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UN PODER A LA SOMBRA

Un sector del ejército es partidario de la autonomía militar al margen de la Constitución

6 de septiembre de 1982

Un sector del ejército español viene trabajando desde hace meses, especialmente a partir del 23 de febrero de 1981, para constituir un poder militar autónomo, por encima, e inclusive, al margen del poder civil consagrado en la Constitución.
Esta tésis de la autonomía militar fue expuesta por primera vez en público en un artículo publicado hace un año por el periódico "YA", firmado por el general Manuel Cabeza Calahorra (codefensor del proceso de Tejero y amigos), exprofesor de la Academia General Militar y director de la Academia de Ingenieros.
El pensamiento del general Cabeza Calahorra era reproducido meses después, punto por punto, por los autores de un panfleto apócrifo denominado "Carta Militar al Rey" y distribuido a la prensa y fuerzas armadas. El objetivo principal del documento era darle más poderes al Rey hasta colocarlo por encima del poder civil y constituir lo que ellos llamaban el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas (algo similar al recién abolido Consejo de la Revolución Portuguesa), con el fin de tutelar la vida política nacional, y actuar como un poder real en la sombra, al margen del poder civil.
Los autores de esta "Carta Militar al Rey" al no haber conseguido sus propósitos de darle el máximo respaldo a este documento, al que pretendían que se sumaran numerosos oficiales del ejército, por haber sido detectados determinados contactos por la inteligencia militar, cambiaron de táctica y centraron sus esfuerzos en convencer "a los príncipes de la milicia" de la necesidad de que sus planteamientos comenzaran a aplicarse de hecho en el país, especialmente a la hora de los nombramientos militares.
Estas presiones han tenido un éxito relativo en las fuerzas armadas al coincidir con uno de los momentos más bajos del gobierno de Calvo Sotelo.
En medios políticos del propio partido centrista se considera un gesto de debilidad en la política militar del gobierno el nombramiento de Luis Manuel Caruana, gobernador militar de Valencia el 23 de febrero, como nuevo capitán general de Zaragoza.
Se ha visto como otro gesto de debilidad la ambigua política de defensa del ministro Alberto Oliart quien considera que el nombramiento de generales "constitucionalistas" para puestos de relevancia dentro del ejército es una "provocación" para los sectores profranquistas. El mismo no ha impedido el ascenso al generalato de coroneles polémicos, como el jefe del regimiento de caballería Villaviciosa 14 de Madrid (el que ocupó las instalaciones de radio y televisión en la tarde del 23 de febrero), Joaquín Valencia Remón, a quien durante el juicio del 23 de febrero sus compañeros de armas pusieron en difícil situación personal en la misma sala de juicio.
Según fuentes del entorno del expresidente Adolfo Suárez, que reflejan en buena parte el pensamiento del antiguo jefe del gobierno, es un hecho que la reforma militar que iniciara el teniente general Manuel Gutiérrez Mellado desde la presidencia de la defensa, se ha visto frenada por estos sectores, cuando no se han adoptado medidas de contrarreforma.
Esta misma semana, Gutiérrez Mellado salía al paso en Santander, en la inauguración de los cursos de verano de la Universidad Menéndez y Pelayo, para ponerse al frente de los que defienden la primacía del poder civil sobre el poder militar.
" Yo no creo--afirmaba el teniente general ante las autoridades civiles de Santander y ante los hombres más representativos de la universidad española--, yo no conozco ni admito que haya más poderes que el legislativo, el ejecutivo y el judicial, bajo el amparo de la corona y de acuerdo con lo que dispone nuestra ley de leyes, es decir la Constitución"
Días antes el exministro de defensa Augustín Rodríguez Sahagún--a quien le dieron el golpe--en la presentación del libro de Jose Oneto "La verdad sobre el caso Tejero", coincidía plenamente con el teniente general al afirmar que toda su labor al frente del ministerio fue intentar subordinar la política militar a la política del gobierno dejando muy claro que el que gobernaba era el ejecutivo, no ningún tipo de institución militar.
