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"LA REVOLUCION INFORMATICA TRANSFORMARA A COLOMBIA"

Jean Jacques Servan Schreiber, autor del popular "Desafío Americano" y presidente del Centro Mundial de Informática y Recursos Humanos, dialoga con el corresponsal de SEMANA en París, José Hernández...

21 de febrero de 1983

SEMANA.: ¿Cuál fue el proceso que dio origen a la asociación entre Colombia y el Centro Mundial de Informática y Recursos Humanos?
JEAN JACQUES SER VAN SCHREIBER.: El paso preliminar fue una excelente carta del presidente Belisario Betancur indicándome que él había hecho su campaña electoral--en lo que concierne a la educación en Colombia-sobre la idea de la "Universidad a distancia". Es decir cómo descentralizar todo el proceso de educación y de calificación de la población valiéndose de la tecnología moderna.
Este proyecto coincide con la misión del Centro Mundial que, como su nombre lo indica, busca poner los medios de la informática no solo a disposición de los robots y de los aparatos de producción sino al servicio de la formación y del desarrollo completo de las personas.
En su carta, el presidente me pedía crear una filial del Centro Mundial en Bogotá, para desarrollar los recursos humanos de Colombia y del conjunto de países andinos. Convencido, como nosotros, que la informática es la mejor vía para que los países del Tercer Mundo quemen etapas, el presidente colombiano envió a París, al ex presidente Pastrana, a tres de sus ministros, y así, en diez días, se definió el acuerdo de la asociación entre Colombia y el Centro Mundial.
Este acuerdo fue firmado en Bogotá, el 4 de diciembre pasado, entre el secretario general de la presidencia, señor Alfonso Ospina, y, el director del Centro, Nicholas Negroponte.
Enseguida--siempre a una velocidad extraordinaria--el presidente Betancur me invitó a ir a Bogotá para inaugurar oficialmente este acuerdo, notable por su ejemplaridad, por la velocidad fulgurante con la que fue llevado a cabo y por la inteligencia política y cultural del presidente, de su gobierno y, en mi opinión, del pueblo colombiano .
S.: ¿ Cuándo viajará usted a Bogotá?
J.J.S.S.: Mi viaje ha sido previsto del 26 al 28 de enero. Enseguida, iré a Toronto, Quebec y Otawa porque Canadá ha hecho, con nosotros, un acuerdo análogo al firmado por Colombia.
Eso muestra a que velocidad están evolucionando las cosas. La revolución cientifica, gracias a la informática, está irrigando todo el sistema de producción. El único antidoto contra el robot que está dejando sin trabajo a los hombres, es poner la informática al servicio de la información y de la capacitación de las poblaciones. Esta es, en Francia, la gran ambición del presidente Mitterrand. Lo que me parece extraordinario es comprobar que esta intuición política y cultural del presidente francés, coincida exactamente con la intuición política y cultural del presidente colombiano.
Por esto, Francois Mitterrand--a quien transmití las dos cartas del presidente Betancur-me expresó su reconocimiento y su admiración por el gesto del presidente de Colombia. Es más, desde ahora le puedo informar que el Presidente Mitterrand enviará, por mi intermedio, una carta al presidente Betancur.
Esta alianza, este matrimonio cultural, científico, e intelectual entre un país industrializado, como Francia, y un país en pleno desarrollo, como Colombia, es en realidad un ejemplo para todo lo que debemos hacer en el resto del mundo.
S.: ¿Cómo se traducirá, en lo inmediato, esteacuerdo?
J.J.S.S.: En 1983, varios sabios y científicos colombianos, escogidos en su país, serán enviados a nuestro centro para trabajar con nuestros equipos. En Colombia, entre tanto, se organizará el centro de informática y de recursos humanos. Creo que el presidente Betancur, con la rapidez que lo caracteriza, ya ha escogido el edificio que se encuentra, según he visto en una foto, enfrente del Palacio Presidencial.
S.: ¿Qué significa, para un país como Colombia, entrar en la era de la informática?
J.J.S.S.: Colombia como el resto del mundo se encuentra confrontado a una revolución histórica extraordinaria: hasta ahora, lo que atraía las inversiones de las sociedades industriales hacia los países del Tercer Mundo era "la mano de obra barata". Hoy, eso ya no tiene ningún sentido, por una razón simple: no existe, en ninguna parte, una mano de obra--por barata que sea--capaz de competir con los robots. Los robots trabajan día y noche, sin salario, sin seguridad social y sin fatiga.
Las inversiones, en tales circunstancias, se dirigirán hacia los países cuya mano de obra será altamente capacitada.
Por este motivo nosotros pensamos que la única inversión que vale, actualmente, en Francia, Japón, Colombia o Brasil, es la formación y capacitación de sus poblaciones. Y la ciencia informatica lo permite. Esto es, precisamente, lo que vamos a hacer con Colombia. Esto es lo que ya llevamos a cabo en Senegal y lo que nos proponemos efectuar en Singapur, Pakistán y otros quince paises que han pedido asociarse al Centro Mundial.
