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HABLA EL N°1 DE NICARAGUA

En dialogo exclusivo para SEMANA, el máximo dirigente sandinista analiza los principales problemas que encara el actual proceso nicaraguense.

7 de marzo de 1983

De 52 años, Tomás Borge es uno de los nueve comandantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional, así cotno una de las figuras históricas de la revolución nicaraguense. Desde la caída de Somoza el desempena el cargo de ministro del Interior. La entrevista fue realizada por Alvaro Osorio Mejía para SEMANA.
SEMANA.: Comandante, ¿qué significado tienen la economía mixta y el pluralismo político en el Estado nicaraguense?
Tomás Borge.: Hay que señalar en primer término que la economía mixta y el pluralismo político se dan, no en general sino dentro de una revolución. No es lo mismo la economía mixta dentro de una revolución que dentro de un Estado no revolucionario. Igualmente el pluralismo político; es decir son dos cosas entre dos Estados, uno revolucionario y otro no revolucionario, semejantes pero colocados en dimensiones distintas. Por ejemplo, en Venezuela el sector estatal es mucho más grande que en Nicaragua, sin embargo, a pesar de que en Nicaragua el sector estatal, el control oficial sobre la producción y los servicios, es más reducido, no se puede establecer comparación para identificarlos a plenitud. En Venezuela nadie insiste y nadie pregunta sobre la economía mixta, se da como un hecho y en Nicaragua siendo el sector estatal más reducido que en Venezuela es una insistencia permanente de parte de nuestros periodistas amigos y de otros amigos interrogarnos acerca de la economía mixta.
Igual sobre el pluralismo político. En Nicaragua existe hoy una serie de partidos políticos otros han desaparecido y probablemente no volverán a aparecer porque son obsoletos desde el punto de vista histórico. No hay duda que el partido Liberal Nacionalista de Somoza quedó enterrado con los restos del dictador, pero subsisten algunos partidos políticos como el Conservador, el Social cristiano, el Liberal Independiente, y otras agrupaciones políticas. Pero esta subsistencia de estos partidos está enclavada dentro de una realidad concreta: en Nicaragua hubo un desplazamiento serio, cualitativo, de las clases en el poder.
S.: ¿La economía mixta se mantendrá en Nicaragua o el gobierno se apoderará de la economía que, como ustedes dicen, es del pueblo? T.B.: Nosotros tenemos un proyecto político que incluye la permanencia de la economía mixta y el pluralismo político. No está dentro de nuestro proyecto eliminar estas dos características. Naturalmente que el espacio de cada uno de esos aspectos dependerá de las contradicciones internas que se produzcan en el país, lo mismo que las contradicciones que tenga la revolución con sus enemigos externos. Nosotros no nos proponemos eliminar el partido Conservador, pero podría ocurrir que el partido Conservador, o los elementos que lo integran, comiencen a conspirar y entonces se marginen de la ley. Esto puede hacerlos desaparecer del escenário político, no por que nosotros queramos, sino porque ellos adopten un camino que entre en una contradicción tan antagónica con el proceso revolucionario que se automarginen de la vida nacional.
Pero mientras los partidos políticos de Nicaragua, adversarios al proceso o al gobierno revolucionario, estén dentro de las reglas de juego que señala el pluralismo político, ellos podrían subsistir y subsistirán en la medida en que haya sectores de nuestro pueblo que los respalden.
S.: ¿Qué se está haciendo en Nicaragua para preparar las elecciones de 1985?
T.B.: Hay algunos proyectos de ley que están siendo discutidos; la ley de partidos políticos cuyo anteproyecto fue publicitado en Nicaragua y que no coincide propiamente con los criterios del Frente Sandinista porque establece unas limitaciones que no nos parecen correctas desde el punto de vista del derecho consuetudinario a nivel internacional. No se puede plantear una ley de partidos políticos donde se le niegue a estos partidos la opción al poder.
Tengo entendido que en esta ley, al menos, no se señala de una manera expresa la opción que tengan estos partidos para llegar al poder. Y otras cuestiones que seguramente van a ser ampliamente discutidas por los partidos políticos de este país y por el pueblo nicaraguense, porque será éste quien determine los procedimientos y el contenido de las leyes vinculadas al proceso electoral.
