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Escándalo: cirujana dejó que su hija de apenas 12 años perforara el cráneo de un paciente; el caso recorre el mundo
La comunidad médica internacional quedó perpleja tras conocerse que una cirujana permitió a su hija menor participar en una compleja operación quirúrgica en Austria.
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Un caso que ha sacudido a Austria y atraído la atención internacional dejó en evidencia una conducta que muchos consideran increíblemente irresponsable.
Una neurocirujana del Hospital Regional de Graz permitió que su hija, una menor de tan solo 12 años, participara en una cirugía de emergencia, usando un taladro para perforar el cráneo de un paciente.
La noticia fue divulgada inicialmente por el diario Kronen Zeitung y generó indignación tanto entre profesionales de la salud como en la sociedad.
De acuerdo con la fiscal del caso, Julia Steiner, la doctora llevó a la niña al quirófano, le explicó cómo funcionaba la herramienta y la dejó intervenir sin supervisión directa.

Durante el procedimiento, la cirujana incluso habría felicitado a su hija por su desempeño, lo que provocó rechazo entre los miembros del equipo médico.
“La acusada mostró una increíble falta de respeto hacia la paciente y hacia sus propios colegas”, afirmó Steiner durante la audiencia, subrayando la gravedad de la situación.
La operación ocurrió hace más de un año, pero la noticia se ha mantenido vigente debido al impacto ético y legal que representa, el personal del hospital expresó su sorpresa y preocupación por la decisión de la profesional, ya que nunca antes se había registrado un caso similar en el país, y advierten sobre la posible desconfianza que podría generar en pacientes futuros.
Las consecuencias legales que repercutieron
La doctora enfrenta cargos graves por negligencia médica, mientras el director del hospital, Stefan Wolfsberger, confirmó que la profesional admitió los hechos al ser confrontada.
“Me dijo que sí, que su hija había perforado el cráneo del paciente. Este caso ha dañado la reputación de nuestra clínica; ahora los pacientes tienen miedo”, declaró Wolfsberger.

La cirujana, por su parte, calificó su decisión como un error ético y moral, aunque insistió en que la menor nunca actuó completamente sola.
“Al final, todos podemos sentirnos satisfechos con el resultado de la operación”, señaló ante el tribunal, declaraciones que generaron más controversia entre la opinión pública y el personal médico.
El incidente no solo ha provocado indignación, sino que también ha reabierto el debate sobre la supervisión profesional en quirófanos y los límites éticos de la participación de menores en procedimientos médicos. Las repercusiones legales y sociales del caso aún están por definirse y muchos esperan que sirva como advertencia sobre la importancia de la responsabilidad y la ética en la práctica médica.