Colombia ha sido más veloz que los otros y es, a partir de Colombia, que se formará un núcleo capaz de abrir una puerta hacia el futuro de los países andinos.
S.: ¿ Que representa y que espera el Centro Mundial del Centro Informático Colombiano?
J.J.S.S.: El Centro Mundial de París fue creado con el fín de lanzar una vasta red de centros que apliquen la informática a los recursos humanos para tratar de salir de la crisis. Yo creo, en efecto, que en la carrera entre los computadores y los hombres, deben ser los hombres quienes deben servirse rápidamente de esa ciencia para su propio desarrollo y su propia creatividad.
El centro de París no tiene, sin embargo, la pretensión de resolver solo la crisis mundial. El centro mundial es, únicamente, el corazón de un gran sistema y Colombia es el ejemplo- tipo de los centros que se van a crear en 1983.
Además del centro colombiano habrá otro en Canadá, dos o tres en los Estados Unidos, uno en Japón... De esta manera, se inaugurarán de aquí a dos o tres años, unos veinte o treinta centros conectados, entre si, por medios electrónicos.
Esos centros constituirán, en realidad, una cadena de revitalización del mundo industrial y del tercer mundo confrontados de hecho a los mismos problemas. No se trata de saber si unos países venden fábricas y otros productos agrícolas, lo que si contará es saber cuales se han preocupado por la capacitación y la formación de sus poblaciones y cuales no.
S.: ¿Eso significa que los países pobres deben pensar de nuevo y rápidamente su proceso de desarrollo?
J.J.S.S.: Absolutamente. Los países pobres podrán aplicar la ciencia de la información personalizada a la agricultura --cambiando por completo sus rendimientos--a la salud, a la creación de productos industriales, lo que gracias al automatismo no necesitará mano de obra. En este sentido, habrá un desarrollo paralelo de los países denominados del Tercer Mundo y los países desarrollados que se encuentran actualmente en quiebra con enormes deficits y un desempleo que alcanza en Occidente unos 35 millones de personas.
La ciencia informativa permite igualar las oportunidades. Fíjese que si en 1982, los japoneses han fabricado quince millones de magnetoscopios- la demanda mundial-y catorce millones de carros--dos veces más que los Estados Unidos--es gracias a los robots.
Las mismas fábricas con robots surgirán en América Latina, en Africa o en Europa.
Nosotros debemos hacer pues, un esfuerzo colectivo de reflexión, de concepción y de planificación, pues podría ocurrir que los hombres remplazados por los robots, se conviertan en simple residuo. Por eso, todas las energías deben ser concentradas en la formación y la capacitación de las poblaciones, y en particular, de los jóvenes. Una lección que hemos extraído de nuestra experiencia con la informática es que son los jóvenes los mejores profesores. Ellos asimilan con facilidad esta nueva ciencia y la enseñán rápidamente a los adultos. En Colombia se producirá el mismo fenómeno.
S.: Con todo, ¿no le parece peligroso afirmar que la informática es la primera condición del desarrollo de los países del Tercer Mundo?
J.J.S.S.: Por el contrario, es la mejor manera de que el Tercer Mundo queme algunas etapas. Gracias a la utilización personalizada de la ciencia informatica, el Tercer Mundo puede esperar recorrer en una generación, lo que la vieja industria hubiera permitido en cinco generaciones.
Creo que es una suerte histórica enorme que hombres como el presidente Senghor, algunos responsables arabes y el presidente Betancur hayan comprendido, con una intuición fulgurante, que sus países se encuentran ante una oportunidad histórica inesperada.
Hasta hace cinco o seis años, nadie podía imaginar, en efecto, cómo el Tercer Mundo iba a lograr alcanzar en poco tiempo un desarrollo conveniente y a cesar de ser dominado por las potencias industriales.
S.: Los países industrializados conservan, sin embargo, serias ventajas: formación, infraestructura, capacidad financiera...
J.J.S.S.: Es necesario intentar que una población como la colombiana sepa servirse rápidamente de los medios informáticos. En este sentido, no hay mayor diferencia entre Francia y Colombia. Pocos franceses saben utilizar un computador. Hay, en cambio, muchos franceses que trabajan en la metalurgia, el textil y la industria automovilística, sectores que se encuentran en una quiebra histórica y deben pasar al estado informático.
Para mi ya no hay Tercer Mundo.
Hay, simplemente, mujeres y hombres --franceses, africanos o colombianos-que deben aprender una nueva ciencia.
S.: ¿No teme usted que los países pobres se conviertan en consumidores de los programas informáticos elaborados en los países industrializados?
J.J.S.S.: Comprendo el peligro que usted evoca. Es un peligro real cuando se exporta. Como lo hizo la IBM: programas ya elaborados. Nosotros deseamos ayudar a formar poblaciones locales con sus propios científicos y sus propios profesores.