También se está elaborando un proyecto de ley electoral y el primer paso que se ha dado en este sentido, ha sido la organización de una comisión que visitará numerosos países de América y Europa, con el fin de conocer legislación electoral, no con el propósito de implantar aquí mecánicamente una ley de otros países, sino para tener en cuenta las experiencias en esos paises y encontrar aquí, en la medida de nuestras posibilidades, y de acuerdo con nuestra realidad, una ley electoral que se adapte a las condiciones históricas del proceso revolucionario.
S.: ¿Qué pasaría si alguno de los partidos tradicionales o de los fundados recientemente, obtiene el triunfo en las elecciones o por lo menos adquiere un poder importante?
T.B.: La posibilidad de que un partido político que no sea el Frente Sandinista obtenga una mayoría para tomar el poder es algo que nosotros descartamos por razones elementales del análisis histórico. Dejaríamos de creer en el género humano si el pueblo nicaraguense vota en un proceso electoral el retorno al pasado. Aunque las contradicciones de clase en nuestro país se expresen de una manera clara, las grandes masas, los obreros y los campesinos, sin duda alguna van a definir sobre sus propios intereses y no por los intereses de las clases que los han explotado a lo largo de nuestra historia.
S.: ¿Cómo se está enfrentando el Frente Sandinista al bloqueo economico?
T.B.: No ha habido en la historia humana una revolución que marche por una avenida amplia, sin obstáculos, que no tenga que enfrentarse a los valladares, a los obstáculos que ponen los enemigos de los pueblos, el imperialismo y las clases desalojadas del poder. Dentro de las formas en que se expresa la contrarrevolución está el bloqueo económico, el cerco económico, las agresiones económicas, para no mencionar otros tipos de agresiones. Nosotros hemos sido víctimas y seguiremos siéndolo en el futuro. Se nos han cortado créditos, algunos de ellos torpemente, como el caso del trigo. Se nos cortó la cuota de trigo que dio como resultado inevitable que en lugar de comprar trigo, nos donaran trigo y así nosotros conservamos la dignidad y el trigo.
Ya empezamos a tener dificultades con la adquisición de insumos en los Estados Unidos, repuestos, materias industriales para alimentar el desarrollo industrial y para la agricultura, lo mismo que para la exportación de algunos de nuestros productos. Esto implica diversificar nuestras exportaciones y buscar esos insumos en otras latitudes.
S.: ¿Eso explica que el costo de vida en Nicaragua haya aumentado en los últimos años?
T.B.: El mundo ya no es tan ancho ni tan ajeno y hay numerosos países que no se suman a las agresiones del imperialismo, incluyendo países de América Latina que han adoptado una posición en general digna frente al gobierno norteamericano. Desde luego que estas agresiones y la destrucción de que fue victima nuestro país, y la descapitalización de que fuímos víctimas, han colocado a Nicaragua en una crisis que no se diferencia en aspectos superficiales a las demás que están viviendo países de América Latina. El costo de vida ha subido en Nicaragua pero no más que en otros países. Aquí hay abundancia de productos de primera necesidad.
Por ejemplo, muchos costaricenses vienen a Nicaragua a comprar cosas para llevarse a Costa Rica. La carne aquí es mucho más barata que en el resto de América Latina incluyendo países que son exportadores de carne.
S.: ¿Qué función tiene la Junta de Gobierno dentro del Estado nicaraguense?
T.B.: En primer lugar, se han descentralizado las funciones instituyendo juntas regionales y esto obedece a la necesidad de racionalizar los recursos y la capacidad administrativa del Estado. La Junta de Reconstrucción Nacional es el gobierno de este país, el gobierno que puso la dirección nacional para dirigir el aparato administrativo del Estado y para representar a Nicaragua. Las Juntas de Reconstrucción municipales están destinadas a tener determinado grado de autonomía dentro del desarrollo; es decir, a tomar sus propias iniciativas dentro del proceso que está preestablecido, a desarrollar programas en cada región dirigidos desde un eje central que es la Junta de Gobierno, pero teniendo un marco de autonomía que les permita no depender burocráticamente del gobierno.
S.: Comandante, ¿cuál es la participación de la Iglesa en el gobierno y cuáles son las relaciones con el clero de Nicaragua?
