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Presentan denuncia por falsificación obras de Frida Kahlo

Los expertos señalaron que los "horrores ortográficos" en las cartas, la baja calidad de las pinturas y las incongruencias con el contexto histórico permitieron la detección de las obras falsas.

22 de septiembre de 2009

Los custodios de la obra de Frida Kahlo denunciaron el martes la falsificación de miles de objetos, incluyendo algunas obras de arte que se le atribuyen a la pintora mexicana en dos libros: "Finding Frida" y "El laberinto de Frida Kahlo: muerte, dolor y ambivalencia. Cartas ilustradas, dibujos y notas íntimas".

Los libros muestran unos 1.200 objetos entre obras, cartas, recetas de cocina y dibujos que supuestamente le pertenecieron o fueron hechos por Kahlo y cuya existencia se desconocía.

Sin embargo, más de una decena de expertos, historiadores, artistas y familiares que conocen la obra de Kahlo coinciden en que la gran mayoría de lo que contienen los libros son artículos falsos.

"La gran mayoría de los expertos lo han manifestado: las obras son falsas", dijo a las afueras de la Procuraduría General de la República (PGR) de México Hilda Trujillo, directora de los Museos Frida Kahlo y Diego Rivera. "Debemos detener esto ya... debemos detener la comercialización de obras falsas".

La denuncia se presentó contra "quien o quienes resulten responsables" del delito de reproducción de obras o documentos con firmas o rúbricas presuntamente falsas, según la PGR.

Hasta la fecha no hay imputaciones directas contra los supuestos dueños de las piezas o de las editoriales que publicaron los libros, Princeton Architectual Press y el Centro de
 
Investigación y Arte Mexicano, respectivamente.

Princeton Architectual Press remitió a la AP una declaración previa en la que señalan que el libro lo que pretende es abrir el debate y las líneas de investigación en torno a la obra de la mexicana y rechazaron su retiro del mercado.

"En el libro nosotros establecemos que las piezas no han sido 100% autenticadas, que todavía se están haciendo investigaciones", dijo a la AP Katharine Myers, directora de mercadeo y publicidad de la editorial.

En la comunicación previa la empresa había dicho que su "esperanza es que 'Finding Frida Kahlo' sea un catalizador para futuras exploraciones de la vida y arte de Frida Kahlo; si nuestro libro logra sólo eso, entonces será un éxito, sin importar el origen del material que presenta".

De inmediato no fue posible conseguir a los portavoces del Centro de Investigación y Arte Mexicano.

En 1984 el gobierno mexicano declaró toda la obra de Kahlo como monumento artístico, por lo que está protegida por la Ley federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas.

Algunos detalles en las publicaciones que llamaron la atención de expertos son los "horrores ortográficos" en las cartas, la baja calidad de las pinturas y las incongruencias con el contexto histórico.

James Oles, un profesor estadounidense de arte, dijo que el error que más le llamó la atención fue el de la palabra "yegó" en una de las cartas supuestamente firmada por la artista. "Ni un gringo estudiando español en su segundo año va a cometer este error", declaró.

Según Oles, durante los últimos años de vida de Kahlo su situación económica junto a la de Rivera no era una de bonanza, por lo que es muy poco probable que ella regalara una docena de pinturas que ya comenzaban a venderse bien en galerías de arte.

Destacó que Kahlo llevaba registro de la mayoría de sus actividades cotidianas y en ninguno de sus papeles aparece el nombre del carpintero a quien supuestamente regaló cinco cajas de documentos y piezas que se representan en los libros. Ninguno de sus familiares y amigos conoce al supuesto beneficiado o recuerda que ella recopilara tanto material a escondidas para obsequiarlo.

"Si (continúan) en el mercado... se ratifica como cierta una colección que los expertos dicen que no es cierta. Esto va a infectar todos los estudios sobre Frida Kahlo, como un virus, con información mala, 'inaccurate' (inexacta), de calidad baja que interfiere con su verdadera obra", dijo Olmes.

"Toda la historia que contaron (sobre de dónde provienen las obras) es increíble", aseguró por su parte la sobrina de la pintora, Cristina Kahlo. "Qué raro que los dueños nunca dijeron que tenían todo este material. Ya es momento de frenar esto", reclamó.
A su juicio, el valor de la obra de Frida y su alta cotización en el mercado de arte puede ser lo que impulsa a los falsificadores.

Trujillo dijo que enviarán una carta a las editoriales y a la tienda virtual Amazon para que detengan la venta del libro en lo que se resuelve la denuncia.

La Procuraduría tiene que investigar el caso, determinar si los documentos y obras son o no falsos y fijar responsabilidades.

AP.