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Atentan contra la vida del general Rosón en represalia por el asesinato de Santi Brouard

24 de diciembre de 1984

Decían que ETA estaba desbaratada. Que con la expulsión a Panamá y Cuba de sus altos jefes y las extradiciones de etarras desde Francia a España, la organización terrorista estaba en malas condiciones. Sin embargo, una rama de ETA, la militar, demostró el miércoles de la semana pasada que ellos aún conservan una cierta capacidad de respuesta. Ese día el general Luis Rosón Pérez, 66 años, interventor del Ejército, fue balaceado en Madrid por dos jóvenes, cuando viajaba en su automóvil. Al cierre de esta nota el pronóstico médico era de "muy grave" para él y su chofer, el soldado Juan José Núñez.
Tal acción de ETA-m--quien horas después se atribuyó el atentado- fue en represalia, según declararon, por el asesinato en Bilbao, 24 horas antes, del médico pediatra Santiago Brouard, 64 años, presidente de Hasi, un partido próximo a ETA-m y miembro de la dirección nacional de la coalición vasca Herri Batasuna (Unión Popular) considerada como el brazo legal de ETA. Brouard era un firme militante de la independencia del pueblo vasco y estaba participando en el proceso de diálogo que parece estarse dando entre representantes del gobierno de Madrid y dirigentes de ETA-m para buscar una salida negociada al accionar de ETA.
¿Quién atentó contra Brouard? "Los del GAL" (Grupo Antiterrorista de Liberación, organización paramilitar que desde diciembre del año pasado ha matado a 8 activistas de la ETA, en el sur de Francia), respondieron gentes en la periferia de Herri Batasuna. Sin embargo, durante el funeral de Brouard en Bilbao, el secretario general del partido Hasi, Txomin Ziluaga, acusó a los "aparatos policiales del franquismo y al ministerio del Interior" de ser los responsables de la muerte de su compañero. El mismo día, una huelga para protestar por el asesinato de Brouard, paralizó la mayor parte del País Vasco y Navarra.
La revista tiempo en su edición del 8-14 de octubre había informado sobre la participación de Brouard en una charla con Pierre Guidoni,el embajador francés en Madrid. Durante una hora y cuarto, el diplomático planteó a Brouard y a otro dirigente de Herri Batasuna, las condiciones del gobierno de París para paralizar las extradiciones a España de miembros de ETA en Francia. Según la revista, Guidoni pidió que los etarras se manifestaran públicamente en favor de una tregua y se comprometieran a iniciar, a mediano plazo, "un proceso formal de negociación con el gobierno español que zanjas definitivamente el problema de la violencia en el País Vasco". A pesar de que los voceros de HB fueron "evasivos", parece que en la reunión se avanzó un poco, ya que los interlocutores del embajador insinuaron que ETA estaría considerando la posibilidad de adoptar "la alternativa KAS" en esas negociaciones, o sea: exigir un referéndum en Navarra, obtener la liberación de los 400 presos etarras, y lograr un paulatino retiro de las Fuerzas de Seguridad del Estado, para que la policía autónoma vasca, vaya absorviendo competencias.
Aunque ETA, por otros conductos, ha hecho saber que "sólo negociará con quien tiene el poder, con el Ejército español", se afirma que serios intentos por iniciar el diálogo se han dado y que en ese proceso se han inscrito desde un alto diplomático norteamericano hasta jesuitas.
¿Abortará ese proceso el asesinato de Brouard y el atentado al general Rosón? Algunos como Manuel Fraga, presidente de la conservadora Alianza Popular (AP) así lo estiman. Este último ha criticado los intentos de Felipe González de negociar con ETA, acusándolo de tener "oscuros contactos" con los terroristas y de ser débil ante ellos. Desde el otro lado de la barricada al gobierno socialista se lo culpa de lo contrario: de aplicar únicamente medidas policiales contra ETA y de no intentar soluciones políticas al problema del separatismo.
Pero es posible que la realidad le dé la razón en últimas al sector del nacionalismo moderado. Este afirma que el atentado contra Brouard y el general Rosón sólo avivará el criterio de que se deben agotar todos los intentos para hallar una solución dialogada para silenciar definitivamente las ametralladoras. -