En el Centro Informático de Senegal, por ejemplo, no hay ningún cientítico francés.
La calidad de la informática es que permite adaptarse a todas las culturas. Nosotros creemos que los programas que entran en los computadores deben ser elaborados en la lengua local por los científicos locales. Más aún, dentro de poco, los materiales mismos de los computadores podrán ser elaborados localmente puesto que no es difícil. Lo esencial, en todo caso, no es la máquina sino lo que hay dentro. El "logicial" no debe ser exportado pues de lo contrario se traduciría en una verdadera colonización del espíritu.
Por esto, los científicos colombianos trabajarán con franceses japoneses, árabes, africanos y norteamericanos que están en el centro. Pero enseguida regresarán para definir ellos mismos sus programas en español y en función de las necesidades de Colombia. -
EL CARNET DE JJSS
Jean Jacques Servan Schreiber, conocido en Francia por sus iniciales (JJSS) nació en 1924. Su carrera "pública " comienza a los 19 años, cuando, después de haber pasado el concurso de la Escuela Politécnica, decidió evadirse de la Francia ocupada para integrarse, como piloto, a las fuerzas francesas de De Gaulle. Tras la liberación, JJSS se instaló en Brasil y comenzó a escribir para "Le Mondel", periódico en el que trabajó, a su regreso a París, hasta 1953 cuando fundó el semanario "L'express". Movilizado de nuevo en 1956, Servan Schreiber participó en la guerra de Argelia, experiencia que relató en el libro "Teniente en Argelia" en el que denuncia la guerra y el colonialismo.
De regreso a la cabeza de L'express", JJSS analizó la transformación de las sociedades industriales europeas y las comparó con los Estados Unidos, reflexiones que plasmó, en 1967, en el libro "El Desafio Americano".
Elegido diputado radical en 1970, reelegido varias veces, fue nombrado "ministro de Reformas" en el primer gobierno de Valery Giscard D'Estaing.
En 1979, después de haber renunciado a su cargo y participando como presidente de la región francesa mas afectada por la crisis metalúrgica, JJSS creo el "Grupo de París" compuesto de árabes, europeos v japoneses, cuyos trabajos lo llevaron a escribir "El Desafio Mundial".
Servan Schreiber es, actualmente, el presidente del "Centro Mundial de Informática y Recursos Humanos" institución que fue fundada por iniciativá de Francois Mitterrand. -
LAS DOS CARTAS DE B.B.
SEMANA reproduce los principales párrafos de las cartas enviadas por el presidente Belisario Betancur al presidente del Centro Mundial. Los textos consultados en París se encontraban en francés.
Esta es, pues, la traducción realizada por SEMANA:
Bogotá, Octubre 12 de 1982 Señor Ministro:
Veo con preocupación cómo a nuestros paises, llamados por la generosa coqueteria internacional, "en vía de desarrolló" además de los problemas sociales y de infraestructura, se les imponen dificultades de acceso a la tecnología y a la ciencia, aumentando asi la distancia con los paises industrializados"
"Mi gobierno comparte la certidumbre que usted expresa acerca de que el progreso avanzado de la informática es la clave del futuro. Quisiera solicitarle que se constituya en Colombia una filial del Centro Mundial para América Latina. Estamos dispuestos a poner en juego lo necesario, tanto en lo técnico como en lo económico y a movilizar la voluntad del gobierno para esta vasta empresa"
"Esto será el catalizador que producirá los medios necesarios a fin de hacer frente al gran desafio del futuro"
Belisario Betancur
Bogotá, diciembre 4 de 1982.
Señor Ministro:
"Cuando me di cuenta del alcance de las realizaciones del Centro Mundial (informática y recursos humanos) tomé la decisión de organizar un prógrama de colaboración entre el Centro y Colombia"
"Solo el dominio de la informática y sus aplicaciones en la vida práctica, permirá a los paises del Tercer Mundo recuperar el tiempo perdido y desarrollarse rápidamente, cosa que sería imposible con los medios de que dispone actualmente".
"Nuestra experiencia nos ha demostrado que el abismo entre los paises del Tercer Mundo y los paises desarrollados se vuelve cada vez más infranqueable".
"Estoy muy satisfecho del acuerdo constructivo firmado, lo que constituye una marcha decisiva hacia el progreso por la tecnología. Nosotros contribuiremos a ese desarrollo que servirá de guia para las naciones similares a las nuestras.
"Le ruego perdonarme por mi deformación profesional de abogado. Nosotros estamos, creo, elaborando una nueva doctrina".
"Estas consideraciones han hecho nacer en nuestro espiritu la idea de un milagro, aqui, en Colombia: hacer funcionar nuestro sistema burocrático a la velocidad del rayo laser".
"Pienso que el momento más oportuno para su visita seria el del lanzamiento de los programas que conciernen a la educación y la salud, proyectos (que son) prioritarios".
Belisario Betancur -