Escándalo por legalización de carros de contrabando en Bolivia

El próximo primero de julio vence en Bolivia una llamativa amnistía decretada por el presidente de ese país, Evo Morales: los autos de contrabando que ruedan por las calles bolivianas podrán ser legalizados. La decisión se convirtió en todo un escándalo.
 
Según la Aduana Nacional, en los primeros diez días de este perdón y olvido se registraron 70.248 vehículos "chutos", como llaman en Bolivia a los ilegales, a los que habría que sumar unos 6.000 que presentaron en forma incorrecta la solicitud de legalización.
 
El escándalo no radica solo en la decisión del presidente Morales, sino en sus argumentos. Según el mandatario, los "chutos" son comprados por "gente pobre" que busca "mejorar su estatus" y los prefieren porque son baratos. "Todos tenemos derecho a tener nuestro auto", aseguró el presidente.
 
La medida es controvertida a los ojos de los países vecinos. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, cartera dirigida por Antonio Patriota, incluyó en su página oficial un artículo crítico sobre la situación. Allí se afirma que Bolivia “legaliza el robo”.
 
“Morales alienta abiertamente, sin reclamos, un complejo sistema de ilegalidades que da ganancias y mercado a los ladrones, beneficiarios y una amplia gama de criminales muchos de ellos operando directamente desde las cárceles. La peligrosa concesión puede hundir aún más al continente en el laberinto de la ilegalidad y del subdesarrollo”, dice la publicación.
 
La decisión preocupa a los países vecinos, dado que los automóviles robados en sus territorios terminan en Bolivia. La amnistía puso a la policía y a las aduanas de Brasil, Perú, Chile, Paraguay y Argentina prácticamente en una carrera contrarreloj para evitar que aumente el número de autos que cruzan las fronteras con destino a Bolivia.
 
Según medios internacionales, en los últimos días se han disparado los reportes de la policía que revelan que bandas internacionales de ladrones de autos quieren aprovechar la oportunidad para movilizar su parte automotor y legalizarlo en territorio boliviano.
 
En Bolivia, la cifra de vehículos ilegales es ocho veces mayor que los 10.000 que las autoridades dijeron que había y cercana a los 100.000 que calcularon los sindicatos de transportadores de ese país.
 
Con EFE.