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LA LEY DEL TALION

Israelíes y palestinos se enfrentan en el sur del Líbano y las conversaciones de paz se ven amenazadas.

23 de marzo de 1992

CUANDO SE ACERCAN las elecciones israelíes, suele presentarse una ola de violencia. Y si a ello se suman las negociaciones entre árabes e israelíes, que tienen enemigos a ambos lados, el resultado es explosivo. Lo anterior pareció confirmarse la semana pasada, cuando se elevó la temperatura de la zona limítrofe entre Líbano e Israel.
El primer hecho se presentó en una base israelí de Galed, cerca de la ribera oeste del Jordán. " Guerrilleros palestinos" se introdujeron y dieron muerte antes de escapar a tres soldados israelíes, dos de los cuales eran inmigrantes soviéticos que llevaban sólo unas semanas en servicio.
El ministro de Defensa israelí Moshe Arens acusó a Al Fatah, brazo armado de la OLP. Esta negó su responsabilidad y aseguró que los atacantes no eran guerrilleros sino civiles en ejercicio de su derecho de resistir la ocupación extranjera. EI representante palestino en las negociaciones de paz, Feissal al-Husseini, dijo que el ataque era resultado de la represión desatada por Israel, y que sólo éste era responsable de las consecuencias.
La respuesta israelí fue tan rápida como contundente. El jeque Abbas Musawi acababa de pronunciar un discurso antinorteamericano en Jibchit, en el sur del Líbano. El dirigente del Partido de Dios (Hezbollah) abordó su Mercedes-Benz junto con su esposa y su hijo menor, y acompañado por cinco vehículos más se dirigió hacia el norte. Pocos minutos después, dos helicópteros israelíes se lanzaron sobre ellos disparando cohetes. La familia murió quemada en su vehículo y por lo menos seis de los guardaespaldas también perecieron. Dieciocho personas más recibieron heridas.
La corta diferencia ( 16 horas) entre los dos hechos, hizo pensar a los analistas que no podía haber relación entre uno y otro. Por su misma naturaleza, un ataque como el perpetrado contra Musawi requiere una preparación muy detallada. Pero Arens la anunció como "un mensaje a todas las organizaciones terroristas".
Musawi era un héroe para muchos palestinos, pero un símbolo de] terror para los israelíes. En 1990 había sido elegido líder de Hezbollah, el instrumento de Irán para exportar su revolución fundamentalista. El movimiento lucha por la destrucción del Estado de Israel y ha reivindicado la destrucción de la embajada norteamericana en Beirut en 1983 y de una base francesa en Líbano. Trambién se le señala en la ola de secuestros de occidentales.
Después del funeral, en que juraron vengar a su líder, los guerrilleros de Hezbollah lanzaron una andanada de cohetes Katiushka contra el norte de Israel, y el ejército de este país se lanzó en respuesta al interior del Líbano. Los Estados Unidos y otras naciones pidieron prudencia, por el eventual fracaso de las reuniones de paz a reanudarse en Washington. Al final de la semana la escasa reacción árabe pareció demostrar que la importancia de Hezbollah está en baja.
En Israel el ataque debería extremar el guerrerismo de cara a las elecciones parlamentarias del 23 de julio. Un ataque de esta naturaleza fortalecería la posición de un político de línea dura como el primer ministro Yitzhak Shamir. Pero una respuesta débil podría producir el efecto contrario. Por esa razón, los observadores señalaron que la respuesta israelí tendría tanto ingredientes estratégicos como políticos.
En cualquier caso, la paz de la región está de nuevo en entredicho y no se descarta que la cadena de incidentes desemboque en un enfrentamiento de grandes proporciones, en el que el gobierno libanés podría perder todo lo que ha avanzado hacia la protección de su soberanía. La invasión israelí pondría a prueba las incipientes fuerzas armadas libanesas, que por otra parte ya están combatiendo al lado de Hezbollah. -