los volantes se dice claramente que Sendero Luminoso efectuará una tregua durante ese lapso.
No es muy claro por qué habrían tomado esa orientación, cuando lo que hasta el momento ellos han dicho es que "combatirán" al gobierno de Belaúnde hasta el último día de su existencia. Algunos observadores han mencionado varios factores que podrían estar en la base de tal determinación: sus serios reveces militares de las semanas pasadas, en las cuales numerosos miembros del grupo fueron abatidos en Ayacucho en combates con el Ejército, así como la captura de Huaráz, de Emilio Antonio Díaz Martínez, uno de los más altos dirigentes del grupo rebelde, además de los fracasos obtenidos en su intento por asentarse en la Sierra Norte, donde en dos oportunidades destacamentos del grupo insurgente han sido destruidos por la acción policial.
Pero el otro factor que se menciona insistentemente entre quienes pretenden explicar el aparente viraje del grupo guerrillero es el éxito electoral de Izquierda Unida que en las pasadas elecciones del 13 de noviembre obtuvo el 30% del total de votos. Este hecho habría intensificado el debate interno dentro de Sendero Luminoso sobre si la vía armada es la mejor para llegar al poder. Según estos analistas, en el grupo rebelde hay sectores que estan favoreciendo una reorientación del grupo hacia la acción de masas como estrategia revolucionaria, a cambio del terrorismo y la guerra de guerrillas campesina.
La captura de Antonio Díaz Martínez, podría también ser más grave de lo que se ve a primera vista. Díaz, es un antropólogo de 50 años que, según el ministro peruano del Interior, Luis Percovich, es quizás "el número uno o dos" de la organización guerrillera. Según los servicios de inteligencia del Ejército, Díaz Martínez podría ser incluso el "número uno" de Sendero Luminoso, organización que de unos meses para acá se declaro "bajo la guía e inspiración del camarada Gonzalo, Abimael Guzmán". Esta invocación misteriosa del nombre de Guzmán, aunque recuerda el estilo propagandístico de los partidos maoístas, podría significar algo más profundo: que Guzmán, un ex profesor de filosofía y fundador de Sendero Luminoso, quien venía padeciendo, según fuentes militares peruanas una enfermedad incurable y mortal, podría haber muerto hace unos meses siendo suplantado en el mayor sigilo por otro dirigente, posiblemente Díaz Martínez.
Sin embargo, los analistas se han extrañado de que Díaz Martínez, de ser el nuevo lider de Sendero Luminoso, se hallara en Huaráz, ciudad de la Sierra Norte, región donde el grupo rebelde no está consolidado. Allí ellos están haciendo esfuerzos por crear nuevos frentes, lejos de la sierra surcentral en donde sí se han hecho fuertes gracias a un cierto apoyo de los campesinos sin tierra.
Las reacciones que el anuncio de la tregua ha provocado oscilan entre el optimismo -en el que se inscribe el presidente Belaúnde- y el recelo. Por ejemplo, el diputado Javier Valle Riestra, del partido aprista, dijo que tal noticia era sólo "una patraña que muy pronto quedará desinflada". Flavio López, del Partido Acción Popular (AP) invitó a la cautela y a esperar una confirmación oficial del asunto antes de hacer cualquier evaluación. La nota optimista la puso Enrique Bernales, senador por el Partido Socialista Revolucionario (PSR) integrante de la coalición marxista "Izquierda Unida" . "Las guerrillas y el terrorismo en un momento como éste en el que el sector popular ha mostrado su fuerza política y electoral, constituyen una provocación peligrosa", dijo, al saludar la eventualidad de un receso militar de Sendero Luminoso.
Otros opinan, no obstante, que el anuncio de la tregua, de ser cierto, sólo estaría reflejando la decisión de una ala del movimiento insurgente. En abono de esa tesis mencionan el hecho de que en los últimos meses, Sendero Luminoso, en vez de debilitarse, se habría reforzado, a pesar de las intervenciones del Ejército, la infantería de Marina y de la Policía en los departamentos de Ayacucho, Andahuaylas y Apurimac. Incluso había comenzado a darse brotes del mismo fenómeno en otros puntos del país. Sendero Luminoso había demostrado además, el 22 de octubre pasado un notable avance en su tecnología militar, al realizar nueve operativos simultáneos en Lima. En esa ocasión los senderistas. que llegaron en un camión, atacaron con bombas y metralletas la sede central del gobernante Partido Acción Popular y el cuartel de la policía de Investigaciones (PIP) de Apolo, un barrio popular de esa capital. Tales combates, que incluyeron otros siete lugares, fueron de más de 20 minutos, luego de los cuales los guerrilleros se replegaron llevándose sus heridos en el camión empleado al comienzo del asalto.
¿Qué pasará de concretarse la tregua? En septiembre pasado el senador Bernares había propuesto buscar un diálogo entre el gobierno y Sendero Luminoso "para consolidar el proceso democrático" y alejar el peligro golpista que, según él, anida en algunos sectores del Ejército, ante el fracaso del régimen civil por desmantelar el terrorismo. De concretarse la tregua, el peligro de golpe, al que han jugado desde mayo de 1980 los senderistas, podría verse aminorado. Pero el diálogo sería algo más incierto pues hasta el momento los guerrilleros que anuncian la tregua no han sugerido estar dispuestos a hacerlo.
Un signo desalentador, en cambio fue el asesinato en Lima del general Carlos Herrera, director de la PIP, en la madrugada del 20 de diciembre a manos de desconocidos. De ser un acto de Sendero Luminoso quedaría claro que la tregua anunciada en Huanta sería sólo de una fracción del grupo rebelde o simplemente un falso aviso de ese movimiento.