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TERREMOTO ELECTORAL

El triunfo de Izquierda Unida en Lima altera todo el escenario político peruano

19 de diciembre de 1983

Para los extranjeros, Perú se había reducido en los últimos meses a un rutinario ir y venir de dramáticas notas periodísticas sobre los asaltos guerrilleros de Sendero Luminoso. Sin embargo, esta precaria visión de las cosas sufrió un fuerte remezón la semana pasada cuando, gracias a las elecciones municipales del domingo 13 de noviembre, un nuevo fenómeno hizo ruda aparición en el escenario político de ese país: el frente marxista Izquierda Unida (IU). Contrariando todos los pronósticos, esta coalición virtualmente arrasó electoralmente en el país al quedarse con un tercio del total de votos depositados ese día.
Constituido por siete partidos en vías de unificación, la IU obtuvo en solo Lima el 34% de los votos. Logró así elegir para el cargo de alcalde de dicha capital, el centro político del país, a Alfonso Barrantes Lingán, un abogado cajamarquino de 54 años de edad, ardoroso defensor del mariateguismo, y líder máximo de la coalición.
Obviamente para el gobierno del ingeniero Fernando Belaúnde Terry tales resultados significaron un terremoto político. De hecho, su partido, Acción Popular (AP), quedó relegado al cuarto lugar, al recaudar únicamente el 12% de los votos en Lima y algo menos, posiblemente, en todo el país. El tercer lugar le correspondió al derechista Partido Popular Cristiano (PPC); faltando sólo definir cuál de los dos partidos de mayor éxito en estos comicios, la IU y el Apra, ostenta la nueva primera mayoría electoral del país.
Para los voceros del Apra, su partido es ahora la primera fuerza política, atribuyéndose el 38% de los votos nacionales. Pero la IU ha replicado diciendo que los 13 departamentos donde triunfó el Apra representan sólo el 37% de la población electoral, mientras que en los 7 departamentos en los que ellos triunfaron se encuentra el 54% del total de votantes.
Izquierda Unida, además de ganar en Lima, se impuso en 18 distritos, todos ellos de neta composición popular, en tanto que el Apra conquistó sólo uno. El PPC ganó en siete.
La importancia política de tales resultados electorales trasciende el Perú. Desde la elección del socialista Salvador Allende en Chile, la izquierda marxista legal no había conquistado tal triunfo electoral en América Latina. Ahora lo ha hecho acorralando políticamente a un gobierno que aunque surgido de unas elecciones libres ha venido perdiendo terreno aceleradamente en los últimos meses.
Acción Popular había ganado las elecciones presidenciales de 1980 con una votación cercana al 44%. Por ello su caida al 12% o menos, es el dato más impactante de estos comicios. ¿Cuáles son las razones para ese descenso? La opinión generalizada en los círculos opositores en Perú es que la aplicación de las rígidas pautas económicas dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), seguidas al pie de la letra por Belaúnde, son la explicación de tal bajón electoral del partido de gobierno. Los planes deflacionarios de esa administración han redundado en un veloz aumento del costo de vida, en paralización de actividades productivas y desempleo. El producto interno bruto, por ejemplo, cayó en un 9%, sin que el índice de inflación se haya reducido.
Por el contrario, se ha elevado y el actual ritmo anual de crecimiento es del 130%, cuando era, en 1980, de un 65%. La deuda externa es de 10.1 mil millones de dólares, lo que exige que el servicio de la misma absorba el 49.1% de todas las exportaciones del país.
Esto ha hecho que AP haya perdido el apoyo de la clase media e incluso de las capas empresariales, las que se han volcado, según las elecciones del domingo, hacia su socio minoritario, el PPC, que basó su campaña en un simulado alejamiento del gobierno, a pesar de que sigue siendo parte de la mayoría oficialista en el Parlamento y dispone de dos ministerios.
Para el aprismo, el triunfo de IU podría acarrear problemas en su unidad interna. Dos tendencias han comenzado a perfilarse en su interior; una plantea el acercamiento a la Izquierda Unida, para forjar una alianza que sería, en las elecciones presidenciales y parlamentarias de marzo de 1985, abrumadoramente mayoritaria. La otra, propiciaría un enfrentamiento con ese frente marxista para tratar de capitanear la eventual lucha contra el "avance del comunismo".
Por lo pronto, el líder aprista Armando Villanueva del Campo y Alfonso Barrantes, se han comprometido a trabajar unidos en las municipalidades y en el Parlamento.
Sendero Luminoso, queriendo sabotear los comicios, atacó con bombas en 7 ciudades matando tres guardias civiles en locales limeños de AP y el PPC, el día anterior a las elecciones. Al otro día, hizo estallar más de media docena de petardos en Lima, lo que no tuvo esta vez consecuencias fatales. Pero tales actos no pudieron impedir que los electores hicieran uso de su derecho a votar: el 80% de éstos concurrió a los comicios, apoyando en su mayoría al Apra y a la IU, quienes ha repudiado insistentemente los métodos terroristas para la contienda política. El único lugar donde quizás hubo alto ausentismo (40%) fue en Ayacucho, donde Sendero Luminoso tiene sus cuarteles generales, y en Occoro, provincia de Huancavelica, donde no hubo elecciones. Allí, Sendero Luminoso asesinó a los dos miembros de la única mesa que debió funcionar en ese lugar.
Lo primero que hizo Barrantes al saberse ganador en Lima fue exigir al gobierno central cesar en su "arrogante conducta" y ajustarse a los resultados de una elección que consideró plebiscitaria contra Belaúnde y Sendero Luminoso. Después anunció que viajaría a Europa a fin de conseguir los créditos y las donaciones que le permitan cumplir con la promesa electoral de entregar un millón de raciones diarias de desayunos para los niños pobres de Lima.
Izquierda Unida, no es una fuerza nueva en Perú. En las elecciones municipales de 1980 había quedado en segundo lugar al capturar un 28.26% de los votos, siendo superado únicamente por AP, quien puso un 34.86%. EL PPC, en esa ocasión, había obtenido un 20.55% y el Partido Apra Peruano (PAP) ocupó el último lugar con un 16.31% de los votos.
A nivel nacional, las fuerzas políticas quedarían en este orden: primero la IU con un 34.6% de los votos; PAP con un 28.3%; PPC con un 21.3% y en último lugar el partido de Belaúnde Terry (AP) con sólo un 12.3%.