T.B.: En Nicaragua no sólo ha habido libertad religiosa sino una participación militante de importantes sectores cristianos al lado del proceso revolucionario. Esto se expresa en términos prácticos con la participación de sacerdotes como ministros de Estado y la ubicación de otros sacerdotes en distintas instancias políticas y gubernamentales. Por ejemplo, el padre Fernando Cardenal es el presidente de la Juventud Sandinista y fue el principal promotor de la campaña de alfabetización; el padre Fernando Cardenal es jesuita. Hay representaciones diplomáticas como la del ministro de Relaciones Exteriores que es el padre Miguel D'escoto; está el embajador en la OEA, que es Humberto Parrales, y la participación a nivel de masas de los cristianos dentro del proceso.
Pero esto no niega el hecho de que haya sectores de la Iglesia, de la alta jerarquía, especialmente el arzobispo de Managua, que mantiene una actitud en contra de la revolución. Estos han sido instrumentalizados desde el punto político, para ponerlos en contra de la revolución. Ha sido utilizado el factor religioso inútilmente, porque la realidad es demasiado obvia para hacer creer ante los ojos del mundo que aquí hay persecución religiosa.
Se ha afirmado internacionalmente que hay sacerdotes presos y que hay persecución religiosa en nuestro país, lo que no es más que una burda mentira para desacreditar a la revolución en el exterior.
S.: Comandante ¿por qué cierran tanto el periódico "La Prensa?
T.B.: Hay en Nicaragua un estado de emergencia, lo cual implica un control sobre los medios de prensa por razones de seguridad nacional. Esta no es una medida nueva en América Latina. Claro que aquí se da dentro de un proceso revolucionario, lo cual cambia cualitativamente las cosas. Nuestro país está siendo agredido constantemente por el imperialismo, por las bandas de contrarrevolucionarios. Tales campañas es preciso controlarlas para evitar el deterioro del poder revolucionario. Dentro de este contexto es que hay un amplio control para los medios de comunicación.
Se está elaborando una ley que va a ser discutida próximamente en el Consejo de Estado, para formar todavia de una manera más apegada a la legalidad revolucionaria esta situación. Algunas veces "La Prensa" ha sido cerrada por diferentes razones. Recuerdo una de ellas: un ultraje que hicieron a la memoria del comandante y fundador del Frente Sandinista, Carlos Fonseca, cosa que es intolerable para el pueblo nicaraguense. Hubo inclusive una manifestación en frente de las instalaciones del diario "La Prensa" que fue repelida a balazos desde las instalaciones de ese periódico, lo que condujo a que un compañero fuese herido por los celadores del diario.
S.: Entonces, ¿hay libertad de expresión?
T.B.: Aquí hay libertad de expresión, por primera vez en Nicaragua, de una forma amplia, porque amplios sectores del pueblo tienen acceso a los medios de comunicación.
S.: ¿Esta experiencia de la revolución sandinista repercutirá en la lucha que libran otros grupos en América Latina?
T.B.: Desde nuestra propia visión, en Nicaragua se ha producido un proceso que es indetenible y que no va a repetirse de una manera exacta en ningún país de América Latina. Nosotros se lo decimos a los compañeros revolucionarios de otros países, que no tienen por qué repetir mecánicamente nuestras propias experiencias, sino tenerlas en cuenta, como nosotros hemos tenido en cuenta las experiencias de otros pueblos, y aplicarlas en la realidad concreta de su país.
S.: Los nicaraguenses que no están de acuerdo con esta revolución dicen que el sandinismo no sacó a relucir sus ideas marxistas-leninistas en la lucha contra Somoza...
T.B.: Carlos Fonseca, y usted puede leerlo en sus escritos, se confesó siempre marxista-leninista y amigo del socialismo. Ha sido más bien el desarrollo del proceso lo que le ha dado un sello muy nacional a la lucha revolucionaria de nuestro país. Ningún dirigente del frente Sandinista, salvo algunas excepciones que se han hecho contrapelo de la verdad, han dicho que son marxistas-leninistas. Decimos que tenemos una revolución dentro de las condiciones particulares de nuestro país, con sus propias características, con su sello individual, pero teniendo en cuenta las experiencias revolucionarias de otros pueblos.
S.: Hay aquí maestros cubanos y de otros países. ¿Cuál es el concepto de la colaboración internacional para Nicaragua?
