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El presidente Mariano Rajoy, tiene previsto quitarle poderes al gobierno catalán. Foto: AP

ESPAÑA

El pisotón del elefante

Si el presidente Rajoy aplica la Constitución para suspender la autonomía de Cataluña, el conflicto con los independentistas podría agudizarse aún más.

21 de octubre de 2017

Rajoy parece decidido a jugarse el todo por el todo. Ante las actitudes evasivas y las amenazas del independentismo catalán, el presidente del gobierno anunció que aplicará el artículo 155 de la Constitución que suspende la autonomía de Cataluña por varios meses hasta las elecciones regionales de enero. Este pisotón de elefante no matará al ratón de este circo separatista y alarga un combate que está empobreciendo a Cataluña.

Se trata de una medida sin precedentes, un salto al vacío. En efecto, “el artículo 155 permite al gobierno tomar el control de todos los estamentos de poder de Cataluña, y es una copia literal de la Constitución alemana, que es un Estado federal, pero nunca se ha aplicado ni allá ni en España y sus consecuencias podrían ser imprevisibles”, dijo a SEMANA el politólogo Luis Martínez, de la Universidad Complutense de Madrid.

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Rajoy cuenta con el respaldo de los partidos PSOE y Ciudadanos para la medida, cuyo trámite y aprobación en el Senado se prolongarán hasta finales de octubre. Tanto Rajoy como el líder del PSOE, Pedro Sánchez, han dicho al presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, que tiene estas semanas para “rectificar” y convocar elecciones, pero resulta improbable que lo haga. En su última carta a Rajoy, el jueves, Puigdemont amenazó con declarar unilateralmente la independencia si el gobierno activaba el famoso ‘articulito’.

Pero el encarcelamiento en Madrid por sedición de los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, que llevan más de una década promoviendo el separatismo, exacerbó los ánimos independentistas. Los ‘Jordis’, como se les conoce ahora, financiaron por debajo de la mesa el referéndum ilegal del 1 de octubre pasado y orquestaron la movilización de las masas que sitiaron a una fiscal y a varios guardias civiles en la Consejería de Economía catalana en Barcelona, por orden judicial, en hechos ocurridos el 20 de septiembre. La fiscal y los guardias estuvieron más de ocho horas sin poder salir del edificio.

La detención de los ‘Jordis’ disparó el activismo separatista, la retirada masiva de fondos de los ahorradores catalanes de los bancos Caixabank y Sabadell, los cuales se sumaron a las empresas que abandonan la región, que también han sido objeto de la iniciativa de consumir solo productos y servicios “leales con Cataluña”.

El Partido Popular de Rajoy tiene la mayoría en el Senado y, con el apoyo del PSOE y de Ciudadanos, podría acelerar la aprobación del artículo 155. “Sin embargo, el trámite legislativo es complicado y lento porque nunca se ha hecho antes, y esto permite darles más tiempo a Puigdemont y a Rajoy de negociar sobre o bajo la mesa que el gobierno catalán sea el que convoque las elecciones, en lo que constituiría la mejor salida a esta crisis, o al menos la menos traumática para ambas partes”, resaltó a SEMANA Josef Sants, analista de la Universidad Autónoma de Barcelona.

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El trámite obliga al Senado a requerir de nuevo a Puigdemont para que presente sus alegatos o nombre a un representante que acuda al Senado, pero los analistas consultados por SEMANA creen improbable que viaje a Madrid, pues no asistió a la reunión de la Conferencia de Presidentes Autonómicos en enero de este año y rechazó el ofrecimiento del Senado de participar en una sesión especial sobre el proceso independentista. En cualquier caso, el Senado solo podrá considerar en pleno el tema el viernes 27 o el lunes 30 de octubre próximo.

El PP y el PSOE han pactado la aplicación “más suave” y “breve” posible del artículo. Esto significa nombrar un gobierno provisional para Cataluña, pero sobre todo garantizar el funcionamiento de los órganos ejecutivos, legislativos y judiciales hasta que se celebren elecciones en enero y se establezca un nuevo gobierno respaldado por las urnas. Es una incógnita qué tipo de gobierno saldrá de allí, pero existe el temor de que, ante la indignación ciudadana por el pisotón de elefante que supone aplicar el 155, los independentistas consigan de nuevo la mayoría absoluta en el Parlamento regional y, por consiguiente, el Poder Ejecutivo, incluso con más votos, lo cual extendería el conflicto y lo profundizaría aún más.