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El Procurador General de la República informó que detenidos confesaron haber ejecutado a los 43 normalistas de Ayotzinapa. | Foto: Milenio.com

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México: 43 estudiantes fueron asesinados en un basurero

Estupor en el país azteca al confirmar que la matanza de los 43 jóvenes duró 15 horas. Aún vivos, los quemaron con gasolina.

7 de noviembre de 2014

Los detalles revelados por el procurador general de la República de México (PGR), Jesús Murillo Karam, son espeluznantes. “Han sido, dijo, 33 días muy difíciles”. Luego hizo una pausa y contó: “Ya tenemos información sólida revelada por varios detenidos que participaron en el crimen de los 43 estudiantes desaparecidos en una acción perpetrada por autoridades municipales, policías y bandas de narcotraficantes”.

Según relató, “trasladaron a un grupo de más de 40 personas al basurero de Cocula. Algunas de las personas que se llevaron iban asesinadas. Ahí asesinaron a los que aún estaban vivos y luego a todos les quemaron con gasolina diésel y algunas otras sustancias, y eso empezó desde las 12 de la noche hasta las tres de la tarde del día siguiente”.

De esta manera, México empieza a aclarar uno de los episodios más tristes y vergonzosos producidos por las mafias del narcotráfico en alianza con bandas paramilitares.

La Procuraduría General mexicana confirmó este viernes que los 43 estudiantes desaparecidos el pasado 26 de septiembre en el estado sureño de Guerrero fueron asesinados por miembros del grupo criminal Guerreros Unidos, según el testimonio de tres nuevos detenidos que se declararon autores confesos del crimen.

El procurador general realizó el anunció en una conferencia de prensa en la que anunció la detención de Patricio Reyes 'El Pato', Jonatan Osorio 'El Jona' Agustín García 'El Chereje'.

Después de ser detenidos por la policía al parecer los jóvenes fueron trasladados a la estación policial de Iguala y desde allí llevados a una loma entre Iguala y la vecina Cocula, dijeron las autoridades.

Allí, los policías municipales entregaron a los detenidos a miembros de Guerreros Unidos, que los subieron a un camión de carga de tres toneladas y a otro vehículo menor y los llevaron al basurero municipal, situado en una quebrada.

Algunos, al menos 15, llegaron ya muertos asfixiados en el camión, según el testimonio de los detenidos. A los que aún estaban vivos, los pusieron en el suelo boca abajo, les interrogaron para saber si pertenecían a alguna organización criminal rival y les dispararon. Después, los arrojaron a un barranco en el basurero y les prendieron fuego.

Las llamas, alimentadas con gasolina, neumáticos y madera, se prolongaron desde la medianoche del mismo día en que fueron detenidos hasta entrada la tarde del día siguiente.

"Los huesos están en tal proceso de calcinación que con tocarlos se convierten en polvo y eso hace muy difícil la extracción de ADN para terminar la identificación", explicó Murillo, que también afirmó que los análisis de ADN se harán en la Universidad de Innsbruck, en Austria.

Murillo dijo que la investigación queda abierta hasta identificar todos los restos humanos encontrados en el basurero y el río San Juan y que mientras eso no suceda "se les seguirá considerando desaparecidos".

En una larga, y por momentos confusa explicación de la investigación realizada al momento, el procurador Murillo Karam mostró en una rueda de prensa cientos de fragmentos de huesos y de dientes calcinados, que fueron recuperados del río, en lo que sería un horrífico asesinato masivo que habría durado unas cuatro horas.

"Sé el enorme dolor que produce en los familiares la información que hemos obtenido, un dolor que compartimos todos", dijo Murillo Karam. "Los testimonios e informaciones que hemos recabado apuntan lamentablemente al homicidio de un amplio número de personas en el municipio de Cocula".

El procurador adelantó, no obstante, que va a ser muy difícil extraer muestras de ADN y confirmar que los restos corresponden a los cuerpos de los estudiantes. Setenta y cuatro personas han sido detenidas al momento, dijo Murillo Karam que agregó que las autoridades están buscando a más sospechosos.

Por su parte, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, prometió continuar los esfuerzos para "el total esclarecimiento" de los hechos registrados y castigo a todos los que participaron en estos "crímenes abominables".