T.B.: Necesitamos muchos maestros, porque este es un país ayuno de maestros. Necesitamos muchos médicos, porque hemos sacado muy pocos médicos y los pocos que habían, irresponsablemente se fueron de Nicaragua. El aporte que ha dado Cuba en este sentido ha sido extraordinario. Pero, no solamente han venido médicos y maestros cubanos, han venido de muchos paises, incluyendo a los Estados Unidos, México, Venezuela, y algunos países europeos. Casi estoy seguro que también han venido internacionalistas colombianos a Nicaragua. De tal manera que Cuba ha dado la mayor cuota del internacionalismo, pero no ha tenido el monopolio de la solidaridad.
S.: Comparativamente con otras revoluciones ¿Cuáles son las características de la revolución sandinista?:
T.B.: Tener una revolución totalmente original es imposible. Sin embargo, lo es en el sentido que la nuestra tiene características que la diferencian de otras. En Nicaragua existe un proyecto estratégico de economía mixta y pluralismo político en la medida que el mar de contradicciones lo permite. Nuestras posiciones en las Naciones Unidas han sido de no alineamiento, pero algunos piensan que el no alineamiento (y los yanquis entre otros) consiste en estar al lado de los Estados Unidos.
Cuando se produjo el problema de Afganistán, aqui vino un grupo de congresistas y funcionarios de los Estados Unidos al tratar de ganar el apoyo nuestro para su país en su posición hacia Afganistán. Nos pedían en aras del no alineamiento, que nosotros no nos alineáramos y apoyáramos a los Estados Unidos. Aquí no vinieron los soviéticos a pedirnos que tomaramos determinada posición. Nosotros adoptamos una verdadera posición de no alineamiento absteniéndonos de votar, pero razonando nuestras posiciones.
Aquí se ha erradicado definitivamente la pena de muerte. No hacemos con esto ninguna critica a las medidas adoptadas contra los criminales que masacraron a los pueblos en otros continentes o en el nuestro. Nosotros decidimos, por razones de principios y de acuerdo a la filosofía sandinista especialmente expresada por Carlos Fonseca, no implantar aqui la pena de muerte.
Hemos tenido una alianza estratégica con amplios sectores del cristianismo y por razones tácticas lo hicimos porque dependia en gran parte de nuestra posición amplia en otros sentidos, como las alianzas políticas para abrir las perspectivas de la lucha popular.
Esta posición nuestra ha afectado la conducta de otros procesos revolucionarios sin que se identifiquen a plenitud con nuestras posiciones. Hemos conversado con dirigentes revolucionarios de América Latina, entre ellos con Pascal Allende y han adoptado posiciones mucho más amplias, menos inflexibles, que eran especies de camisas de fuerza para el desarrollo del proceso revolucionario. Hemos procurado así aportar nuestro grano de arena a la revolución latinoamericana.
S.: ¿Y la contrarrevolución?
T.B.: La contrarrevolución si es menos original, porque las experiencias históricas se repiten y la terquedad del imperialismo de utilizar determinados métodos, que ha perfeccionado, se mantienen intactos. La revolución mexicana sufrió parecido tipo de agresiones, la bolchevique también, y las revoluciones africanas han sido y siguen siendo víctimas de las bandas contrarrevolucionarias con un estilo que ha creado el imperialismo.
Vino la experiencia de Cuba, que atrasó bastante el desarrollo de la economía cubana. Igualmente ocurre en Mozambique, en Afganistán, en Angola, donde las bandas constituyen el mayor problema. Nicaragua poco después de la victoria comenzó a ser amenazada, quisieron chantajearnos, llegó el bloqueo económico y finalmente las bandas contrarrevolucionarias. Es una repetición mecánica de lo que pasa en Africa. Aquí está a punto de sucederse una especie de Playa Girón multiplicada. A Playa Girón llegaron 3 mil hombres, pero llegaron a una isla y se enfrentaron como un ejército regular a las milicias populares de Cuba. Aquí hay más de 7 mil ex guardias nacionales y elementos que se les han sumado, que han estado instigando a la revolución para en cualquier momento agredir en masa a nuestro país, pero no en la forma en que lo hicieron en Cuba sino con grupos irregulares dirigidos de una manera planificada y con un alto nivel de entrenamiento y de convicción militar que no se produjo en Cuba. En Cuba desembarcaron en masa y fueron repelidos en 72 horas. Sin embargo, después de la agresión de Playa Girón surgieron las bandas contrarrevolucionarias en el Escambray.
