El cruento final del 'narcoyoutuber' que se burló de un temible capo mexicano

En su último video, Juan Luis Lagunas intenta torpemente cabalgar un pony de pelo dorado. Luego de varios segundos de prueba, y con las risas estruendosas de sus acompañantes de fondo, cae al suelo polvoriento de alguna calle de Guadalajara, la ciudad mexicana en donde pasó de ser un humilde lavador de carros a una celebridad de las redes sociales.

Su talento: grabarse bebiendo todo tipo de licores hasta emborracharse, alardear con la compañía de voluptuosas mujeres y posar al lado de vehículos lujosos y animales exóticos. A sus 17 años, Lagunas se había convertido en El pirata de Culiacán, un muchacho que simbolizaba como pocos las extravagancias sin límite de los narcotraficantes mexicanos.

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Sus fotos y videos, publicados en Instagram y Facebook, fueron compartidos millones de veces y contaban con miles de comentarios que celebraban sus ocurrencias. El último, el del intento frustrado de montar el pony, fue grabado hace cinco días y tuvo más de 500.000 reproducciones. Una cifra que da cuenta de su popularidad, la misma que llegó a su fin este lunes cuando fue asesinado de 18 balazos en un bar de Guadalajara.

La noticia del asesinato del Pirata le ha dado la vuelta al mundo. Medios de varios países han recogido la hipótesis principal de las autoridades mexicanas: que Lagunas fue asesinado porque en uno de sus videos se burló de Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, una de las bandas de narcotraficantes más temidas de ese país.

"El Mencho a mí me pela la verga", dice el Pirata en medio de su borrachera. Y la venganza del capo -si es cierta esa teoría policíal- fue implacable. El lunes 18 de diciembre, Lagunas publicó en sus redes sociales que estaría en el bar Menta2 Cántaros en la zona de Tlaquepaque. "¿Se va a hacer o no se va a hacer la pisteada? ¡Aliviánense! Fuga a los @menta2", les avisó a sus seguidores, pero también a los dos asesinos que hacia las 11 de la noche irrumpieron en el lugar y le descargaron 18 balas en su cabeza.

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En esa ruta hacia la muerte del Pirata se interpuso un empleado de 25 años que agonizó varias horas y luego falleció en un hospital de la ciudad. Lagunas, por su parte, murió al instante, pero hasta este momento nadie ha ido a la morgue a identificarlo. En cambio, en las redes sociales, donde se hizo famoso a punta de extravagancias, se han multiplicado el número de seguidores de sus cuentas y los mensajes celebratorios de una corta vida cuyo ascenso y caída estuvo signada por el poder del narco mexicano.