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CUMBRE

Las ausencias de Chávez y Ortega: ¿entre la gavilla y la coherencia?

Como si estuviera concertado, los presidentes de Venezuela y Nicaragua se ausentaron. La negativa de EE. UU. de respaldar una declaración de solidaridad con Cuba y Argentina por las Malvinas, serían la causa de esta especie de 'gavilla' de última hora, ¿Qué significan las 'sillas vacías' que dejan, junto a la de Ecuador?

los enviados especiales, Cartagena
14 de abril de 2012

Los temores por la ausencia del presidente de Venezuela Hugo Chávez en la Cumbre de las Américas de Cartagena se cumplieron. Nicolás Maduro, canciller venezolano, confirmó la noticia desde la capital de Bolívar, y argumentó motivos de salud del mandatario para excusar su ausencia.
 
No fue la única. Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, otro de los que tenía reservada su silla, y había confirmado ocuparla, también se abstuvo de hacerlo.

Dos ausencias que se suman a la de Rafael Correa, presidente de Ecuador, el primero en bajarse del bus de la Cumbre de las Américas, por cuenta de la exclusión de Cuba de este escenario.
 
En consecuencia, del bloque de países de la llamada Alianza Bolivariana, ALBA, el único presente fue Evo Morales, presidente de Bolivia, a quien hace un mes el mandatario colombiano Juan Manuel Santos le había ofrecido un rol protagónico, el de clausurar la Cumbre de actores sociales, a cambio de medirse en un duelo futbolístico, que finalmente concentró la atención mediática de la jornada previa a la Cumbre de Presidentes.
 
Chávez, según Maduro, no vino por razones de salud. Es cierto que su estado no es el mejor, y el mandatario venezolano había condicionado su presencia a la última palabra de sus médicos. A cambio, dijo Maduro, viajará de urgencia a Cuba, donde adelanta tratamientos de radioterapia contra el cáncer que padece.
 
Pero puede ser la excusa para camuflar lo que muchos dicen en Cartagena: los países del ALBA decidieron no sabotearle la Cumbre a Santos, al confirmar su presencia, pero tal vez tendrían planeado no hacerse presentes. Una especie de gavilla de última hora.

Riqueza, drogas y Cuba, razones de fondo

Pero las razones de la intempestiva ausencia tendrían lecturas políticas de fondo. Las discusiones en América Latina, como se ha visto en esta agitada semana en Cartagena, han girado sobre tres ejes: la redistribución de la riqueza, el giro de la política contra las drogas y la exclusión de Cuba.

Tres ejes en los que no ha habido pleno consenso en el hemisferio, sencillamente porque quien se opone a ellos, o por lo menos piensa distinto, es precisamente Estados Unidos.

Frente al tema económico, dicen expertos, Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, nunca respaldó las voces que claman la redistribución de la riqueza. Todo lo contrario. En sus intervenciones nunca mencionó la palabra "redistribución", sino que ha hablado del crecimiento de "sus mercados".

En la política contra las drogas, Obama fue claro en rechazar el escenario de la legalización. Y ni siquiera contempló la desestigmatización de la hoja de coca, como lo había liderado Bolivia.

Y frente a la inclusión de Cuba, 32 cancilleres llegaron a un consenso de que la Cumbre así lo declarara en su documento final. Solo se opusieron Estados Unidos y Canadá, que también se manifestaron en desacuerdo con una declaratoria política final en respaldo de la soberanía que reclama Argentina sobre las Islas Malvinas.

Nicolás Maduro, canciller venezolano, lamentó en tono fuerte esa decisión. Señaló que el que parece aislado del hemisferio es Estados Unidos. "Hoy América Latina tiene otra realidad. Algunos no lo quieren entender", dijo en un mensaje dirigido a los países del norte.

Si esos tres ejes de discusión del continente no van a ser defendidos, dicen observadores que analizan cuanto sucede en Cartagena, Chávez, Ortega y Correa, líderes latinos por naturaleza de una tendencia política, o de una forma distinta y particular de concebir la democracia, "no tienen nada que hacer en Cartagena". O vienen como figuras decorativas, o se abstienen de hacerlo en una Cumbre que se ha convertido en la 'Cumbre de Santos y Obama', aseguran las mismas fuentes.

Pero como una especie de respaldo a Santos, a quien estos países no han dejado de reconocer su política exterior (no en vano armonizaron sus relaciones diplomáticas con Colombia), habrían acordado que las naciones de la Alianza Bolivariana estarían, pero solo representados por Evo.

Por eso, en un gesto que no deja de ser simbólico, Chávez, el líder natural de esta Alianza, con bríos muy disminuidos por su enfermedad, viajaría a Cuba en el mismo sábado en que se inicia la Cumbre de las Américas.