Si aquí vinieran en masa sería fácil liquidar una agresión, pero las incursiones y la infiltración con una dirección militar bien formada constituye un verdadero problema para nosotros. En algún determinado momento nos veremos obligados a utilizar, no las fuerzas que utilizamos en este momento, sino de todo el pueblo para enfrentarnos a esa situación. Es un problema que tenemos que solucionar en su momento con la participación de las masas a nivel de decenas de miles de hombres y con el uso de determinadas tácticas en esta lucha.
S.: ¿Tiene posibilidades la contrarrevolución de permear algunos sectores de la población?
T.B.: Los ha permeado. Los habitantes de Zelaya norte han sido permeados y han sido ganados por la contrarrevolución. Por el atraso que poseen estos nicaraguenses, conocidos como los miskitos, han sido convencidos. Su principal dirigente (se refiere a Brooklyn Rivera S.) se vendió a la gente de Somoza y nosotros por razones de principios no quisimos comprarlos. Este hombre ha ejercido una total influencia sobre su población.
Nosotros fuimos torpes en el manejo de la situación, no utilizamos los servicios de lós antropólogos, que son los que conocen los problemas étnicos y nos hubieran ilustrado la forma de manejar la situación, excesos que han cometido nuestras fuerzas, desesperación ante la impotencia para solucionar determinadas situaciones, en fin; una serie de factores de desconocimiento de la región que está aislada.
De tal manera que muchos miskitos se han sumado a la contrarrevolución, lo cual necesariamente ha encontrado respuesta por medio de la represión revolucionaria. Esta es una situación conflictiva que se prolongará por mucho tiempo a pesar de la política de la revolución de darle a los miskitos el mejor trato posible, de incorporarlos a plenitud como nicaraguenses. Aparte de eso hay varias zonas del país, donde impera el terror contrarrevolucionario que ha hecho que la población se sume a la contrarrevolución independientemente de la utilización de la propaganda ideológica, las calumnias, que son creídas por estos sectores.
S.: ¿Dónde afecta más la acción de la contra?
T.B.: Hay dos formas concretas: las bandas contrarrevolucionarias y la actitud ideológica. Esta última se expresa en la cuestión religiosa que ha querido ser manipulada, y lo ha sido en gran medida, para provocar una contradicción revolución-religión. Eso no ha tenido un terreno fértil por la política cuidadosa y amplia del Frente, respetuosa de las tradiciones religiosas de nuestro pueblo porque se ha desarrollado aquí una descomunal campaña religiosa tendiente, a que tenga consecuencias políticas. Por ejemplo, se han multiplicado en Nicaragua las sectas religiosas con carácter contrarrevolucionario, que predican el desconocimiento del himno, de la bandera, que incitan a la no participación en las milicias y en las organizaciones de masas. Han ejercido una influencia en los sectores atrasados de la población. Esto aparte de las prédicas anticomunistas que tratan de hacer creer que nosotros estamos en últimas encaminándonos a terminar con las creencias religiosas de nuestro pueblo, lo que es totalmente falso.
S.: ¿Qué matices hay en la contrarrevolución?
T.B.: Por un lado la Guardia, que es el elemento armado de la burguesía en este país y que tiene sus propias características. Por otro lado, los sectores que encabeza Alfonso Robelo y Edén Pastora, que sienten una simpatía vergonzante por los ex guardias nacionales y que no se atreven a decir de una manera abierta que tienen alianzas con ellos. Mas nosotros sabemos que sí las tienen. No son más que una especie de arco iris que forman un conjunto contrarrevolucionario que tiene distintos colores pero que se propone un mismo fin. Son cartas de reserva del imperialismo, que constituyen un extremo de la misma familia contrarrevolucionaria.
Inclusive la CIA he hecho esfuerzos de integrarlos, lo que no ha sido posible porque entre ellos hay cierto tipo de contradicciones. Edén Pastora y Alfonso Robelo consideran que el uso que hace el imperialismo de los ex guardias nacionales, es torpe. Ellos consideran que el pueblo nicaraguense odia a la Guardia Nacional y, que por tanto, la carta que están usando para liquidar la revolución no es la más conveniente; que deberían usarlos a ellos, que ellos deberían ser los jefes y utilizar a los ex guardias de una manera más cuidadosa. Esas son las diferencias formales que existen en la familia de la contrarrevolución.--
El otro punto de vista
Dentro de una amplia gira de dos meses que lo llevará por países caribeños, del Pacto Andino, de Europa y a Estados Unidos, llegó a Colombia el 31 de enero, Edén Pastora, el popular ex Comandante Cero. Declarando que el objeto de su visita era concitar la solidaridad del pueblo colombiano para su causa, Pastora concedió una rueda de prensa en el Hotel Tequendama de Bogota, en compañía de Brooklyn Rivera, líder de la organización indígena "Miskitos, Sumos y Ramas "(Misurasata).
