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La población de Israel está preparada para lo peor en caso de que estalle la guerra contra Irak

3 de marzo de 2003

En caso de una guerra contra Irak Israel sería uno de los objetivos de los misiles iraquíes. Esa al menos es la experiencia que las autoridades y ciudadanos israelíes conocieron durante la Guerra del Golfo en 1991. En esa oportunidad 38 misiles balísticos convencionales cayeron sobre Tel Aviv, la segunda ciudad en importancia de Israel. Los otros buscaron destinos en Kuwait y Arabia Saudita.

Hoy la preocupación del gobierno israelí es que sus ciudades sean atacadas con misiles con cabezas químicas y biológicas, con las cuales el objetivo sería contaminar a miles de civiles concentrados en las zonas urbanas, especialmente de Tel Aviv y Haifa.

Según los expertos en balística los misiles que enviaría Irak tienen un alcance de 700 kilómetros, con un margen de error de hasta 200 metros en una parábola que sale de la atmósfera y regresa para impactar el objetivo. "Creemos que los tienen escondidos en las cuevas al noroccidente de Irak, un punto conocido como el H3, que es el código que señala la ubicación, y en algunas bases", señaló a SEMANA el coronel Oliver Eliezer, jefe de la Defensa Civil de Tel Aviv y zonas aledañas.

Por lo pronto Israel ha centrado todos sus esfuerzos en prevenir a su población de un ataque bacteriológico a como dé lugar. Para ello ha diseñado tres anillos de seguridad. El primero consiste en utilizar los equipos de alta precisión desarrollados para interceptar los misiles enemigos. Después de 15 segundos de lanzado el misil, a través de un satélite y por el calor que sale del motor, se detecta la ruta que cumple. Entonces se activa el segundo anillo al entrar en funcionamiento los misiles israelíes Hertz (flecha). Se trata de un sistema de misil contra misil único en el mundo. Pero aún en caso de que los Hertz no intercepten al misil atacante se pone en acción inmediatamente el sistema Patriot, suministrado por Estados Unidos. Los israelíes confían en que de esa forma podrán evitar que los misiles Scud de Saddam Hussein cumplan su objetivo de muerte.

El tercer anillo consiste en un kit de seguridad personalizado para cada uno de los habitantes de Israel según su edad, estado de salud y sus características personales (barba, etc.). Incluso quienes tienen que consumir oxígeno reciben una tienda de plástico para protegerlos de la contaminación por bacterias y químicos. Tienen además máscaras protectoras por tallas de 0 a 3 años, de 3 a 8 años y de 8 a 80 años. A los mayores de 80 les envían una escafandra que los cubre hasta la cintura con dos bombas de filtro para limpiar el aire que respiran.

Cuando suena la alarma de ataque con misil todo el país sabe cómo reaccionar. Desde 1992 la ley obliga a construir las casas con un cuarto especial para protección contra armas químicas y biológicas. "Como la ley es nueva apenas tenemos un 20 por ciento con esta posibilidad", dice Eliezer. El otro 80 por ciento debe adaptar un cuarto con plástico y cinta especial en marcos de puertas y ventanas, habiendo guardado previamente suministros de emergencia como agua mineral, linterna, radio, alimentos enlatados, etc.

La gente más pudiente de Israel ha instalado sistemas de filtración para poder estar en sus casas sin máscara. Pueden valer unos 2.500 dólares y alcanzan para 12 personas, según los metros cúbicos del recinto.

Este sistema también ha sido adquirido por el gobierno para el ejército, hospitales, centrales de televisión y radio, muchas casas de viejos y municipalidades.

En tierra además está la retaguardia de rescate y salvamento, los llaman los Angeles Amarillos, médicos, químicos y personal logístico. La retaguardia trabaja con las municipalidades y sus programas de emergencia, policías, bomberos, Cruz Roja y hospitales. Todos ellos pasan al mando de la retaguardia cuando hay ataques.

"Nosotros estamos muy bien preparados para un ataque como el que podría hacernos Irak. La gran amenaza orbitando permanentemente sobre nuestras cabezas nos ha hecho tomar previsiones, dice Eliezer, y ahora estamos más seguros de enfrentar con éxito un momento así".