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LO QUE NO SE SABIA

"Newsweek" recoge una teoría de cómo la tragedia del jumbo coreano pudo ocurrir

17 de octubre de 1983

¿Por qué fue derribado el avión surcoreano? Aunque la verdad nunca llegue, probablemente, a ser conocida en Occidente, a estas alturas algunos funcionarios y expertos norteamericanos en sovietología han arribado a una conclusión para ellos más o menos definitiva: los soviéticos dispararon al jumbo surcoreano en un contexto de confusión sobre el carácter de los dos aviones que habían aparecido en las pantallas de sus radares.
La revista norteamericana "Newsweek" ha recogido esas opiniones. En uno de los apartes de su informe dice: "La historia que emerge es una de confusión militar y rigidez burocrática, aliñada con una dosis de obsesión soviética acerca de los secretos con una muy arraigada paranoia acerca de las fronteras".
Según esa publicación, los funcionarios norteamericanos creen hoy que los soviéticos confundieron inicialmente el avión coreano KAL 0007 con un avión espía norteamericano, el RC-135, que volaba en el área del incidente, sin penetrar en el espacio aéreo soviético. "Pesea que los funcionarios siguen sosteniendo que el piloto soviético que derribó al avión sabía que era una nave comercial, las transcripciones de sus conversaciones sugieren que él no dijo nada a sus comandantes de tierra", asegura "Newsweek".
Los rusos, en principio, no se alarmaron al detectar el RC-135, el cual rutinariamente vuela esa región para comprobar el estado de los radares soviéticos sin provocar ninguna reacción de éstos. Sin embargo, de repente apareció otro aparato en el radar ruso. ¿Cuál fue el raciocinio que se hicieron los soviéticos, en ese dramático instante? "Newsweek" propone este: "Podía ser otro RC-135; pero en ese caso, ¿por qué él avión espía se estaba apartando de su habitual práctica de permanecer en el espacio aéreo internacional? Podría ser otro intruso, pero entonces ¿qué tipo de avión era?" El comando soviético no lo sabía realmente, dice la revista; todo lo que sabía "era que el misterioso avión estaba avanzando hacia las muy sensibles instalaciones militares navales aéreas soviéticas de Petropavlosk y que ellos no podían permitirle que llegara hasta allí", agrega.
Otro elemento de la fatal decisión fue la obsesión rusa por cumplir las normas vigentes para esos casos. La revista asegura que aunque Andropov, Gromyko o Ustinov hubieran dicho "No disparen" hubieran podido recibir perfectamente del piloto soviético una negativa como esta: "No lo creo, yo tengo un blanco idóneo". Y concluye la revista: "Una vez fue cometido el primer error inicial, la frenética cacería comenzó. Disparate tras disparate. Así la fanática adherencia a la norma militar soviética condujo a una catástrofe en el cielo".
Otra parte de la confusión fue que los primeros interceptores rusos, de gran rapidez pero de poco alcance, tuvieron que regresar a su base después de haber avistado la nave comercial. Al abandonar la inspección alertan a la defensa aérea de la isla de Sakhalin sobre el avión intruso. Para ese momento ya el avión RC-135 estaba aterrizando en su base, la isla Semya. Los nuevos interceptores, dos Su-15 y un Mig-23, alcanzan entonces el avión misterioso. Al parecer, uno de los pilotos de los Su-15 distinguido con el número 805, hace contacto visual con el jumbo a una distancia de milla y media. Era de noche y el cielo estaba nublado, y el jumbo está subiendo de los 33.000 pies a los 35.000. El 805 reporta además que el avión misterioso no responde a sus señales pero dice que tal nave sí lleva las luces prendidas --lo que contradice la posición asumida oficialmente por los soviéticos después. Los expertos norteamericanos dicen que aunque la noche hubiera sido oscura y cerrada, el piloto soviético habría podido darse cuenta de la forma del Boeing 747. Sin embargo, el piloto del Su-15 declararía después: "Yo estaba convencido de que era un avión espía o algún tipo de bombardero". Si ello fue una mentira en las transcripciones de sus mensajes a tierra, en poder de Occidente, no hay indicación de que él haya comunicado eso a tierra, revela "Newsweek".
Los minutos pasaban y el jumbo estaba a punto de salir del espacio soviético. "Newsweek" dice: "Si los rusos no actúan en ese momento, podrían todos haberse hecho culpables de permitirle a un intruso extranjero escapar". "Yo recibí una orden, una precisa y definitiva orden", dijo más tarde el piloto; por ello y a las 3:26 de la madrugada hora local, del 1 de septiembre, el piloto dispara su misil contra el KAL 0007 matando a 269 personas. "Ellos tratan todo como si estuviera llevando bombas de hidrógeno", concluye un oficial norteamericano que habló para "Newsweek"--