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| Foto: TRUMP GETTY/BBC

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Mientras Irán jura vengar la muerte de general, Trump dice que no quiere comenzar una guerra

El presidente estadounidense trata de reducir las tensiones con Teherán al tiempo que el Pentágono ordena el envío de 3.000 hombres más a Medio Oriente, para enfrentar posibles represalías. Esta noche hubo otro ataque estadounidense contra aliado de Irán en Irak.

3 de enero de 2020

Mientras crecían en Estados Unidos los temores a las retaliaciones de Irán por el ataque que acabó en Bagdad con la vida del poderoso general Qassem Soleimani, voceros del Pentágono revelaron que serán enviados cerca de 3.000 soldados más al Medio Oriente para enfrentar cualquier escalada de violencia en la zona. Teherán juró emprender "fuertes represalias" tras el golpe.

Funcionarios de la Defensa, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que los soldados son de la División Aerotransportada Número 82, con sede en Fort Bagg, Carolina del Norte y son adicionales a los 700 elementos de la misma división que fueron desplegados a Kuwait hace unos días luego de incidentes en el complejo de la embajada de Estados Unidos en Bagdad por parte de milicianos respaldados por Irán y sus simpatizantes.

La noticia de los refuerzos se dio a conocer mientras el presidente Donald Trump ofrecía en la Florida sus primeros comentarios sobre el ataque, declarando que ordenó la ejecución del general iraní porque él “planeaba matar” a muchos estadounidenses con sus aliados en Irak.

Puede leer:EEUU despliega tropas, Trump justifica el ataque e Irán promete venganza

De hecho, esta noche hubo un nuevo ataque aéreo estadounidense contra un comandante de las Fuerzas de Movilización Popular (Hashd al Shaabi), coalición de paramilitares iraníes, al norte de Bagdad. La acción había causado "muertos y heridos", afirmó a la AFP una fuente de la policía iraquí, sin aclarar cuántos. Otro jefe de las Fuerzas de Movilización Popular murió junto al general Soleimani en el bombardeo estadounidense

En sus declaraciones, Trump también lanzó frases que buscarían reducir las tensiones con Teherán. Afirmó que él tiene "un respeto profundo por el pueblo iraní" y que Estados Unidos no busca "un cambio de régimen" tras este ataque contra una ficha clave en la alta escala del poder en Irán. Y agregó haber actuado para "parar una guerra", "no para comenzar una".

El ataque a Soleimani intensificó la tensión entre los dos países., que se han enfrentado cada vez más desde que Trump se retiró del pacto nuclear en 2015 e impuso sanciones devastadoras a Teherán.

Estados Unidos exhortó a sus ciudadanos a salir de Irak “inmediatamente”, al aumentar los temores de que el ataque y cualquier acto de venganza de Irán puedan desatar un conflicto internacional en la región.

Las represalias de Irán posiblemente incluyan ataques violentos a intereses estadounidenses o a sus ciudadanos o de países, pero también podrían traducirse en ciberataques, advirtieron expertos en materia de seguridad.

Los hackers con respaldo de Irán ya se encuentran entre los más agresivos del mundo y podrían inyectar malware que desencadene interrupciones significativas en el sector público y privado de Estados Unidos.

Entre los posibles objetivos iraníes se incluyen fábricas, plantas de crudo y gas y sistemas de tránsito. Un alto funcionario federal de ciberseguridad advirtió a empresas y agencias gubernamentales que operen con extrema cautela.

Hackers respaldados por el gobierno iraní perpetraron una serie de ataques de negación de servicio que desconectaron los sitios web de los principales bancos estadounidenses, de la Bolsa de Valores de Nueva York y de la NASDAQ entre 2012 y 2013, en respuesta a sanciones de Estados Unidos. Dos años después, borraron los servidores del Sands Casino en Las Vegas, paralizando las operaciones hoteleras y de apuestas.

Los ataques cibernéticos a objetivos en Estados Unidos disminuyeron una vez que Teherán alcanzó el acuerdo nuclear en 2015 con el gobierno del entonces presidente Barack Obama.