Estos dos pronunciamientos públicos no responden a la mera casualidad sino que están inscritos en toda una mecánica provocada por el vacío del poder originado en el Ministerio de la Defensa y que ha sido llenado por otras instituciones militares.
La semana pasada por ejemplo, el secretario general del partido comunista, Santiago Carrillo, en la fiesta anual de su partido afrontaba el tema para denunciar que había en España un poder en la sombra que estaba por encima del ejecutivo y del legislativo.
La denuncia de Carrillo iba acompañada de una información suministrada días antes al comité central del Partido Comunista. Según esta información, el veto a Joaquín Ruiz Jiménez como candidato a "defensor del pueblo" estaría bien visto e inclusive, inspirado por altas instancias militares. Esto sería, según la información de Carrillo, el sentido del cambio radical que UCD, que pasó de apoyar al exministro de Franco, a vetarlo.
Carrillo basaba su información en la confidencia de un ministro de Calvo Sotelo.
En la misma reunión del comité central el líder comunista afirmó que la permanencia de Carlos Robles Piquer, cuñado de Manuel Fraga en la dirección general de Radio Televisión, estaría bien vista por las mismas instancias militares. Esto explicaría el interés en mantener a Robles, un hombre que es atacado por la casi totalidad de los partidos políticos parlamentarios Pero las referencias a este "poder militar" no son exclusivas de los comunistas.
Hace unos días el vicepresidente económico de Adolfo Suárez, Fernando Abril Martorell, un hombre del que se habla como sustituto de Alberto Oliart al frente del Ministerio de la Defensa, cortaba en seco los rumores sobre la influencia de los poderes fácticos en la crisis del partido gubernamental.
"Estoy hasta las narices de los riesgos de Estado y ya es hora de decir a los militares que se ocupen más de sus problemas y menos de los problemas de los demás"
¿A qué venía esa respuesta tajante de un político tradicionalmente callado y prudente?. Evidentemente no se trataba de una reacción desentonada sino que respondía a toda una campaña de rumores que insistían en que los poderes militares habían puesto fecha (11 de julio, final de los mundiales de fútbol) a la crisis de la Unión de Centro Democrático.- PRISIONERO MILLONARIO
¿Quién es el prisionero político más rico de España? No es alguien de la ETA. No es ninguno del GRAPO. Es un militar Un teniente coronel de la Guardia Civil.
Un golpista.
Antonio Tejero Molina, el hombre de la lluvia de balas del 23 de febrero en el parlamento, es el hombre que gracias a la generosidad de sus amigos franquistas, se convirtió en estos días en un prisionero millonario. No en horas de vuelo, ni en indulgencias plenarias, sino en "pelas".
Dieciocho millones de pesetas (163.000 dólares) le fueron entregadas en forma de cheque para que pagara la multa de un millón de pesetas (9.000 dólares) que le impusiera a manera de multa el tribunal que lo condenó el mes pasado a 30 años de prisión, por su participación en la intentona golpista de 1981.
El coronel, que si tiene quien lo asista fue respaldado por el diario derechistá "El Alcázar) se inició una colecta de fondos para pagarla, inmediatamente después que supo de la multa.
Cheques y giros postales llegaron de toda España y en un mes el diario alcanzó 18 veces esa cantidad.
La lista de donantes que "El Alcázar" publicó sin falta, estába llena de firmas como "una ama de casa franquista", "un veterano de la división azul" de voluntarios españoles que pelearon junto a los nazis en el frente soviético durante la Segunda Guerra Mundial, o "admiradores de la Guardia Civil".
Otros firmaron como "un ex monarquista" señalando la impopularidad del Rey Juan Carlos entre los ultraderechistas desde que rehusó apoyar el putch de Tejero y Milans del Bosch.
Muchos altos oficiales militares donaron buena parte del dinero, mostrando que la conmoción que produjo entre ellos el juicio a Tejero no se ha disipado. Pero el teniente coronel encarcelado no guardará el dinero excedente sino que lo dará a los huérfanos cuyos padres cayeron víctimas de la guerrilla urbana. -