En un acto público indicó que los "hallazgos presentados" por el procurador, Jesús Murillo, según los cuales los 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron asesinados y quemados por miembros del crimen organizado para no dejar rastros, "indignan y agravian a toda la sociedad mexicana".

"No basta con la captura de los autores intelectuales, detendremos a todos los que participaron en estos crímenes abominables", añadió el mandatario.

Aumenta el enojo entre los familiares de los normalistas

Familiares de los 43 estudiantes dijeron que las autoridades mexicanas les informaron el viernes de la aparición de seis bolsas con restos humanos y cenizas cerca del lugar de donde fueron vistos por última vez el 26 de septiembre pasado, en el sureño estado de Guerrero.

"Nos dijeron que encontraron seis bolsas con cenizas y que se trata de una nueva línea de investigación", dijo AP Manuel Martinez, tutor de dos de los desaparecidos después de una reunión celebrada con el procurador Murillo Karam en Chilpancingo, capital de ese estado.

Martínez dice que según las autoridades el hallazgo se produjo gracias a la confesión de dos delincuentes que condujeron a la policía y a peritos forenses hasta la ribera del río Cocula, ubicado a 22 kilómetros de la ciudad de Iguala.

Los familiares, que calificaron la reunión como "tensa", rechazan la información ofrecida por las autoridades y no aceptan ninguna identificación de los restos humanos hasta que un grupo de forenses argentinos, que colabora con la investigación, no confirme si se trata, o no, de sus hijos y confirme o niegue las versiones de las autoridades mexicanas.

Las autoridades han dicho que los estudiantes fueron atacados y retenidos por la policía municipal, que había sido enviada por el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, para interceptarlos pues creía que iban a interrumpir un discurso que ofrecía su esposa.

"Están jugando con nosotros contándonos pura pendejada. Nos dijeron que encontraron seis bolsas con cenizas y que era una de las líneas de investigación. Tratan de distraernos ante tanta ineptitud", señaló Martínez.

Los normalistas llegaron a Iguala a recaudar dinero en autobuses tomados por la fuerza, una táctica común que emplean para satisfacer sus necesidades de transporte. En el ataque policial seis personas murieron: tres estudiantes y tres transeúntes.

Los 43 estudiantes restantes fueron llevados a Cocula, transferidos a una volqueta y entregados a un grupo de narcotraficantes llamado Guerreros Unidos, escindido del cartel de los Beltrán Leyva. En ese momento se les pierde la pista, según Murillo Karam.

Los desaparecidos eran estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, localidad ubicada cerca de Iguala.

Muchos de los familiares de los estudiantes acamparon en la escuela inmediatamente después de las desapariciones. En las semanas en las que las autoridades han investigado el rastro de los estudiantes, han encontrado decenas de restos humanos en las montañas de Guerrero.

La semana pasada, peritos forenses hicieron una búsqueda al fondo de un barranco, bajo el vertedero municipal de Cocula, donde encontraron restos humanos. Pero las autoridades no han dicho confirmado la cantidad de los restos hallados.

Dos días después, el presidente Enrique Peña Nieto se reunió con las familias en ciudad de México y creó una comisión para monitorear el caso y mantenerlos actualizados.

Pero las familias se han sentido frustradas por la incapacidad del gobierno para encontrar a sus hijos y porque han arribado a conclusiones antes de que las pruebas de ADN culminen.

En octubre, cuando las autoridades encontraron los restos de 28 cuerpos calcinados en varias fosas comunes ubicadas cerca de Iguala, dijeron que los restos no correspondían a los de los estudiantes desaparecidos. Pero luego, cuando los padres dijeron que esperarían por los resultados de las pruebas de ADN, las autoridades cambiaron su versión y abrieron la posibilidad a que sean de los estudiantes.

La información del hallazgo de las seis bolsas con restos y cenizas tiene lugar dos días después de que decenas de miles de personas marcharan por la ciudad de México en protesta por la desaparición de los normalistas.

Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, fueron arrestados el martes en una humilde vivienda una barriada popular de ciudad de México donde se habían escondido, después de que huyeran de Iguala al hacerse públicos los hechos.

*Con información de EFE y AP