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TAXIS AL ESPACIO

No es una nota de ciencia ficción, sino una realidad tras el último vuelo del Columbia.

9 de agosto de 1982

Con el lanzamiento del cuarto Columbia finalizó la fase experimental de ese transbordador espacial, abriéndose una nueva era en la historia de los vuelos orbitales norteamericanos.
La misión encomendada a los astronautas Thomas Mattingly, 46 años, y Henry W. Hartsfield, 48 años, aunque señaló el comienzo de un creciente y estratégico uso de estos transbordadores para el Departamento de Defensa, fue relativamente modesta. Mattingly, veterano en vuelos a la luna y comandante de la misión, se encargó de operar una carga militar secreta, mientras que Hartsfield efectuó el experimento médico comercial adscrito a ese vuelo. Fuentes del Pentágono sugirieron que la experiencia militar (al parecer es la primera vez que el Columbia lo hace), incluiría la manipulación de sensores para detectar proyectiles dirigidos y objetos espaciales diversos, así como un dispositivo que facilitaría la navegación espacial sin controles terrestres.
Las futuras operaciones, que comenzarán en noviembre, emplearán una revolucionaria flota de aeronaves que "remolcarán" satélites, no sólo de la Nasa sino de otras agencias del gobierno norteamericano, de clientes comerciales y hasta de algunos gobiernos e instituciones extranjeras. La primera salida en esos términos lanzará al espacio dos satélites gemelos, (uno canadiense y otro estadounidense), y llevará también una carga militar secreta, cosa que se repetirá en una de cada tres misiones del futuro.
El Columbia ha sido el primer vehículo orbital reutilizable de la carrera espacial. De aquí a septiembre de 1987 efectuará otros 70 vuelos, no todos al servicio del Pentágono. Su vuelo más reciente le tomó siete días para recorrer cuatro millones y medio de kilómetros (112 vueltas al planeta) y estuvo en peligro de fracasar por el daño de una puerta de la bodega y por un aumento de peso registrado en su carlinga, gracias a la lluvia que recibió el transbordador la víspera de su despegue. Ello hizo que su órbita fuera menos amplia que lo prospectado por el Centro de Houston y registrara un consumo de combustible mayor.
Los primeros vuelos de ese laboratorio llevarán tripulaciones binacionales --como el programa espacial soviético-- integradas por dos o más especialistas estadounidenses y por lo menos un europeo, además de los dos astronautas que manejarán el transbordador.--
La guerra de las galaxias
El uso militar del último vuelo del Columbia despertó preocupaciones en diversos medios. El 29 de junio, en la sección especial sobre desarme de las Naciones Unidas, el profesor Yash Pal, de la India, explicó que "a partir de la rivalidad competitiva sobre fines pacíficos, el espacio está pasando a una transición hacia la competencia militar con fines de dominación".
Para comienzos de agosto se reunirá en Viena la conferencia de la ONU sobre Usos Pacíficos del Espacio (UNISPACE 82) que discutirá la creciente militarización del espacio interplanetario. Según el profesor hindú, ya existen posibilidades, aunque todavía no operacionales, de destruir satélites enemigos con medios mecánicos, como poniendo "pullets" (perdigones) en su camino. Pero, además, existen esfuerzos sustanciales para desarrollar armas de rayos laser. "En esa área --dijo-- existe una necesidad urgente de tomar medidas, porque después de que se desplieguen tales sistemas, será muy difícil llegar a un acuerdo".
Pal, que será el secretario general de la conferencia UNISPACE 82, también declaró que desde hace varios años "el espacio interplanetario ha sido utilizado por los llamados "medios técnicos nacionales de verificación" un eufemismo para designar a los satélites espías".
El Tercer Mundo, según el experto, debería también participar de estas preocupaciones sobre la contaminación militar del espacio, ya que "datos políticos y económicos confidenciales sobre los "países en desarrollo" están siendo reunidos por satélites norteamericanos y soviéticos y luego pasados al adversario". Si tales satélites van a usarse con fines pacíficos y contribuir a la paz mundial ¿sus datos no deberían estar a disposición de todos los países.? se preguntó el profesor Pal. El espacio representa una gran esperanza para el Tercer Mundo, especialmente para la educación, la salud, las comunicaciones, las predicciones del clima, la dirección de recursos, etc. --comentó el mísmo funcionario.*