Hablando a nombre de la opositora "Alianza Revolucionaria Democrática" (ARDE), de la cual es parte como representante del "Frente Revolucionario Sandino", Pastora dijo que su país se hallaba "sumido en un desgobierno igual al de Somoza "dada la errada orientación de la dirección nacional sandinista", la cual abandonó el concepto de la "polidependencia" para alinearse "con el campo soviético". Caracterizó al regimen actual de Nicaragua como una "dictadura stalinista que acabó con la libertad de prensa, practica la calumnia, la tortura, que censura la prensa y no realiza elecciones libres".
Pastora había roto con el gobierno sandinista desde el 15 de abril del año pasado, cuando leyó una larga declaración ante una nutrida audiencia de periodistas en un lujoso hotel de San José, Costa Rica. En esa oportunidad amenazó con "echar a balazos" al gobierno revolucionario de Nicaragua y denunció "los decomisos, expropiaciones y confiscaciones" de tierras y fábricas que este gobierno estaba practicando. Diez meses atrás, Pastora había renunciado a su puesto de viceministro de Defensa y de director de las Milicias Populares Sandinistas, alegando que se iría a luchar en otras tierras en favor de los oprimidos, siguiendo la tradición internacionalista de Ernesto Che Guevara. En realidad, se trasladó a Costa Rica a organizar su grupo opositor.
Pastora fue una figura muy popular y querida en su país. Jugó un importante papel en la lucha arrnada de los sandinistas contra la dictadura de Somoza, desde la década de los cincuenta, siendo arrestado por ello en 1967, de donde salió un mes más tarde a trabajar con campesinos de Matagalpa y Jinotega.
Cuando regresó del exilio lo hizo bajo la denominación de "Comandante Cero" del famoso asalto del 22 de agosto de 1978 contra el Palacio Nacional, que finalmente logró la excarcelación de varios líderes y activistas del movimiento sandinista.
Durante la etapa final de la lucha contra la dictadura Pastora fue el comandante militar del Frente Sur.
Sin emhargo el período que abrió el triunfo revolucionario del 19 de julio de 1979 no le fue favorable.
Calificado por quienes lo conocieron en las lides guerrilleras como un hombre más de acción que de pensamiento, y con propensiones hacia el caudillismo, al Comandante Cero le fueron confiados cargos públicos bajo el poder sandinista, que él consideró de segunda importancia, lo que probablemente lo llevó a desilusionarse del proceso.
Ahora el ex Comandante es visto como el Huber Matos nicaraguense, empenado en cambiar el curso de una revolución que ayudó a realizar. Su viraje se da cuando ésta se radicaliza, lo que lo lleva a acusar al sandinismo de "nacionalizar a lo loco empresas privadas".
"Somos la tercera vía para pacificar a Centroamérica" proclamó en Bogotá, añadiendo que, no obstante, su meta no era llegar al poder sino hacer que la revolución "vuelva a su curso original", lo que según él supone "sacar los ejércitos extranjeros de búlgaros, cubanos, soviéticos, alemanes y norcoreanos que sostienen el gobierno dictatorial" y terminar con la "economía marxista, que nos está convirtiendo en mendigos del mundo".
Tratando de diferenciarse de sus declaraciones iniciales, en esta ocasión enfatizó que su lucha era "esencialmente política", que no tenía lazos con los campos antisandinistas recientemente descubiertos en Costa Rica, y que no disponía de un solo hombre armado. Sin embargo, afirmó que si para lograr sus objetivos "tenía que asaltar el poder, lo vamos a hacer".
La visita de Pastora fue seguida, dos días después, por la llegada a Bogotá de una delegación de la "Coordinadora Democrática Ramiro Sacasa", integrada por representantes del partido Social Cristiano Nicaraguense, Social Demócrata de Nicaragua, actualmente también en oposición al gobierno sandinista.